16. Sardinas con Camarón

486 41 95
                                    

¿Era una locura? Definitivamente.

Darle una mano a una de las personas más odiadas en la Isla de los Perdidos era un completo suicidio, pero ¿Qué más podía perder? Ya ni siquiera tenía habitación.

Y, a decir verdad nunca se consideró a sí misma una villana, por lo menos no de alto calibre, tampoco una integrante de esa cosa rara donde estaba su hermano, los Anti-no-maltraten-a-nadie-porque-es-malo, no se veía de ninguno de los dos lados, pero podía referirse a sí misma como Una Grandiosa Buscapleitos.

Quizá, lo que estaba por hacer también le quitaría ese nombre, para por fin convertirse en nadie, o mejor dicho, una traidora.

Llegó hasta el restaurante y para su suerte, toda la entrada estaba llena de piratas, lo cual dejaba crecer su odio por ellos, nunca entendería como toleraba a Harry tanto tiempo.

Ursula's Fish and Chips nunca fue su lugar favorito, es más, también lo detestaba, no podía entender como alguien amaba tanto el pescado o los mariscos, simplemente le daban ganas de vomitar, sumenle a eso unos cuantos sucios y torpes piratas y tendrán a una Hayden con muchos cólicos.

Esperaba que El Rey de pacotilla pudiese apreciar lo que estaba haciendo, y más le valía.

Se acercó un poco, con cautela, escondida cerca de unas redes de pescar hediondas a pescado, su estómago daba vueltas.

Escuchó como unos cuantos hombres hablaban de la Famosa Uma y como la asemejaban con un camarón, por alguna extraña razón.

Luego nombraron al Rey.

—No puedo creer que la más temida haya caído tan bajo —balbuceó uno de ellos— ¿Hacer luchas de manitas? ¡Por favor! Perdió toda su vida ahí.

—Y a su princesito también —bromeó uno lanzando una estrepitosa risa y muy pronto se le unieron los demás.

Hayden frunció el ceño, no sabía que Mal había venido a ver a Uma y que hubiese perdido contra ella contándole así a su novio.

Pobre alma en desgracia, y torpe también.

—Por lo menos tenemos la Varita del Hada Madrina —comentó el hombre más gordo tomando un trago de agua sucia—. Aunque yo estoy bien aquí no entiendo en afán de salir.

—Adolescentes —escupió el primero que había hablado.

—¿Una Varita? —susurró Hayden incrédula— Así podrán devolverme mis poderes.

Uno de los piratas se volteó, pues había escuchado algo, Hayden retrocedió quedando a pocos centímetros de dar un paso en falso y caer directo al agua, tuvo que sostenerse de las redes hediondas, ahora estaba rezando para no caer, porque además de que el agua estaba horriblemente contaminada, no sabía nadar.

Una de los piratas gruñó y Hayden sintió su aliento apestoso muy cerca, si no moría ahogada, entonces moriría de una intoxicación nasal.

El pirata más gordo les llamó y fue cuando ella pudo respirar, cuando ya no estuvieron cerca se asomó buscando muros en la costa, no localizó a nadie y salió dando saltitos y limpiándose toda.

—¡Ew, ew, ew! —decía arrugando la nariz— ¡Asco, asco!

Entre saltos y pataleos se enredó con sus pies y cayó en la entrada, las puertas se abrieron estruendosamente y lo único que había caído al agua era el plan de Hayden tratando de ser silenciosa.

Para su fortuna no había nadie, solo una persona y era precisamente con quien deseaba hablar.

Se levantó y corriendo hacia la barra dio un brinco y se sentó en la misma dejando casi boquiabierto al Rey.

—No diga nada a menos que sea algo que me beneficie —se adelantó—. Necesito que usted me lleve con Mal... tú.

Ben parpadeó un par de veces y luego reaccionó, su rostro mostraba tristeza.

—No creo que ella quiera hablar conmigo, señorita... —respondió esperando que ella le dijera su nombre.

—¡No me importa qué delirios amorosos tenga esa loca! —dijo tratando de gritar en voz baja (si eso era posible)— Ella me ha quitado algo que es mio y necesito que me lo devuelva.

—Lo lamento —dijo Ben—, pero no creo poder ayudarle.

Hayden gruñó y para no golpearlo a él (por posibles problemas con la autoridad), golpeó la mesa que aparentemente se quemó un poquito.

—Escuche —empezó a decir—. Yo no quise que las cosas pasaran de esta manera, primero mi padre actúa raro con aquella mujer, luego mi hogar es destruido, encima descubro que me han robado mis dones y usted... tú, que eres la persona más cercana a la culpable ¡No quiere ayudarme! ¿Aprecia su vida, majestad?

Para los ojos del Rey, la chica parecía más asustada que amenazante y por lo que acababa de contar, no lo estaba pasando bien, luego recordó.

Era la misma chica que estaba llorando cuando Harry lo capturó.

—Hola de nuevo —dijo cuando la reconoció.

Hayden frunció el ceño.

—Eso se dice al comenzar una conversación —dijo—. No sé qué haya pasado entre usted... tú y Mal, pero en serio necesito mi vida de vuelta, puede que me olvide después de esto pero sinceramente: Mal me repugna y se ha llevado algo que no es suyo, lo quiero de vuelta y estoy dispuesta a todo si no ponen de su parte.

—Serías una buena alumna de Auradon —comentó—. No eres para nada igual que los demás.

La chica hizo una mueca ¿Estaba consciente de que lo estaba amenazando?

—Si tengo la oportunidad —empezó a decir—, y sobretodo, si salgo de este rollo, les hablaré a los muchachos de ti para que salgas, quizás ellos te recuerden.

—No lo creo —dijo Hayden tristemente, aquello había sido un golpe en el pecho.

Ben la miró con lástima y trató de acercarse a ella lo que pudo, pues estaba amarrado hasta las uñas.

—Haré que Mal te devuelva eso que te quitó y todo estará bien —aseguró— ¿Te parece? No voy a olvidarte: Es una promesa.

Hayden lo miró con incredulidad.

—No confío en la palabra de nadie —sentenció.

—Puedo hacerte cambiar de opinión —dijo con una sonrisa.

Antes de que alguno pudiese decir algo más alguien gruñó y gritó, Hayden alarmada se escondió detrás de la barra.

—¡Hora del show, Barney! —chilló Harry.

Escuchó un quejido por parte del Rey y luego no escuchó nada.

Se asomó, cuando no vio a nadie salió completamente, se subió a la barra y caminó hasta la puerta.

—¡Las sardinas están deliciosas, Hades! —gritó Ursula— Se que estas ahí, huele a quemado y aquí todo está crudo.

La bruja del Mar soltó una risa nasal y Hayden con cara de asco salió del lugar e intentó caminar lo más rápido posible para escapar del olor a pescado.

Cuando ya estuvo lejos pensó: ¿A dónde llevaran al Rey? Los piratas habían dicho algo de la Varita, algo de Mal y algo de perder a su novio.

Entonces todo tuvo sentido.

Ahora la siguiente pregunta era: ¿Dónde estaban todos reunidos?

Miradas del Inframundo [An Under Disney Descendants Story] "TERMINADA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora