De vuelta a mi usual humor, luego de salir de una notificación de examen de Teoría de la Interacción para el lunes en la mañana, la profesora Shin nos había enviado un correo solo para que pasáramos el fin de semana estudiando y por eso me vi en la obligación humana de encender mi switcher de mal humor para un sábado por la tarde, como usualmente hacía y más aún que el día de ayer estuve seis horas bajo un calor asqueroso mientras que Jungkook me hablaba de cualquier estupidez. Ni siquiera cuando coloqué mis audífonos y reproducía el álbum entero de Bruno Mars tratando de hacerme sentir alegre me ayudaba a recibir la idea de que aún así mi compañero de la materia seguía hablando conmigo. Pero que jodido idiota, solo lo veía mover los labios mientras que me miraba y sonreía.
Qué podría decir de eso, luego de pasar esas putas seis horas simplemente decidí acostarme a dormir y no saber de nada en el mundo hasta el próximo día. Seokjin había decidido aprovechar el sábado para ir con su familia y visitarlos, mientras que Sui, Hoseok y yo nos quedamos en el campus decidiendo en qué gastar nuestro día libre. Vi a Sui en la desolada plazoleta donde usualmente estaba llena de alumnos universitarios, Hoseok se encontraba acostado en sus piernas y ella repetía una y otra vez que se alejara. Sui odiaba el contacto físico exceptuandome, la escena de Sui molesta porque Hoseok solo abrazaba sus piernas usándolas como almohada me hacía reír mentalmente pensando que mis amigos eran unos jodidos idiotas.
— ¡Aléjate, Hoseok! — Sui empujaba su rostro y el se quejaba mientras abrazaba con más fuerzas sus rodillas.
— ¡Quiéreme, Sui, yo solo busco tu amor! — él respondió divertido, haciéndome reír y llamar la atención de ambos personajes. Hoseok al verme sonrió ampliamente y soltó las piernas de mí amiga— ¡Jigi, amor mío!
Me acerqué rápidamente y me senté en el pasto junto a ellos disfrutando la tranquilidad del campus que normalmente estaba abarrotado de personas y gritos sin sentido. El hecho de que ningún idiota estaba por ahí con su puta patineta o un hijo de puta colocando su mierdera música pensando que todos las disfrutaríamos me daba oportunidad de respirar y simplemente tolerar a un par de personas por ahí caminando.
— Dios, Hoseok, deja de ser pegajoso y aléjate — Sui hizo un último esfuerzo y a regaña dientes se quitó de las piernas de mi amiga para apoyarse en sus muñecas, balanceándose hacia atrás dejando su espalda recta.
— Al cabo que ni quería — Hoseok evito sonar ofendido y Sui giró los ojos.
Suspiré con pesadez y les hice saber que mi mal humor estaba en su cumbre el día de hoy.
— ¿Qué sucedió ayer con Jungkook? — Sui preguntó curiosa, y Hoseok se vio bastante interesado por la pregunta.
— Es un puto idiota — fue lo único que dije—. Se la paso toda la tarde hablando solo y diciéndome cosas para que me riera — bufé—, no pase un momento en puta paz, y cuando nos fuimos empezó a coquetear con la hija de puta de Yeonha y creo que me dio cáncer cuando ella intentaba lucir linda mientras quitaba el cabello de su maldito escote, iught — arrugue mi nariz y ambos carcajearon.
— Aún no puedo creer que convivas con Jungkook — Hoseok sonó incrédulo y divertido—. Es como si volvieran los viejos días, ¿uh? — su intento de molestarme con mi infancia sonó acertado, pues no dudé en golpear su hombro.
— Que asco, Hoseok. Jungkook no es nada parecido a cuando teníamos once años— admiti, fingiendo un escalofrío provocado por el asco que el me causaba—, ahora él es más estúpido, piensa con la cabeza de la verga y sus dientes son más grandes — enumeré con mis dedos. Quise llevar el tema a otro lado, no podía seguir hablando de Jungkook, sentiría que vomitaria si mencionaba otra palabra relacionada con él.
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¡no soy jimin! || bts; jungkook
HumorPrimer acto; Jimin, un chico que disfruta de la vida entre fiestas, amigos y cualquier cosa que lo haga feliz. Popular, guapo, amigable, talentoso, solo le falta volar y repartir paz mundial. Segundo acto; Jimin, una chica... que no es Jimin. ¿Como...