7. Siguiendo el Camino Amarillo

677 61 86
                                    

Llegó hasta un camino con dos partes y se mantuvo pensativa un rato, pues uno la llevaría a casa, el otro posiblemente haría que se perdiera para siempre, o se ahogara en alguno de los ríos del inframundo.

Recordó la primera vez que se perdió, Pena y Pánico la hallaron durmiendo en unas cuantas rocas, toda llena de barro e hinchada de tanto llorar, tenía 12 años.

Lo único que podía recordar de esos años, pues lo demás lo veía borroso, incluso su aspecto para ese tiempo.

¿Tenía el cabello azul o castaño? ¿Al menos tenía cabello? Se preguntó.

Distraída por preguntas irracionales, tomó el camino que había quedado como segunda opción, sin darse cuenta hasta un largo rato después.

—¡No puede ser! —exclamó— ¡Ugh!

Se dio media vuelta, pero era muy peligroso volver ahora, pues a cierta altura de las catacumbas, los caminos eran cambiantes, y si se devolvía podría estar aún más lejos de su hogar. Así que solo tenía una opción.

Su mechón echó chispas del enojo, haciendo que esta se sobresaltara, contemplando lo que acababa de pasar.

Lo cual ocurría una vez a la cuaresma.

—No —susurró—. Relajate, no hiciste eso... pero Maléfica dijo que... pero papá dijo que... ¡Muertos! ¿Qué o quién se supone que soy?

—Una niña que habla sola —dijo una voz masculina que ella conocía perfectamente.

—¿Qué haces aquí, inútil? —preguntó ella con exceptisismo, ocultando el terror que estaba por invadirla.

—Paseando ¿No ves? —bromeó el chico— ¿Tú?

—Obviamente no es siguiendo el camino amarillo —respondió con indiferencia— ¿Sabes a qué altura estoy de casa? Me perd... es decir, quiero regresar, estoy cansada.

El chico rió y extendió su mano hacia ella quien la miró con cierto asco y luego lo miró de la misma manera.

—¿No quieres volver?

—No voy a ir viajando por las sombras —dijo casi ofendida—. Eso quita energía, podrías hasta terminar más abajo de lo que estamos si sigues haciéndolo.

El chico se encogió de hombros y metió las manos en sus bolsillos.

—Como quieras —dijo—. Te veo luego.

—¡Espera! —chilló dejando un segundo atrás a su orgullo— ¿Cómo regreso?

—Sigue el camino amarillo —sonrió.

—Gracias, Hadie —dijo sarcásticamente—. Eres más inútil aún.

—Un placer, Hayden —dijo el chico guiñando el ojo para luego desaparecer entre las sombras.

La chica gruñó, odiaba cuando su hermano se pasaba de listo y cruel, pues normalmente ella era la encargada de hacerlo sufrir.

Fulminó rápidamente lo sucedido, y continuó caminando, arrepintiéndose un poco de no haber regresado junto a su hermano, pero de igual forma, si el estaba tan lejos eso significaba que estaba cerca ¿Verdad?

Miradas del Inframundo [An Under Disney Descendants Story] "TERMINADA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora