22. Evil Like Me

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Existe un pequeño cuento que Pena y Pánico le contaban a Hayden antes de dormir (el cual hacía de todo menos dormirla).

Esa era la historia de su Madre, su Padre y una tal Perséfone, que por alguna razón, siempre estaba en alguna conversación que Hadie tenía con Hades, pero a diferencia de su hermano mayor, Hayden solo quería saber quién era el Hada Morada que Pena y Pánico siempre tildaban de temible y devora almas.

Pero ahora que la tenía en frente no veía nada de ello, solo una mujer sedienta de venganza ¿Y quién en la Isla no se quiere vengar? Sin embargo, Maléfica ya casi no mostraba interés en ello, no como antes, como esa vez en la coronación, donde realmente se molestó con Mal cuando la traicionó.

Mal, su hermana.

—Qué santo asco —dijo Hayden asqueada—. No me malentiendas, pero es irónico y asqueroso.

—No he visto a los primeros hermanos que se lleven bien —apuntó Maléfica— ¿Acaso te llevas bien con Junior?

Hayden frunció el ceño y sacudió la cabeza exageradamente.

Maléfica daba cirulos por toda la habitación (la cual era inmensa como el salón de un castillo) simulando que tenía a alguien en los hombros y sujetaba su viejo cetro, Hayden miraba desde la mesa donde estaba sentada, su madre le dio de comer como nunca en su vida platillos que solo verías en Auradon o en el mismo Olimpo y le había curado el golpe en la sien.

—Entonces —empezó a decir Hayden— ¿Cuánto llevo aquí exactamente?

—Catacumbas —corrigió Maléfica.

La chica miró a su alrededor, estudiando el lugar, no había visto nada parecido en sus incontables aventuras por las catacumbas, por ende le fue difícil procesar que estaba ahí y aún quería saber el por qué se había abierto el suelo de esa manera cuando estaba en la superficie.

—A cierta altura de las catacumbas, el tiempo ya no importa —explicó.

—¿Quieres decir que llevo aquí como treinta años? —preguntó Hayden asustada.

—Tampoco exageres —dijo Maléfica frunciendo el ceño—. Unos cuantos días nada más, quizás una o dos semanas.

Hayden tragó en seco y se sujetó fuertemente de la mesa, como si estuviera en una montaña rusa.

—Tranquila, niña —tranquilizó Maléfica acercados a ella—. Todo tiene un por qué y tu Madre te lo hará saber.

Hayden dejó salir una sonrisa sin mostrar los dientes, Maléfica le pidió su mano, esta accedió, rápidamente la bajó de la mesa y se encaminaron por el inmenso palacio oscuro.

—Por cierto —dijo Maléfica— ¿Lograste ver a tus amigos ya? —Hayden frunció el ceño y el Hada especificó—: De Vil y Jafar.

Al segundo de escuchar aquello, su mechón soltó chispas azules y su rostro se tornó rojo como tomate.

—Ah, ya entiendo —musitó Maléfica—. Quizás lo hagas luego ¡Tu novio y tu mejor amigo andan divirtiéndose de todas maneras!

Nuevamente el mechón de Hayden soltó chispas, pero esta vez eran más grandes y numerosas, incluso Maléfica tuvo que alejarse.

—Carlos no es mi novio —indicó ella sonrojada.

—¿Cómo supiste que estaba hablando de él? —sonrió de forma pícara.

Hayden la miró un segundo con ojos como platos, el ceño levemente fruncido y una especie de tick en el ojo izquierdo, luego la fulminó, Maléfica tuvo que contener la respiración para no echarse a reír.

Miradas del Inframundo [An Under Disney Descendants Story] "TERMINADA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora