¡no soy jimin! || bts; jungkook

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— ¡Mucha, mucha gente! — trate de que mi voz se proyectará por encima de la música a la par que tomaba la mano de Sui para no perderme entre el mar de persona que abarrotaban aquel bar que en otro momento sabía que no tendría mi la mitad de estos clientes—. ¡Me roban el oxígeno, Sui! ¡Ayuda! — exagere de manera muy dramática, solo con el afán de molestar a mí amiga.

— Oh... Ven, apura, Jigi — Sui trato de mantener su rostro de culo antes de una segunda arrastrada que nos llevó a una de las mesas al fondo del lugar, donde aunque no era nada cercano al sonido, era bastante cómodo y un lugar lindo de ver—. ¿Que te ha dicho Namjoon, llegará pronto?

— No dijo nada. Solo me fue a buscar y me dijo que lo vería dentro de poco luego de que pasamos las puertas, ¿crees que me abandono? — buscamos nuestra comodidad en los bancos de madera, tratando de ecualizar los malditos gritos de las personas.

— Y si lo hace, sabes dónde vive. Le diremos a Seokjin que le patee el trasero

— Si por patear el trasero te refieres a que le diría algo como "Si pensaste que eras mucho para Jigi. Pues no, mi ciela"

Ambas reímos con insistencia, pues sabríamos que es algo que Jin diría.

— Si, definitivamente. Entonces le diremos a Hoseok que lo haga.

— ¡Si, claro! Para que toque a su puerta, apenas vea a Yoongi con Nam se encargue de ofrecer disculpas solo por molestarlos por respirar el mismo aire — gire los ojos, llevando la botella de cerveza a mi boca y tomándola de a poco.

Sui río nuevamente, las cosas con mi amiga aún seguían en suspenso, creo que éramos buenas pretendiendo que todo estaba bien al final de todo. Ni siquiera se molestó en reprocharme cuando le dije la invitación de Namjoon, hasta sugirió que deberíamos traer a Hoseok, aunque en estos momentos estaban tan ocupado con una chica que poco sentía su presencia ahora. La lengua me picaba para preguntar acerca de Jimin a mí amiga, pero me estaba obligando a mi misma a cerrar el pico y no joder absolutamente nada.

Lo mejor era evitar problemas, ¿no, Nueva Jigi?

— Pensé que habría menos personas — me queje nuevamente.

— Oh, déjate llevar Jigi. Entre más personas más posibilidades hay de que...

— ¡Alguien me tocó el trasero!

Exclamé furiosa al sentir un pellizcon en mi nalga derecha. Baje de taburete directa a encarnar a la persona y darle la bofetada de su vida.

— ¡Fui yo, fui yo! ¡No me mates! — la voz de Hoseok retumbó de manera pobre sobre mis oídos a raíz de la música. El idiota tenía una tonta sonrisa y el sonrojo en su rostro me confirmaba que había estado bebiendo alcohol, lo bueno de un Hobi alcoholizado era que en vez de tornarse de aquellos típicos borrachos gritones y peleoneros –definitamente no yo–, era un maldito intento de niño emo de 15 años que acaba de escuchar 21 Guns por quinta vez en la hora luego de discutir con su novia de dos semanas. Ese idiota no soportaba nada de alcohol y espero que tengo más de una copa para poder sobrellevarlo.

— ¿Y qué crees? ¿Que porque eres tú no te golpeare? — le mire con reproche al verle acercarse a la mesa y buscar una de las bancas altas para hacernos compañía.

— Me amas, lo sabes — me guiño un ojo y lanzó un beso aéreo a la par que apachurro una de mis mejillas con su pulgar e índice.

— ¿Y si te pellizco una bola?

— ¡Que conste que tú lo estás ofreciendo!

Sui le miro con el rostro arrugado antes de hablar: — Eres un puerco — giró los ojos antes de que pudiera decir algo más.