CAPÍTULO V

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       Un joven que paseaba por las calles con sus amigos por la noche, rumbo a una discoteca cerca, se percató que al pasar por un callejón escuchó la voz de una mujer gritando desesperadamente. Se pasmo en el primer instante, pero luego pensó que algo muy malo podía estar sucediendo. Nunca había sentido tanta valentía de ayudar cómo en ese momento. Le pidió a sus amigos que lo siguieran, mientras él corría de primero hasta el final del callejón dónde observó una situación terrible. Una chica que estaba a punto de ser abusada por un sujeto que le hacía daño con un arma filosa. Con mucho enojo se abalanzó sin pensarlo sobre el tipo, quitándole de encima de la joven. Por unos cuantos segundos estuvo forcejeando con el hombre, dándole fuertes golpes para dejarlo noqueado, hasta que sus amigos lo auxiliaron dejando al sujeto tendido inconsciente. Llamaron a la policía y a una ambulancia para la mujer que estaba mal herida.


Unos minutos transcurrieron hasta que las autoridades llegaron al lugar de los hechos y realizaron las inspecciones pertinentes. Les preguntaron a los cinco jóvenes sobre lo sucedido y procedieron a llevarse al criminal para ser sentenciado. El chico que había salvado a la víctima se ofreció a ir con ella al hospital para no dejarla sola. Suturaron sus heridas y le dieron calmantes para el dolor, la dejaron en observación toda la noche. Ella no despertó hasta la mañana siguiente, dónde al abrir sus ojos lo primero que vio fue a un joven moreno, acostado en una silla durmiendo. No entendía nada de lo qué había pasado, sé sentía aturdida. Poco a poco fue recordando todo y comenzó a llorar imaginando lo peor. Sentía dolor en todo su cuerpo. Pensaba que había sido abusada y no dejaba de sentirse inmunda.

-Oye tranquila, no llores. Todo está bien. Te estás recuperando.-Dijo el chico que se había despertado por sus sollozos, intentando hacerla sentir mejor.

-¿Perdón, cómo esperas que todo esté bien?, no sé quién eres tú. Ese hombre me arruino la vida completamente. Mira cómo he quedado....-Comentó ella observando sus heridas.

-Escucha, después de que te desmayaras, yo escuche tus gritos y fui hasta dónde estaban. Impedí que ese sujeto te violara. No se salió con la suya, y para tu consuelo él ya está en la cárcel. Me asegurare que no salga hasta dentro de muchos años. Estás en el hospital recuperándote de los golpes y mañana serás dada de alta.-

-Gracias en serio...no sabes lo horrible que me sentía. No sé cómo agradecértelo. Soy Elysha, ¿cuál es tu nombre?-Preguntó ella estando más calmada al saber que sus súplicas habían sido escuchadas.

-Me llamo Calixto y no tienes nada que agradecerme. Solamente estuve en el lugar y momento perfecto para impedir que esa atrocidad sucediera. Lo volvería a hacer en especial si es para salvar a mujeres tan lindas como tú que no merecen pasar por eso.-

-En estos momentos no creo estar para nada hermosa, no me he visto al espejo pero sé que necesitare semanas para recuperarme. Oye tengo una duda, ¿Por qué lo hiciste?, arriesgar tu vida así por una desconocida.-

-En realidad nunca había hecho nada por ninguna persona. Me sentía bastante perdido, pero ayer por la mañana al salir de casa, casi me estampo con un letrero colgado en un árbol que decía "Haz el bien sin mirar a quién", al principio no comprendí mucho pero cuando te rescate supe qué de eso se trata, que hay que ayudar a quien lo necesite sin importar de dónde provenga...Bien lo siento debo de ir a realizar muchas cosas. Espero que te recuperes pronto y nos volveremos a ver alguna vez por la vida.-Dijo Calixto antes de retirarse del cuarto.

Al salir de ese lugar, él se dirigió a su clase de canto dónde intentó concentrarse, sin embargo, en sus pensamientos únicamente se encontraba la escena repetida una y otra vez de la hazaña que había cometido la noche anterior. Por dentro se sentía orgulloso de sí mismo, pues nunca había ayudado a ninguna persona y mucho menos habia hecho una acción heroica por una extraña.

En la tarde recibió una llamada fuera de lo habitual de su madre, la cual le reclamó por haber salido en los noticieros. No se preocupó ni en preguntarle sí se encontraba bien, nada más le interesaba que no siguiera apareciendo en escándalos que le afectaran su imagen. No le interesó las explicaciones de que su decisión salvo a una chica de una muerte segura. Sin poder aguantar más, arrojó el teléfono contra la pared antes de terminar la conversación con su madre. Realmente no soportaba que ella jamás estuviera para él. Sé sentía muy solo y sin familia. Su hogar hace años que había dejado de existir, quedando en las memorias de un pasado envuelto en tinieblas donde no había nada que rescatar.


A Elysha le dieron de alta un día después, los dolores habían disminuido, sin embargo, los moretones en su rostro prevalecían así como las cortadas en su cuello y antebrazo. Se sentía rota por dentro a pesar de que el abusador no tuvo oportunidad de hacerle algo peor. Ese trauma y miedo de la escena que vivió, tenía a su mente muy inquieta. No podía dormir a causa de numerosas pesadillas donde su agresor aparecía haciéndole mucho daño. Ni siquiera soportaba salir sola a caminar por las calles, prefería la compañía de su tío, quien al enterarse regresó a cuidar a su joven sobrina. No podía regresar a trabajar aún, por lo que se tomó unos cuantos días para asistir a terapia, pues necesitaba buscar ayuda para sobrellevar esta situación que la atormentaban.

Hoy le tocaba asistir con su terapeuta, una mujer agradable que se estaba ayudando bastante en el proceso de recuperación. Su tío la había llevado hasta su consultorio y luego la buscaría. Sé sentó a esperar su torno. A su lado se encontraba una chica de cabello largo y ojos claros quién estaba leyendo un periódico, al parecer los clasificados en busca de algo.

-Hola, disculpa es que no comprendo mucho de estos trabajos, ¿Sabrás para cuál empleo no piden casi requisitos?- Preguntó la joven a su lado mostrándole el diario.

-Hola, no te preocupes, si no quieres complicarte tanto la vida, el trabajo de niñera es el que no piden casi papeles. Más que nada está evaluación psicológica que realizan acá.-Explicó Elisa señalando en los clasificados la sección de la solicitud de niñeras o cuidadoras.

-Muchísimas gracias enserio, necesito esté empleo. Nunca he cuidado niños a tiempo completo pero nunca es tarde para aprender.-

Fueron interrumpidas por la secretaria qué llamaba a Elysha para que ingresara a su terapia. Pasó su hora de consulta donde se desahogo con lo que sentía y le recomendaron comenzar alguna actividad para distraerse o asistir a eventos que le apeteciera para continuar emprendiendo. Inmediatamente se recordó de lo que aquel señor mayor le había dicho en el parque. Revisó la fecha y se dio cuenta que mañana por la tarde sería el evento al que él la invitó. Al cual decidió ir pues deseaba distraerse en un entorno nuevo.


Calixto caminaba por las calles cuestionando su vida y lo que debería de estar haciendo. Detestaba ser inútil y no quería llegar al extremo de suicidarse para dejar este mundo. Sé preguntó también sobre sí la mujer que había ayudado se encontraba bien, no la había vuelto a ver más. Estaba tan distraído con sus preocupaciones que poco se había percatado de que ya había llegado al edificio de su amigo. Dentro de unas horas sería el evento, el cual él prometió ayudarle. Empezó subiendo los equipos a la camioneta y luego se adentraron para conducir hasta el lugar que sería en una plaza cerca.

Se detuvieron al estacionarse cerca del parque, donde divisaron una amplia zona con pastos y árboles perfectos para realizar un picnic; un área de juegos para los niños y en el centro un anfiteatro con una amplia tarima que es dónde se realizaría el evento. Descargaron los respectivos equipos de sonido y comenzaron con las extenuantes instalaciones. Al cabo de un rato, Calixto se fijó que llegó un coro de jóvenes y de otras edades, junto con varias personas arregladas de traje y que en sus manos sostenían un libro con páginas doradas. Él se quedó observando hasta que comprendió que el evento en realidad sería cristiano. Le preguntó a su amigo el cual se lo confirmó; este se sintió un poco indignado que no le informara nada sobre esta situación, pero no le quedaba de otra, solo era parte del trabajo. Se dedicó a controlar los instrumentos, mientras que observaba cómo poco a poco el lugar se iba llenando de personas expectantes alrededor. Justo a la hora fijada se dio inició al evento y en su transcurso Calixto sintió algo diferente en su cuerpo, no sabía cómo explicarlo pero se sentía como si estuviese en el lugar correcto.

 Justo a la hora fijada se dio inició al evento y en su transcurso Calixto sintió algo diferente en su cuerpo, no sabía cómo explicarlo pero se sentía como si estuviese en el lugar correcto

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