Toda esta situación me traía recuerdos amargos de la primera vez que Miiko solicitó mis servicios. Por más que fuera parte de la guardia Sombra, el desconfiar de todos y espiar hasta a las personas a las que quería era como traición para mí. Incluso si aún no sabía que es lo que la kitsune quería de mí, estaba casi segura de que era algo relacionado con lo que hice antes de que todo este caos sucediera.
Instintivamente, verifiqué miles de veces que la puerta estaba realmente cerrada. Comprobé las ventanas, incluso, la habitación en general. Al notar que ella no se movía ni un milímetro ante mis acciones, supuse que eso era justo lo que quería causar en mí; una postura defensiva. Una vez que había estado completamente segura de que estábamos solas, me senté en la esquina de su cama.
La líder de la Guardia siempre se me había hecho alguien de apariencia delicada, pero ahora era mucho peor. Podía notar las ojeras bajo sus ojos, su camisón flojo haciéndola ver aún más frágil todavía. Hice lo posible por no moverme demasiado, ya que sabía que, por su salud actual, aunque no era precisamente delicada, su cuerpo aún estaba resintiendo todo lo que había sucedido en estos días.
—Supongo que estás al tanto de todo lo que ha sucedido.— lanzó su afirmación al aire, y me limité a asentir. —Gracias por aceptar interrogar a Ashkore. Si te soy sincera, incluso en este momento, que podríamos decir que estamos tranquilos, no confío en nadie, Aerye.— aunque compartía su pensamiento, tampoco estaba segura de que ella pudiera confiar en mí. Después de todo, seguía ocultando la identidad de Lance y otras cosas más.
—Es lo menos que podía hacer. Después de todo...— desvié la mirada. —...fui inútil en el campo de batalla.— la kitsune negó con mucho cuidado, de una manera bastante sutil.
—No es cierto. Tú nos llevaste hacia con los demás, y aunque realmente no estoy en las mejores condiciones, te debo la vida.— sentí algo extraño al escucharla. ¿Alguien me debía la vida? Sí, ya sabía que había salvado al chico de mi primera misión importante, pero que Miiko fuera quien aseguraba tal cosa era... wow.
—Era mi deber, Miiko.— corté el tema ahí, pues sabía que no me había invitado a su habitación para darme las gracias. —Vamos directo al grano; ¿qué es lo que quieres hablar conmigo?— ante mi pregunta, simplemente suspiró.
—Tiene que ver con los intrusos en la Guardia. Tanto las personas del refugio como los reclutas creen que ya tenemos a todos los desertores, pero no es así. Estoy segura de que debe haber uno que otro escondido por ahí.— hizo una pausa que sentí más larga de lo habitual. —En unos días, tengo pensado hacer un comunicado oficial en la ciudad. De preferencia, me gustaría darlo cuando Nevra esté completamente consciente.— una punzada recorrió mi cuerpo al escuchar el nombre del vampiro, pero sabía que no era momento para eso.
—¿Piensas darles un cebo falso?— fue lo primero que asumí, y la kitsune asintió.
—Exactamente. Ya sabes, diré que nuestro único problema en este momento es sacarle la mayor información a Ashkore y encontrar a Leiftan, ya que tenemos a todos los desertores. Eso les hará bajar la guardia, y será mucho más fácil detectarlos.— aunque su plan parecía perfecto, había algo que no me convencía.
—Miiko... no lo sé. Si yo supe al instante tus intenciones, ¿qué te hace creer que ellos no las detectarán también? No son tontos. Se han escondido de la lupa de la Guardia por cuanto, ¿dos años? No bajarán la guardia así de fácil, y menos ahora que uno de sus jefes está capturado y el otro perdido.— ante mi comentario, vi como frunció el ceño. No por molestia, sino porque parecía estar pensando.
—Sí, sí... tienes razón. Perdón, no he estado en mi mejor versión.— suspiró, pasando una mano por su fleco, despejando sus ojos aún más. —Pensaré en algo más, y te lo haré saber. Mientras, si detectas algo extraño, repórtamelo directamente a mí. No a Ezarel, no a Huang Hua; a mí solamente.— asentí ante su orden, levantándome de su cama.
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Re;Growth [Eldarya] (Re;Birth #2)
Fanfiction「Tu peor error fue confiar en mi redención.」 ◊Tras la corrupción del cristal, la traición de Leiftan y varios miembros de la Guardia, Aerye comienza a replantearse todo lo que le fue instruido en ese mundo. ¿Realmente la Guardia de Eel es la buena...