Re;Growth [Eldarya] (Re;Birth #2)

Capítulo IV: Tensión.

La luna brillaba con bastante intensidad ese día, como si quisiera transmitir un mensaje. Por la hora, el cielo estaba en su plena oscuridad, el brillo del astro contrastando con el desolador tono de su fondo. Sentía que mi corazón amenazaba con escapar de mi cuerpo a través de mi garganta, pero respiré lo más que pude. No podía dejarme llevar por la idea de que quizás moriría... no, tenía que pensar positivo. Huang Hua es poderosa, la flauta es poderosa. Nevra podrá hacerle frente a Ashkore y Leiftan, ya que encontraremos a los otros dos líderes, y nadie morirá.

Solté una risa sarcástica ante tal pensamiento estúpido.

Si algo me había enseñado este mundo, era que nada terminaba cien por ciento bien. Era como si el destino de este mundo fuera sólo agridulce. No un final malo, pero tampoco feliz. Todo tenía su precio, hasta la vida misma. ¿Quería que todos sobrevivieran? Teníamos que asesinar a los malos, uno por uno. Como si fueran el cáncer del mundo, y estuviéramos evitando que se propagaran. Eso significaba decirle adiós a Chrome, Enthraa, Ykhar, Ashkore, Leiftan y todas las personas que tuvieran relación a todo este problema.

Se me revolvió el estómago tras pensar eso. Moví la cabeza de lado a lado, intentando volver a centrarme en mi objetivo real. El punto de encuentro estaba a unos pocos metros de mí, tanto que ya podía ver las dos siluetas de mis compañeros de esta misión suicida.

—Aerye, llegas temprano.— la fenghuang me sonrió en un intento de destruir la tensión en mi cuerpo, pero no funcionó. —Te explicaré el plan. Nevra, hazme el favor de ponerla al tanto de la situación de los demás tras terminar mi explicación.— el líder de Sombra asintió de manera casi automática, la calidez que su mirada proyectaba hace unas horas desapareciendo por completo.

Huang Hua me explicó que tanto Nevra como ella habían optado por afinar algunos detalles del plan tras varios análisis. Realmente no había mucho cambio; seríamos transportados directamente al subterráneo, ya que había una gran probabilidad de que toda el área estuviera cubierta por seguidores de los locos, como los definió ella. De igual manera, había una gran probabilidad de que Leiftan y Ashkore se hubieran aprovechado del campo protector creado por el Cristal y hubieran optado por corromperlo, por lo que podrían existir dos situaciones: desapareció, o la ciudad tendría un campo que nos va a repeler.

Según los informantes de la castaña, el campo de fuerza era inútil en el subterráneo. Esta era una de las principales razones por las que Ashkore podía meterse y salirse de la ciudad sin que nadie se diera cuenta, ya que sus métodos de entrada parecían ser siempre por debajo de la ciudad. Había una posibilidad, como siempre, de que Leiftan y Ashkore cubrieran ese desperfecto, pero el hecho de que hubiera un grupo de personas ocultas bajo la biblioteca nos daba más esperanza de que no fuera así.

Tras meternos al subterráneo, nos dividiríamos en dos tareas principales, de las cuáles sólo tendríamos una hora. Huang Hua y Nevra se dedicarían a interrogar a las personas de ahí para poder hacer una estrategia de batalla aún más elaborada y personalizada a lo que nos estábamos enfrentando realmente. Yo, por el otro lado, tendría una tarea un poco más complicada; encontrar a Miiko, Valkyon y Ezarel. Si había pasado una hora y no tenía nada, tenía que regresar y nos la tendríamos que apañar con lo que teníamos.

Noté como el vampiro frunció el ceño. Oh, pero como conocía ese ceño en particular. No estaba de acuerdo con la fenghuang, y a pesar de que parecía tener la voluntad de dejarla terminar, dudaba que no le diera un escarmiento de quejas poco después de que terminara con su diálogo.

Regresando al plan y sin importar las condiciones, teníamos diez minutos para prepararnos. Dagas, espadas. Veneno. Pociones. Todo lo que fuera necesario, pero a la vez no cargar de más. Era una batalla contra el tiempo, de eso no había duda. Era obvio que Ashkore y Leiftan se encontrarían en la sala del Cristal, por lo que nuestro siguiente destino sería ese. Nevra atacaría a Leiftan, y yo a Ashkore. Se me heló la sangre de sólo pensarlo. ¿Cómo diablos podría resistir en una batalla cuerpo a cuerpo contra un dragón?