ֆɛʋɛռ ֆօʊʟֆ [NCT Dream]

🌸챕터 4🌸

Renjun despertó lentamente en una cómoda cama, mientras que rápidamente el olor a cloro y a medicinas invadían sus fosas nasales.

Arrugó sus ojos al ver la intensa luz del día entrar a través de la ventana en el lugar en el que el pequeño se encontraba.

Y cuándo sus ojos consiguieron adaptarse a la luz en su totalidad, un intenso dolor de cabeza apareció también.

-Dios... ¿Qué me pasó?- se preguntó el menor, mientras se tocaba su cabecita intentando recordar que había pasado.

Fijó su vista a su lado derecho y se sorprendió al ver a Jaemin sentado sobre un sillón, mientras dormía plácidamente.

De repente, el chico que estaba a su lado se fue despertando y cuando abrió sus ojos se sorprendió al ver a Renjun despierto. Sonrió enormente y luego se abalanzó sobre el contrario para abrazarlo.

-¡Oh, Renjun!, ¡por fin has despertado!- saludó el chico animadamente, mientras abrazaba al contrario.

-Sí, si ya basta...- susurró Renjun, mientras intentaba apartar a Jaemin, quien parecía un chicle.

-¿Por qué demoraste tanto en despertar?, ¡ha pasado un mes desde que te caíste por las escaleras del orfanato!, ¡por un momento creímos que habías muerto!- dijo Jaemin, con las lágrimas a punto de salir de sus ojos.

-¿En serio llevo un mes aquí?, wow....¡Y ya deja de ser tan dramático!, Y dime, ¿qué ha pasado en mi ausencia?- preguntó el de ascendencia China.

-¡No estoy siendo dramático!, es que te extrañe demasiado- dijo el chico, para luego darle un corto beso en la mejilla al contrario.

--E-Eh, s-sí o-ok pe-pero no has respondido mi pre-pregunta-- respondió Renjun, sonrojado y entre tartamudeos.

-¡Jaja!, bueno todo ha seguido igual. Los leñadores aún siguen cortando madera, las madres aún cuidan de sus hijos y...- no pudo terminar de hablar, al escuchar la voz del contrario.

-No me refiero a eso Jaemin... ¿Qué ha pasado con los niños desaparecidos?, ¿han aparecido?- volvió a preguntar Renjun.

-Emmm... Bueno, seré sincero contigo los niños no han aparecido, e incluso han desaparecido más niños... Y lo único que aparecen son extraños muñecos con una apariencia similar a las de esos pobres... Y al final esos muñecos también desaparecen- respondió Jaemin; nervioso.

-No puede ser... Si esto continúa así... ¿Cuántos han desaparecido en total?- preguntó Renjun por tercera vez.

-No lo sé con exactitud... Pero creo que van 15 desaparecidos..- respondió Jaemin.

-¡¿15?!, ¿Y cuántos muñecos?- volvió a preguntar.

-También 15...- volvió a responder Jaemin.

-Esto no tiene sentido... ¿acaso todo estará conectado?- se preguntó Renjun, mientras soltaba un suspiro.

De repente, Renjun recordó a Yuta y a Sicheng. Ambos chicos actuaron muy extraño el día de la pelea en contra de Jaehyun y su hermano Doyoung; aquellos chicos afirmaban saber algo importante que tenía relación con los niños desaparecidos. Así que si podía ayudarlos en algo, lo haría.

-Jaemin, necesito que me hagas un favor- pidió Renjun, al contrario.

-¿Y podría saber cuál es ese favor?- preguntó Jaemin.

-Necesito que hables con Yuta y Sicheng, para que los convenzas a venir a hablar conmigo- dijo Renjun.

-¿¡QUÉ!?, ¡P-Pero, ellos siempren están juntos y nadie se ha atrevido a hablar con ellos!- respondió el contrario.

-¡Por favor Jaemin!, mira cuantos niños han desaparecido. No quiero perderlos a ustedes también; ellos saben algo y quiero saber en que puedo ayudarlos-dijo Renjun, haciendo que Jaemin soltara un suspiro y respondiera.

-Está bien... Lo haré, pero con una condición- respondió ahora Jaemin.

-¿¡En serio Nana!?, ¿y qué e...- no pudo terminar de hablar, al sentir los labios del contrario chocar contra los suyos; hasta que Jaemin se despegó y salió corriendo mientras gritaba, al ver a Renjun tirarle un zapato.

-¡SE QUE TE GUSTÓ JAJA! , ¡YA VENGO CON LOS OTROS Y CON COMIDA!- dijo Jaemin, para luego cerrar la puerta.

-Idiota...- susurró Renjun, para luego ponerse de pié y mirar a través de la ventana a los otros niños que corrían con felicidad. Que lástima que él haya llegado para destruirlos a todos.

Mientras tanto en el escondite de los chicos

Mark se encontraba sentado tranquilamente a las orillas del hermoso río, mientras en su mente pensaba cuando despertaría su amigo Renjun.

Estaba esperando a su otro amigo Haechan, quién le había prometido al mayor que traería una canasta llena de dulces y toda clase de golosinas.

Aún recuerda cuando conoció al de tez morena. En primera estancia le pareció una persona que le gustaba hacer llorar a los demás, pero cuando lo conoció más a fondo, pudo ver al chico tierno y cariñoso que se ocultaba en lo más profundo de su ser.

Pero de repente, un sonido lo sacó de sus pensamientos y lo hizo ponerse alerta. Se puso de pié mientras comenzaba a mirar a todas partes de forma frenética; no supo cuando fue el momento pero todo a su alrededor estaba cubierto de neblina, lo que hizo que se pusiera nervioso.

-¿H-Haechan?, ¿e-eres t-tú?- preguntó el chico, mientras empezaba a sudar frío.

-No soy el chico el cual tú corazón ha elegido, pero puedo serlo si así lo quieres- le habló una voz dulce y melosa al menor, quién estaba sorprendido al no ver a nadie.

-¿¡Q-Quién eres!?- preguntó Mark, a la nada.

-Solamente soy una persona que le fascinan los niños... ¿Puedes mirar al río por favor?- preguntó aquella voz, que transmitía ternura.

Mark obedeció y fijó su vista al río, sorprendiéndose con lo que se encontró: su propio reflejo le saludaba con alegría, lo que provocó que Mark se asustara y cayera estrepitosamente al suelo.

-¡Eres muy tierno!, creo que te mostraré mi verdadera identidad- dijo su propio reflejo, y Mark se sorprendió aún más, al ver como el rostro de aquel chico que se suponía se trataba de si mismo, se transformaba en otra persona.

Pero no pudo ver su rostro ya que un grito por parte de alguien, le interrumpió.

-¡ALÉJATE DE AHÍ!- gritó Sicheng, para luego correr a toda velocidad hacía Mark. El de ascendencia china lo empujó lejos y se paró al frente del reflejo.

-¡Lárgate de aquí, escoria!- le gritó Sicheng, al reflejo quien simplemente río de forma malévola.

-Supongo que aún no es hora de volver... ¡Pero no te preocupes angelito! Pronto volveré y cumpliré mi venganza... ¡Nos vemos luego!- dijo el reflejo con apariencia de Mark, para luego desaparecer sin dejar rastro.

-¿¡Q-Qué fue eso!?- preguntó Mark, sorprendido.

-Simplemente no lo entenderías... Ahora regresa a casa, tú amiguito no vendrá ya que Renjun ya despertó- dijo Sicheng, para luego ayudar a Mark a levantarse y ver como el menor salía corriendo a casa.

Sicheng se detuvo en seco y miró hacía atrás, para finalmente comenzar a susurrar lo siguiente:

"Dios mío, ayúdanos a enfrentar a estos demonios"

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