Cuatro Jóvenes y cuatro vidas totalmente diferentes que se unen para salvar sus propias vidas del desastre. Tendrán que afrontar toda clase de peligros, dificultades, persecuciones y tormentas para encontrar el verdadero camino que los guiara al rea...
Keira despertó repentinamente cuándo los rayos del sol apenas se asomaban por el Este, una presencia a su cercanía le hizo estremecerse, el pánico la invadió hasta que visualizo el rostro durmiente del hombre que se encontraba tendido a su lado. No comprendía lo qué había sucedido anoche y cómo él había tenido el descaro de adentrarse en su camarote como un intruso. Estaba molesta, pero prefirió no despertarlo para llevar las cosas en paz, luego se encargaría de preguntarle los motivos de sus acciones. Sé levantó y alisto sigilosamente, sin causar ruidos para posteriormente salir a la cubierta que se encontraba vacía, o al menos eso pensó ella al comienzo, hasta que empezó a recorrerla y encontró a un sujeto de cabellera rubia, de pie y aferrado a una baranda, mirando el horizonte. Supo de inmediato qué se trataba de Jack, por lo que se acercó tranquilamente para conversar con él.
-Buenos días capitán, ¿cómo se encuentra?-
-Hola preciosa, estaba apreciando el paisaje del amanecer, es mi momento favorito, me recuerda a la paz que en algún tiempo tuve.-Respondió Jack, mirándola con nostalgia.
-¿ Por qué perdiste esa paz?, digo que sí tan bien te hacía sentir, ¿Qué fue lo qué te llevó a dejarla ir?. En tus ojos sé aprecia un añoro de esos tiempos.-
-No creo que pudieras entenderlo, es difícil para mí contarlo después de tanto. Me prometí olvidarlo y alejarme para siempre, para nunca más sentir dolor. Las personas tienden a juzgar muy rápido sin antes conocer todos los hechos que te llevaron a llegar a este punto.-Expresó Jack muy cabizbajo.
-No estoy aquí para juzgarte, nunca haría eso cuándo yo también tengo un pasado y errores. Dios me ha enseñado a aprender a amar al prójimo y nunca juzgar a alguien por su condición o pasado. Siempre me gusta ayudar, y te la ofrezco a ti por si necesitas hablarlo con alguien, estoy dispuesta a escucharlo todo.-
-Gracias en serio...Hace algunos años mi vida era totalmente diferente a cómo es ahora. Tenía mi propia empresa de barcos, una hermosa esposa y un hogar. Mi esposa era cristiana y por supuesto yo también comencé a creer en Jesús. Todo parecía estar perfecto, hasta que recibimos la noticia de que seriamos padres por primera vez, fue algo asustador al principio, sin embargo, podía decir qué me sentía el hombre más feliz y agradecido. Con el paso de los meses las cosas se complicaron con el negocio y tuve muchas pérdidas de dinero. Los afanes de la vida me estaban asfixiando. Luego cuándo mí esposa iba a dar a luz surgieron complicaciones, mí hijo nació con muchas dificultades. Sus pulmones no sé habían desarrollado bien, y durante cinco días luchó por su vida siendo tan pequeño. En esos días me aferre tanto a Dios como nunca antes en mi vida, pedí tanto por un milagro, incluso muchas personas oraron con nosotros....pero mi pequeño hijo no soportó la fuerte infección que se propagó por su cuerpo y dejó de respirar por la noche. No había nada qué hacer por él. En ese instante mi mundo se vino abajo. Me aleje de todos. No quise saber más nada de Dios, lo culpe por todo y le reclamaba acerca de porqué no salvó a mí bebé. Su muerte lo cambió todo. Entre en el vicio de las bebidas y de las drogas. Perdí mi empresa y mi casa. Mi esposa se separó de mí al cabo de dos meses y se marchó. Llegué a dormir hasta en las calles. Hasta que un día decidí enfrentar mis actos y dejar atrás todo eso. Empecé desde cero, de nuevo y aquí estoy recompuesto. Eres a la primera persona qué le cuento sobre esto.-Relato Jack con un terrible nudo en la garganta por aguantar las ganas de llorar.
-Lo lamento tanto en serio. Tú hijo es un hermoso angelito y está en un buen lugar. No todo está perdido, algún día podrás volver a verlo sí así estás dispuesto a seguir el camino. Lo tenías todo pero la prueba llegó a tú vida, la desgracia te golpeo, el enemigo te quiso destruir, pero aquí estás en pie para demostrarle que eres más fuerte. Quiero decirte que Dios nunca te abandonó en ningún momento, él siempre estuvo ahí aunque no lo creas, sé qué es difícil de entender, pero todo tiene un propósito específico, el fallecimiento de tu hijo es algo que te marcó para toda tu vida, pero ahí está el propósito real, que a través de tus experiencias puedas ayudar a muchos otros que pasan por el mismo dolor que tú. El Señor te ama demasiado y siempre está dispuesto a perdonarte cuándo así tú lo desees, él quiere que regreses a sus caminos y verás cómo transformará tú vida y cerrará esas heridas que tienes en el corazón. Las personas tenemos un mal concepto acerca de lo que significa estar con el Señor, creemos erróneamente que todo será perfecto, eso no es así, en realidad a mí parecer " Él caminó hacía el Reino de los Cielos, muchos lo pintan como un lugar hermoso donde todo es perfecto; sin embargo, la realidad se asemeja más a qué estás sobre una barca en medio de una tormenta, dónde las olas amenazan constantemente para derrumbarte, pero no estás solo porque sabes que Jesús está contigo, y un rayo de luz entre las nubes se posa sobre ti para iluminarte el camino, mientras un arco iris surge en el cielo para recordarte las promesas que Dios tiene para tu vida, y solo encuentras el verdadero descanso cuando logras llegar al puerto seguro que es el Padre".-Explicó Keira siendo llenada del Espíritu Santo para poder ayudar al capitán. Esté rompió en llanto y le dio un abrazo reconfortante. Ese mismo día él fue tocado por su presencia y se arrepintió como nunca antes de todo lo malo. Estaba siendo liberado y quería cambiar su vida.
A lo lejos Syro observó la escena final del abrazo y sintió una gran molestia en su pecho, como un ardor que le desagradaba. Sé retiró rápidamente para no apreciar más cosas que no le hacían gracia. Él le había hecho un gran favor en la noche cuidándola y ella ni siquiera sé lo agradeció al amanecer. Sé sentía realmente enfadado. No comprendía porqué sé tomaba la molestia de sentir esa clase de cosas. Prefería regresar a su actitud fría y concentrarse en otros temas.
Al llegar la tarde el clima cambió drásticamente, los fuertes vientos los azotaban y las nubes grises indican que una tormenta se desataría en las próximas horas. El capitán estaba preocupado por lo qué se podría avecinar, no quería caer en el ojo de la tempestad, ya que el barco podría sufrir graves daños. Trazó una nueva ruta y se desvió hasta dirigirse a una isla en medio del mar mediterráneo, llamada isla de la Galite. El resto de la tripulación se encontraban en desacuerdo con este cambió, debido a que perderían el rastro del barco de carga y demorarían más días en llegar al puerto de Arabia. Todas las quejas se disiparon cuando la tormenta comenzó y los mares se agitaron, creando olas gigantescas que a duras penas pudieron atravesar. Milagrosamente lograron llegar a la isla, donde anclaron el navío y bajaron en unos botes a refugiarse en unas pequeñas chozas que estaban vacías, hasta esperar a que la tempestad se alejara.
La lluvia no dejaba de caer del cielo, como si un ciclón los hubiera atrapado en aquel lugar. La brisa helada los tenía congelados. Cerca de la costa se podía apreciar cómo el barco se movía con tanta violencia por las olas, por lo que ninguno podía regresar hasta que fuera seguro. Al caer la noche lo peor ya había pasado, lograron sobrevivir a la tempestad, por lo que hicieron una fogata para calentarse y asaron unos pescados para preparar una rica cena.
Calixto miraba al horizonte, visualizando el mar, pensando en su querida amiga, realmente se preocupaba por ella y quería encontrarla pronto para liberarla de cualquier mal que pudieran hacerle. Él la apreciaba bastante y quería que continuara con su vida feliz. De lo único que estaba convencido era de qué daría hasta su vida de ser necesario por rescatarla, lo daría todo ya que ella fue la única que le tendió una mano cuando su vida era un completo desastre. Únicamente le pedía a Dios que le diera la fuerza y la valentía suficiente para enfrentar cualquier enemigo y obstáculo que surgiera a lo largo de la misión.
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