Miradas del Inframundo [An Under Disney Descendants Story] "TERMINADA"

14. Chillin' like a Villain

Hayden no era una chica fácil de sorprender, ni siquiera las cualidades mágicas de Pena y Pánico para cambiar de forma le impresionaban, incluso sabiendo que en la Isla no había ni una pizca de magia.

Le daba igual todas esas cosas que podían hacer Las Moiras o cuando la mitad del cuerpo de su padre se incendiaba y él ni se inmutaba.

Pero ver a esos chicos definitivamente la dejó sin habla, sin respiración, creyó que podría estar desmayada y ahora mismo estaba soñando, pero no, esos cuatro chicos cantando y bailando eran reales.

Y se estaban acercando al lugar donde ella estaba.

—Let me show you how —siguió cantando la princesa.

Le pareció extraño que El Rey vistiera de esa manera y el trio le estuviese enseñando a andar como ellos, creyó que le estaban enseñando a ser un Vk.

Y no se equivocó.

La canción le pareció aturdidora a Hayden, no entendía por qué siempre tenían que estar cantando.

Los siguió más de cerca, en efecto, aquellos dos estaban con Mal el día de su accidente, pero no podía recordar sus nombres, tampoco de quiénes eran hijos.

—I think I got this —Dijo El Rey—. Let's go, I'm ready to rock this.

Hayden notó que él tropezó varías veces y tuvo que contener las ganas de reír.

—Por los dioses —dijo esta—. Qué torpe.

Se escabulló cerca de unos barriles mientras seguían bailando, le parecía que aquello nunca terminaría.

—Chillin' like a villain —dijeron todos para luego voltear y felicitar al Rey por estar haciéndolo bien.

Bien Mal.

—Gracias al cielo —susurró Hayden cuando por fin se callaron.

Luego observó a uno de ellos, supuso que era el menor de todos y a juzgar por su vestimenta y su cabello bicolor, definitivamente tenía que ser hijo de la desquiciada de Cruella, pero a ella no le pareció que él fuese igual al ella.

Incluso le pareció atractivo.

Negó con la cabeza y los volvió a mirar ¿Por qué tenía la impresión de que ellos eran más que los colaboradores de su accidente? Sintió la mera necesidad de darles un abrazo porque los echaba de menos.

¿Qué demonios?

Una imagen vino a su cabeza, de golpe, como un latigazo, casi tumbándola al suelo del dolor: Eran esos dos chicos con ella, con su ella de cabello azul, la que tenía magia.

Luego todo estuvo borroso y se le vino un nombre a la cabeza:

—¿Carlos? —dijo sobando su sien.

El chico pecoso se volteó en su dirección y ella como pudo se ocultó, el corazón le latía en los oídos y por una extraña razón las manos le comenzaron a temblar.

—¡Carlos! —le llamó la princesa— ¿Qué esperas?

El chico obedeció y fue tras sus amigos, cuando Hayden ya no pudo verle más, su dolor de cabeza desapareció y luego suspiró ¿Qué demonios había sido eso?

Se acercó son sigilo hacia donde ellos anteriormente estaban sin darse cuenta de que el hijo de Gastón venía canturreando:

—¡Uma va a amar esto!