Capítulo XXV: Determinación.

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Incluso si habían pasado ya horas de esa discusión, seguía temblando. Tenía miedo de muchas cosas, pero, sobre todo, de que Nevra realmente me odiara. Maldita sea, si tan sólo hubiera pensado mejor las consecuencias de todo esto... pero mi verdadero problema había sido mi acercamiento con Lance. Sabía que no tenía excusa, pero a su vez seguía molesta. ¿Cómo es posible que mi traición le importara menos que mi casi infidelidad?

Los días después de eso fueron bastante tensos. Nevra, por obvias razones, había regresado a su habitación, de nuevo. El miedo me carcomía todos los días, pues tenía miedo de que me delatara. Me lo merecía, sí, pero uno cuando actúa, a pesar de fingir que no le importan las consecuencias, es a lo que más le teme. A pesar de eso, las cosas parecían ir normales. La gente parecía haberse cansado de intentar sabotear nuestra ya terminada relación, que incluso si no habíamos hecho nada oficial, era más que obvio que Nevra había preferido distanciarse de mí, y viceversa.

Nos habíamos peleado en más de una ocasión, tanto que parece que nuestra relación tiene dos estados: amor profundo u odio profundo. Era un tambaleo eterno entre esos dos polos tan opuestos, que dudaba que alguna vez se terminaría. Él hacía lo posible por evitarme, y yo hacía lo mismo. A diferencia de nuestras peleas pasadas, esta se sentía mucho más dolorosa, rozando en la angustia. Se sentía decepcionado de mí, y tenía toda la razón.

El día de hoy, Miiko me daría las indicaciones para mi misión. Al final, había accedido a su petición de que mínimo probara el puesto de mano derecha, y que, de ahí, tomara mi decisión. Sinceramente, no sabía que opinar del todo. ¿Realmente quería atarme a tal grado a la Guardia? ¿Realmente tenía planeado quedarme aquí a largo plazo? Si era sincera, mi relación con Nevra era la única cosa que me ata completamente aquí. Porque sé que él no se puede dar el lujo de escapar de este lugar que le ha provisto seguridad desde que escapó de Yaqut. Podía visitar a mis amigos cuando quisiera, ¿pero Nevra? No podía pedirle algo como irnos de aquí, y menos en este momento.

Toqué a la puerta de la sala del Cristal, y Jamón me dejó pasar. Miiko parecía concentrada en unos papeles, tanto que parecía no haberme escuchado llegar. Decidí sentarme a una distancia considerable, para no sobresaltarla cuando se percatara de mi presencia. Después de unos minutos que parecían eternos, terminó con su trabajo, y guardó los papeles con toda tranquilidad.


—¿Tienes problemas con irte mañana a la misión?— me preguntó, y ante mi negativa, parecía aliviada. —Bien, como ya te había dicho, hay rumores de que Lance tiene planeado atacar a los fenghuangs. A pesar de que su espíritu es fuerte, físicamente no pueden hacer mucho. Le pedí a Eweleïn y a Jamón unos documentos sobre ti, al igual que a Nevra.— tragué saliva al escuchar el nombre del vampiro.

—¿Son los que estabas leyendo?— asintió, sentándose al lado de mí.

—Eweleïn me comentó que tus niveles de maana han ido incrementando, por lo que podría ser sinónimo de que tu capacidad para manejar tu poder ha subido. De igual manera, tienes buena salud. Jamón me comentó que pareces estar bien en cuanto a manejo de armas, y Nevra me dijo que estás casi a la perfección en cuanto a sigilo y todo eso. Por lo mismo, siento que tus habilidades servirán para esta tarea.— casi podía imaginarme cuál sería mi tarea, pero no me quería adelantar.

—¿Qué es lo que tengo que hacer?— pregunté, casi sabiendo la respuesta de antemano.

—Vas a ir al templo de los fenghuangs, y serás la guardiana de Huang Hua.— sabía que era una perfecta oportunidad para poder investigarla.

—De acuerdo... creo que esto también tiene que ver con el hecho de que, por alguna razón, Lance no me ha matado a pesar de todas las oportunidades que ha tenido, ¿no?— asintió ante mi suposición, algo apenada.

Re;Growth [Eldarya] (Re;Birth #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora