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Nueva actualización 5/01/2022.

[.....]


Ya había pasado una semana que habíamos regresado a Seúl. No había visto casi al castaño porqué me la he pasaba estudiando y por lo que se él igual. Por tanto días por fuera estaba atestada de tareas y ya estaba súper estresada por ello.

Esa mañana era un día tranquilo, ha pesar de estar tan agotada, todavía tenía un poco de energía para soportar otro día sin dormir casi.

Salgo de mi antepenúltima clase, me encamino para irme a la última y para por fin irme a descansar, pero solo ensanche una sonrisa cuando que el castaño venía hacia mi.


Desde que tuvimos sexo en el avión como que me quedaron más ganas de él y se supone que debería ser al revés. Pero sólo estoy viviendo el momento sin complicaciones.


Él se acercaba a pasos rápidos hacia mi, a pesar de que casi todas las miradas de las babosas de las chicas estaban en el, él sólo me mira a mi. Se detuvo justo al frente de mi, impidiéndome que siguiera mi camino hacia mi preciada cama.


—Hola —Sonreía de oreja a oreja, yo le devolví la sonrisa.


—¿Qué pasa? —Confundida por su tono tan alegre, me atrevo a preguntar.


—¿Qué ahora no puedo saludar a mi princesa? —Un escalofrío recorrió mi cuerpo recordando como fui suya y queriendo que lo haga de nuevo, el calor invadió mi cuerpo y más mis mejillas que seguro parecían unos lindos tomatitos.

¡Diosss! ¡Que calor!


Él soltó una carcajadas ruidosa por mi actitud o tal vez porque adivino lo que pensaba.


—No te rías —Dejo de reírse, me mira con una ceja enarcada y una sonrisa divertida.

—Princesa pervertida, si quieres ahora mismo cumplo todos tus deseos.


—No quiero nada de ti —Cada vez, acortaba más la distancia entre nosotros y yo estaba muy ansiosa por eso.


—¿Segura? —Llego hasta mi y me atrajo hacia el, posando su mano derecha en mi cintura —Ya siento el calor que emana de tu cuerpo, lo deseas tanto como yo —Susurra por lo bajo, muy cerca de mis labios. Súper sensual cuando quiere.


Me da un beso corto y se separa sonriéndome.


¿Por qué se separa? No quería que lo hiciera.. Estoy sufriendo con esta calentura que me tiene a mil.


Lo necesito dentro de mi… seguro me veo toda necesitada y ay no, no es lo que quiero. Aunque debo admitir que después que lo probé se volvió adictivo para mi.


Antes se me hacía difícil admitir todo esto, pero ya no me importa. Lo único que quiero es ser tocada por todas partes por él.


—¿Hey?  Te estoy hablando —Salgo de mi ensoñación y caigo en cuenta que me está observando con curiosidad —He notado que a veces te pierdes, ¿en qué pensabas?


En ti.

En nosotros.


Maldije interiormente por no buscar una excusa adecuada.


—En nada. ¿Qué me decías?


—¿Quieres ir conmigo a almorzar después que salgas de clase? —Me quedo callada, aunque mi respuesta es un si, me gusta hacerlo esperar; es divertido.


—Ya va —Rueda los ojos, algo fastidiado.


—¿Sabes?  Es fácil, solo di si o no.

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