Afortunadamente, mis días siguientes habían sido bastante ocupados, por lo que realmente no tenía tiempo para deprimirme. Habíamos estado en Balenvia durante tres semanas buscando fragmentos del Cristal, al igual que algún rastro sobre Lance. Lamentablemente, no habíamos encontrado ni una pista sobre su paradero, ya que Leiftan no tenía ni idea de donde podría haberse metido a excepción del lugar que habían usado durante tanto tiempo como punto de reunión de ellos y sus aliados. Nuestro único consuelo era el depósito de cristales que habíamos encontrado en una cueva.
Una de las ventajas de estar en un lugar totalmente lejos del vampiro, quien estaba en la región de Danthea buscando lo mismo que nosotros, era que no tendría que soportar esa incomodidad tras la ruptura, al menos por un tiempo. Gracias al desorden que armó Karenn a medio pasillo, más de una persona se había dado con la noticia de que había algo entre nosotros. Ya fuese una relación amorosa o algo más casual, cosa que justo en este momento no era ninguna de esas opciones. Lo último que había sabido de él era que había hablado con Huang Hua, por lo que lo más probable era que ya no existiera ningún tipo de lazo matrimonial entre nosotros.
Suspiré con fuerza ante tal pensamiento, aprovechando que íbamos de regreso y con el suficiente ruido para que no se notara mi voz. ¿Será que exageré? En parte, Nevra tenía bastante razón. Si mi madre se enterara, movería mar y tierra para alejarme de él y hacerlo desaparecer por accidente. Desconocía su situación familiar, pero mínimo su hermana se había tomado la noticia de la peor manera posible, por lo que no era de sorprender si sus padres se lo tomaban aún peor... sobre todo por algo que me seguía haciendo ruido.
¿A qué se refería exactamente Karenn ese día? Como siempre, no sabía mucho del vampiro previo a su llegada a la Guardia. Incluso desconocía la razón verdadera por la que había llegado aquí, pero con la poca información que tenía, podía imaginarme lo turbulenta que había sido. Sabía que escapó junto con Karenn, y que en el pasado había hecho cosas imperdonables.
Él sabía todo de mí, mientras que yo sólo conocía su nombre.
Nuestra relación, como su llegada a la Guardia, había sido totalmente turbulenta. Sabía que juntos éramos un caos, chocábamos demasiado en carácter desde un principio. La tensión entre nosotros había escalado tanto hasta que terminamos confesando lo que realmente sentíamos, pero eso no era suficiente. Podía amarlo, y él podía amarme a mí. Siempre habíamos sido magnéticos el uno al otro, pero quizás nuestro impedimento para continuar con una relación sana era todo lo que teníamos que aclarar entre nosotros.
—Aerye.— una chica que no conocía me llamó por mi nombre.
—¿Sucede algo?— ante mi respuesta, simplemente desvió la mirada, desacelerando un poco la marcha.
—¿Es cierto que tú eres novia de Nevra?— su tono de voz era más despectivo que nada, y casi podía notar como me barría de arriba a abajo para ver si era digna.
—Puedes preguntarle a él directamente si tanto te come la curiosidad.— respondí cortante, pasando de ella.
Realmente no quería ser grosera con ella, pero era una pregunta que había recibido mínimo unas cuarenta veces en estos días. El chisme había llegado tan lejos que hasta los ciudadanos de Balenvia parecían saber algo al respecto. Otra cosa es que no sabía qué responder; podía responder un sí sin problemas, pero... no sabía que éramos exactamente después de nuestra pelea. Lo había visto muy brevemente antes de partir, pero simplemente se había volteado ignorándome. Estaba casi segura de que habíamos cortado, pero quería estar completamente segura antes de abrir la boca.
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Re;Growth [Eldarya] (Re;Birth #2)
Fanfiction「Tu peor error fue confiar en mi redención.」 ◊Tras la corrupción del cristal, la traición de Leiftan y varios miembros de la Guardia, Aerye comienza a replantearse todo lo que le fue instruido en ese mundo. ¿Realmente la Guardia de Eel es la buena...