Miradas del Inframundo [An Under Disney Descendants Story] "TERMINADA"

6. Desde muy abajo

Después de un par de minutos, despertó desconcertada y adolorida, no estaba segura de saber en dónde estaba pero si su intuición y memoria no le engañaban había una puerta al otro lado del enorme pasillo.

Estaba debajo del restaurante de Ursula.

Lo supo por el asqueroso olor a mariscos y los gruñidos de los sucios piratas.

—Bueno, Harry —Dijo la chica—. Si vine.

Se levantó soltando unos cuantos quejidos, la caída había sido peligrosa, no encontraba la razón por la cual seguía viva, después de todo era mortal.

Aunque ya ni sabía.

Caminó escuchando con detenimiento lo que decían los sucios piratas, a ver si había algo bueno de qué enterarse, pero solo decían charlatanería por montón, así que aceleró el paso.

Hasta escuchar a Uma.

—¡Esa condenada brujita! —gritó— Tiene algo que yo quiero.

-Nosotros tenemos nuestro lugar aquí —defendió Harry—. Que ellos se queden en Aburridon.

—¡Pero lo quiero yo! —volvió a gritar— ¿Cuál es mi nombre?

Se escuchó un murmullo.

—¿Cuál es mi nombre?

Otro murmullo con un poco de confusión en la voz.

—What's my name? What's my name?

—¡Uma! —gritó todo el restaurante.

—¡Patética! —dijo Hayden en el mismo tono haciendo una mueca fastidiada.

Empezó a caminar, podía escuchar a sus espaldas como todos cantaban una molesta canción, rodó los ojos ante ello, pero no pudo evitar preguntarse quién era la condenada brujita de quien hablaba la hija de Ursula y por qué Harry hacía juegos de palabras tan ridículos.

Quizás hubiese sabido si hubiese asistido, pero era mejor así, después sabría de quien estaban hablando, ahora necesitaba enfocarse en todo lo que su padre había estado hablando con Maléfica y cómo muertos vivientes ella estaba de vuelta y no hacía nada.

Llegó hasta la puerta, giró el picaporte y la abrió, por lo menos le había atinado, estaba cerca de casa, aunque no lo suficiente.

Pasaron unas cuantas horas hasta que pudo deducir que estaba debajo de la casa de madre Gothel, y pudo confirmarlo cuando una de sus hijas gritó:

—¡Eres adoptada! No te pareces ni un poco a mi, ni a mamá, eres la más fea.

—¡Retractate! —gritó la otra— ¡Retractate, Ginny!

Ahora se escuchaba un llanto y una risa exagerada, lo cual hizo reír a Hayden un poquito, creía que ambas era insoportables.

Aunque es algo que ella le diría a su hermano.

Siguió caminando, encontrando algo peculiar, realmente peculiar, sabía que en las catacumbas podía colarse algo de magia de vez en cuando pero nada como lo que estaba al frente suyo.

De repente se sintió en el reino de aquella historia, la misma donde aparecía Gothel, robando a la niña y toda la cosa, justo ahora se sentía ella, pues en frente suyo estaba una hermosa flor de cristal, erguida en una roca y de ella emanaba un olor delicioso y una luz maravillosa, por un momento, Hayden sintió que odiaba menos.

—Qué irónico que estés debajo de ellas —Dijo Hayden a la flor para luego seguir caminando dejándola atrás.

Volvieron sus ganas normales de odiar.

Más adelante se escuchaba una guerra de espadas que ignoró completamente, pero silenciosamente deseaba que alguien se lastimara mucho.