Ante semejante noticia, me levanté como resorte, observando por un momento a los guardias, como si quisiera comprobar que realmente no era una mentira la que estaban diciendo. ¿En serio Lance había cambiado de opinión o sólo me iba a hacer perder mi tiempo? Tenía dos posibilidades con las mismas probabilidades de suceder. Uno de los guardias parecía perder la paciencia, y simplemente asentí, dándoles a entender que el mensaje estaba recibido.
Se retiraron del lugar, todo esto extrañándome por un instante. ¿Qué no la pelirroja esa me había dicho que estaba prohibido entrar aquí? Los guardias no parecían tener ningún tipo de traje especial para poder ver a Nevra, y entraron sin ningún tipo de aviso. Por obvias razones, claro que se lo notificaría a Eweleïn para que estuviera atenta por si algo le pasaba a Nevra, pero en este momento no era la única razón por la que tenía que verla.
Me giré en dirección al vampiro por última vez, sacándome el anillo que me vinculaba eternamente a él, o mínimo esa era la representación simbólica que le habíamos dado. Con cuidado, tomé su mano izquierda, un suspiro de alivio saliendo de mí cuando me di cuenta de que no le habían retirado el anillo, cosa que igual me parecía extraña, pero no le di demasiada importancia. Le retiré su anillo, colocando el mío en su lugar, en un dedo más delgado porque era obvio que le quedaría apretadísimo. Tomé el suyo, colocándomelo en el pulgar. Por suerte, el tamaño era lo único distinto entre ambos, por lo que pasaría desapercibido.
—Te amo.— besé con delicadeza su mano, dejándola con el mismo cuidado sobre su abdomen. —Volveré pronto, Nev.— pronuncié en voz baja, incluso si sabía que no me podía escuchar.
Salí con todo el cuidado del mundo de aquella habitación, haciendo lo posible porque no lo perturbara con algún ruido fuerte o algo por el estilo. Tenía que encontrar a Eweleïn lo antes posible, y de igual manera... agh. En este momento, mi cabeza era un lío, tanto psicológica como físicamente. Sentía como me punzaba cada vez más fuerte con cada segundo que pasaba. Sabía que tenía que descansar, pero no podía. Tenía que asegurarme de que ambos estuvieran fuera de riesgo, cueste lo que cueste.
Era algo que hacía no por mi amor hacia el vampiro; trascendía mucho más de ello. Antes de ser algo mío en forma, fue mi amigo... bueno, tal vez no del todo, pero al menos nos tolerábamos. Tanto él, como Valkyon y Ezarel, y me dolía demasiado verlos en ese estado. Sabía que, si de una manera u otra lograba ayudar a que ambos heridos se estabilizaran, el elfo tendría un peso menos sobre sus hombros; un peso que ambos cargábamos.
Haz que valga la pena.
Aquella frase retumbaba en mi cabeza. Mi padre, en el momento en que entré a la universidad, fue lo primero que me dijo. No fue un suerte o un estoy orgulloso de ti, y no le tenía rencor por ello, al contrario. Era ahora cuando podía comprender con lucidez lo que realmente quería decir. Si yo seguía viva, quedarme de brazos cruzados afirmaba el punto que inconscientemente me repetía; ¿realmente había valido la pena que Nevra se sacrificara y no yo? ¿Si yo hubiera ido a la batalla, el resultado hubiera sido igual, mejor o peor?
Quería a Valkyon y Ezarel. Ambos eran amigos muy preciados. Amaba a Nevra, por obvias razones. Ese era mi único motor para seguir despierta y levantarme de las recaídas emocionales que estaba teniendo este día, y, sobre todo, tener la fortaleza de actuar hasta frente al enemigo por tal de salvarlos.
La jefa de las enfermeras saltó a mi vista tras horas de buscarla, y como era de esperarse, el estrés la estaba carcomiendo de una manera lamentable y entendible. Parecía estar buscando entre sus miles de anotaciones algún milagro médico, alguna poción que pudiera hacer cualquier sangre compatible. Con cuidado, me acerqué a ella, quien por la ansiedad parecía tener sus sentidos aún más alertas. Era casi una bendición que estuviera sola y apartada de todos.
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Re;Growth [Eldarya] (Re;Birth #2)
Fanfiction「Tu peor error fue confiar en mi redención.」 ◊Tras la corrupción del cristal, la traición de Leiftan y varios miembros de la Guardia, Aerye comienza a replantearse todo lo que le fue instruido en ese mundo. ¿Realmente la Guardia de Eel es la buena...