Capítulo cinco.
Vamos a alocarnos
Nunca en mi vida me vi más feliz por alguna de las locuras de Brenda, pensó Gemma después de escuchar los nuevos planes para la noche de cumpleaños de Diana, y vaya locura que estaba dispuesta a hacer por salir de una fiesta de pretenciosos idiotas que seguían dándole miradas extrañas.
Llevaba puesto un vestido viejo y apretado de Diana, era color lavanda suave con un poco de encaje en el pecho y espalda y llegaba justo sobre sus rodillas, también guantes de encaje a juego, tacones lavanda y perlas alrededor de su cuello y orejas. Pero no se sentía bonita.
Les diré algo interesante, una mujer podría verse ofendida y asqueada de la mirada lasciva de un hombre, dependiendo de la situación, pero muy en el fondo ella está complacida de que el hombre miré en su dirección ¿Por qué? Porque sabe que es bonita, se siente deseada.
¿Cuando los hombres evitan tu mirada y hablan a tus espaldas en una fiesta? No es nada bonito.
Para nadie era un secreto que Gemma había sido botada por Noah Mathew. Ellos simplemente funcionaban de la manera que debía ser, sus padres los presentaron cuando eran niños con la esperanza de que se hicieran amigos y que más tarde de esa amistad floreciera un romance adecuado en los ojos de la sociedad, pero ni Gemma ni Noah estaban muy interesados en ello y no volvieron a verse hasta después de un par de años.
Noah se había convertido en un arrogante seductor con el paso de los años y no fue hasta su cumpleaños número dieciocho que volvieron a verse. Él era encantador y ella demasiado ingenua y sobreprotegida, apenas sabía hablar con un chico. Gemma había caído en las garras de un depredador sin saberlo y él supo engañarla bastante bien durante toda su relación ¿por qué? Ella era la fachada perfecta para que sus padres lo dejaran en paz sobre sus salidas nocturnas.
Podría decirse que fue una relación basada en mentiras dónde ella presa de su inexperiencia no decía nada de las faltas o las veces que él la ignoraba y él en toda su experiencia era demasiado habilidoso para mantener varias relaciones al mismo tiempo engatusándola y distrayéndola con regalos y palabras bonitas.
Fue aquel día en que Noah había estado más cariñoso de lo usual, era su primer aniversario y ella estaba más que encantada pensando en que por cómo iban las cosas él le pediría matrimonio pronto y ella diría que si aunque fuesen muy jóvenes, pero eso no pasó. Fue una cena agradable con vino que Gemma rara vez había probado, un poco de charla y más vino, él la convenció para ir al cuarto de hotel donde se estaba quedando para tener más privacidad, más vino, y más, más.
De pronto ellos se encontraban en la habitación besándose sobre la cama y antes de saberlo Gemma había entregado su regalo más preciado a Noah estando muy ebria para recordarlo al día siguiente. Ella despertó la mañana siguiente sola en la fría y austera habitación de hotel y trató de no enloquecer cuando él no contestó el teléfono así que se vistió y tomó un taxi a casa de Noah donde él estaba muy ocupado entre las piernas de una rubia sin gracia. Ella le grito y él la llamo "puta fácil" y que todo su noviazgo había sido sólo un juego para él, un disfraz para sus padres y que ella debería haber sido más difícil porque solo le tomo un par de copas de vino para llevarla a la cama.
— ¿Gem? ¿Estás bien? —Brenda apareció en su campo de visión. Gemma se dio cuenta de que sus ojos probablemente estaban vidriosos, sus puños apretados y sus labios fruncidos en una línea. Intentó relajarse y borrar la punzada en su pecho por el amargo recuerdo de su primera y única relación.
—Estoy bien —le dijo a Brenda pero no trató de forzar una sonrisa porque no se sentía ni con ganas de eso — ¿Ya es hora? —Brenda asintió hacia Diana que hablaba animadamente con un grupo de personas a su alrededor, ella miró casualmente hacía ellas y sonrió cómplice. Brenda se había movido hacía Diana y en el momento en que estuvo a su lado, Diana fingió marearse y desmayarse, Brenda la sostuvo y por un momento todos gritaron de sorpresa y empezaron a rodear a las dos chicas, Gemma se adelantó quitando gente de su camino.
ESTÁS LEYENDO
Corazón Tatuado
RomanceUna noche de borrachera nos puede llevar a hacer cosas que ni pensábamos hacer ¿Pero tatuarse el nombre de una persona? Dicen que solo sucede en las Vegas, sin embargo nuestra historia se desarrolla en New York, hogar del duro boxeador Alex Nieves y...