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Capitulo ya editado. Voy a ir escribiendo la fecha de cada día, para los que lleguen nuevos sepan como va todo.

10/septiembre/2021.

Los amo, espero que les guste.

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-¿Crees que este bien? -Su rostro sólo refleja preocupación, tal vez el mío igual.


Está aterrado, uno nunca sabe lo que pueda pasar.

-No lo se. Espero que si... -Hace una mueca y toma asiento a mi lado. Lo atraigo hacía mi y lo abrazo, se aferra a mi cuerpo como si no quisiera soltarme nunca. Se que el castaño no es un chico débil, pero hay situaciones que nos superan y es inevitable no caer.


[....]


Trató de no moverme para no despertar a Tae, que se ha quedado dormido hace unos veinte minutos.

Busco mis auriculares en mi pequeño bolso y me dispongo a escuchar música para no morir de aburrimiento. Detallo mi reflejo en la ventanilla del avión y estoy algo ojerosa, pero no tengo ganas de dormir. Me es imposible no sentir miedo, es más, estoy aterrada de que al abuelo le suceda algo malo.

No me gusta la idea de pasar dos horas sentada, para que mi trasero se ponga cuadrado, aun así si se trataba del abuelo de mi mejor amigo - Que lo consideraba también él mío - Hacia lo que fuera, así implicara viajar a otra ciudad a mitad de la madrugada.



[.......]

El castaño se remueve para mirarme, ha despertado. Sus labios un poco hinchados me llaman para besarlo, más no hago ni un movimiento para acortar la distancia que hay entre nosotros.

-¿Cuánto tiempo he dormido? -Pregunta con la voz ronca. Frunzo el ceño pensando y no se en realidad cuanto tiempo ha pasado.

-Dos horas -Abre su boca sorprendido y busca su celular rápidamente para ver la hora, trató de no reírme y mantenerme serena, pero mi intento falla cuando comprueba la hora. Me mira mal, con una mueca de disgusto en su rostro.

-Muy chistosa. -Chasquea la lengua -Te mereces un castigo -Trago saliva, en realidad, me gusta que me de nalgadas, me excita más y no se porqué. Es raro, lo se.

-No importa, me encanta recibirlos -Me encojo encojo de hombros, restándole importancia para que no vea que me afecta.

Se acerca a mis labios y yo retrocedo un poco. Enreda un mechón de mi cabello en su dedo y me mira tan intensamente que jadeo bajito.

-Te gusta que te castigue -Su boca de posa en mi oído y susurra -Me pongo muy duro al imaginarte en cuatro, con tú trasero expuesto y rojo por mis azotes... -Entreabro los labios y joder, escucharlo así me está gustando más -Y a ti, pidiendo más, jadeando y gimiendo.

Que caliente fue eso. ¡Pido autocontrol!

Bajo mi mirada y observó el bulto que esta creciendo bajo su pantalón y reprimo un jadeo. Me siento mirando al frente, totalmente en silencio, con la incomodidad en mis bragas y con mis mejillas calientes por el sonrojo. Escucho la risa suave del castaño y lo ignoro por completo, no quiero volver a caer en lo mismo.

-¿Nos podemos quedar en la cabaña? -Hablo después de media hora y tengo el valor de hacer un puchero para que mi capricho sea cumplido, con el castaño eso nunca falla.

Desde pequeños el siempre cumplió mis caprichos y cuando se negaba porque era una locura solo le hacía un puchero adorable. Recuerdo la vez que me aseguró que era una manipuladora, sólo le sonreí y mi respuesta fue que le gusta ser manipulado por mi, desde entonces no a puesto queja a mis caprichos solo lo acepta y ya.

Daddy Kink [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora