Capítulo XXII: Las Consecuencias de la Curiosidad.

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El tiempo había pasado mucho más rápido de lo que hubiese querido. Por más que quise tener un peso de conciencia por lo que estaba haciendo, no lo lograba. ¿Qué tan mal tenía que estar para creer que estaba haciendo lo correcto al seguir a Lance? No, sabía que no era correcto. Aun así, me aventuré en hacerlo simplemente porque él era la única persona que podía acercarme a la verdad que estaba buscando.

Todo había sucedido casi a la perfección; le había pedido a Miiko unas vacaciones de dos semanas máximo, ya que quería aclarar unas cosas con mi madre en Reessia, cosa que era totalmente falsa. Me sentí un poco mal al ver como se lo había creído, pero sabía que no había vuelta atrás. Le había dejado a Lance una nota con la referencia del barco donde me iría, para que fuera ocultándose en él para no levantar mayor sospecha.

Se suponía que yo me iría de Eel a las dos de la mañana, de tal manera que llegaría por la tarde a Reessia. Todo estaba tan perfectamente calculado que me sorprendería demasiado si alguien nos descubría, pero... seguía teniendo miedo por Nevra. Sentía y sabía que lo estaba traicionando, tanto que en más de una ocasión pensé en dejar esta corta alianza que tenía con el dragón. Sabía que no había vuelta atrás después de mi decisión, y decidí continuar.

En mi mochila había puesto todo lo necesario. Mi tinte temporal, ropa con la que podría disfrazarme y accesorios. Obviamente también llevé varios cambios de ropa para fuera de labor, pues estaría varios días lejos de casa. También había puesto mi cuaderno, y antes de partir, le había dejado comida más que suficiente a mis mascotas, me había despedido del vampiro y le había pedido el favor de darse una vuelta de vez en cuando para hacerles compañía y comprobar que todo estuviera bien.

No sabía si la necesitaría, pero llevaba mi espada y las dagas que Nevra me había regalado.

Tal y como lo habíamos planeado, Lance ya estaba en el barco, oculto en el almacén. Al llegar se había quejado de mi tardanza, y de cómo el polvo del lugar le picaba demasiado la nariz. Por obvias razones, le exigí que durmiéramos en lugares separados. Nos turnaríamos debido a que sólo había una habitación, una noche yo dormía en el barco, y él dormiría la siguiente.

Antes de irme a dormir, había teñido mi cabello. Me decidí al final por el color negro. ¿Qué más daba si era muy obvio? Quizás optar por lo obvio era mejor camuflaje, ya que la gente no se espera que seas tan idiota como para darles una pista obvia, sobre todo si eres de la guardia Sombra. Llegaríamos a nuestro primer destino por la tarde, una pequeña isla cercana en donde Lance había preparado otro barco, esto con la intención de llegar en ese y que no nos identificaran como alguien de la Guardia.


—Airesita, ya llegamos.— lo escuché a través de mi puerta, y puse los ojos en blanco. ¿Iba en serio con llamarme así?


Metí todas mis cosas rápidamente, poniéndome una capucha para soportar el posible frío que pudiera estar haciendo en el lugar. Al salir, el dragón no hizo ni un sólo comentario, simplemente me indicó donde estaba el barco y que me alcanzaría en un segundo. Al haber tres habitaciones en ese barco, podía escoger la que quisiera, mientras que no fuera la de en medio. Sin más, seguí sus indicaciones, saliendo del barco que la Guardia me había prestado.

A unos cuantos kilómetros antes de llegar, Lance tenía su guarida de villanos, manera en la que la había nombrado sin que él se enterara. Por lo tenso de la situación actual para sus aliados, estos se encontraban dispersos por Eldarya, por lo que era poco probable que nos encontráramos a alguien. Aun así, me oculté el rostro lo más que pude.

Al contrario de lo que podría haber esperado, el barco no estaba tan tétrico, y tampoco la isla. Las olas estaban un poco picadas en la costa, pero nada fuera de lo común. Hice por no mirar mucho, y me metí al barco, escogiendo la habitación de la izquierda. De igual manera, el orden que tenía Lance no dejaba de sorprenderme; parecía ser un obseso con la limpieza, tanto que me daba un poco de risa. No sería de extrañar que en su momento haya tenido a Chrome limpiando cualquier rastro de suciedad que pudiera encontrar.

Re;Growth [Eldarya] (Re;Birth #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora