12

7.4K 300 7
                                    

Nueva actualización 18/01/2022.

[.........]

—Que bueno, porque esto apenas comienza —Mi voz sale ronca y sexy a la vez. Por hoy, voy a hacer que el castaño este a mi merced.

—Es injusto —Sonrió al notar que su voz sale en un susurro ronco.

—¿Qué?

—Esto, quiero tener sexo contigo y tu lo que haces es torturarme —Le sonrió con burla porque es inteligente y es lo que hago.

—Hoy quiero que hagas todo lo que te diga —Enarco una ceja provocativamente, mientras muerdo con coquetería.

Dios mío... El saca mi lado más pervertido.

—¿Voy a ser tu sumiso? —Pregunta entre ofendido y divertido a la vez.

—Si, lo serás y me divertiré mucho —Muerdo mi labio inferior inconscientemente con mi mirada fija en el.

—Esto tendría que ser al contrario. Yo soy el de las reglas —Contesta haciendo pucheros.

—Deja de hablar tanto y espérame en mi habitación.

—Esto me las vas a pagar —Aun así se levanta y sigue por el pasillo hasta llegar a mi habitación. Busco en la alacena chocolate líquido y cuando lo consigo voy directo a mi habitación.

Cuando entro en mi habitación ya él está acostado, con los ojos cerrados y completamente desnudo. Muerdo mi labio inferior, porque quiero morderlo y saborearlo a él, este hombre está bastante apetecible.

Que pecaminosa me saliste, querida.

Puta conciencia.

—¿Te vas a quedar todo el día ahí? —Abrió sus ojos y me sonrió con picardía.

—No, solo un rato mas. Quiero verte. —Suspiro y lo vuelvo a repasar con la mirada.

—Puedes hacerlo cuando quieras —Sonreí.

—Eso lo tengo claro.

—¿Para que es eso que tienes ahí? —Señala lo que traje conmigo.

—Para jugar un rato, Daddy —Me deshago de la última prenda que me queda, y escucho cuando suspira... me encanta esas reacciones de él, me hace sentir deseada y sexy. Camino hacia la silla que está casi al frente de él y tomo asiento abriendo mis piernas por completo dejando a la vista mi intimidad. Él se acomodó mejor para mirarme y sus pupilas se dilataron aun más, sin contar su erección. Sonríe de lado cuando fija la vista en el tatuaje que tengo en el muslo derecho.

—La otra vez lo vi, pero no le preste mucha atención, pero hoy, se ve... ufff, divino y jugoso por lo húmeda que estás —Intrigado lo toca y me hace estremecer por el contacto.

—Si, ¿te gusta? —Se acerca más a mis muslos y besa el tatuaje, jadeo... se sintió bien.

—Demasiado, ¿Cuándo te lo hiciste?

—Hace un año —Toco mis senos y los aprieto...

—Voy a darle muchos besos más, a ese tatuaje —Se trata de acerca y lo alejo... le señalo la cama para que vuelva acostarse.

—Va a ser a mi manera, Daddy —Hace un puchero como un niño pequeño y lo ignoro. Meto dos dedos en mi boca y los chupo, bajo esos mismos dedos por mi cuerpo hasta llegar a mi punto sensible y me tocó, solo para él... sus ojos no se despegan de mi centro y su mirada es tan intensa que solo con eso me tiene a mil.

Daddy Kink [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora