...3 días después en el inframundo...
El gran señor de la oscuridad convocó a todo su ejercito de seres bizarros, los cuales se hallaban esparcidos a lo largo y ancho de su gran reino. Cada uno de aquellos monstruos se encaminaron hacia el gran alcázar infernal, en donde su rey los esperaba con gran entusiasmo en compañía de los 6 jóvenes cuyas almas había consumido con gran placer.
Sus siervos y soldados también tenían la obligación de presentarse ante su poderoso amo, ya que una gran guerra se avecinaba y el simple hecho de imaginar a las almas inocentes de seres humanos completamente vulnerables, era suficiente para causar la euforia y la excitación por hacer realidad sus libidinosos e impuros deseos.
Taeyong permanecía sentado en su trono mientras que una súcubo le ofrecía alimentos en un cuenco de plata, todo bajo la mirada atenta de las representaciones de los pecados capitales. Cada uno sentado en sillas de oro, ordenados en tres sillas en cada lado de la gran sala la cual se empezaba a llenar lentamente. Uno de los "príncipes del mal" (llamados de esa forma por el Demonio Blanco) específicamente Jaemin observaba fijamente a su creador, además de los que alguna vez habían sido sus más fieles amigos.
Se supone que debía sentirse bien ya que Taeyong le dio todo el poder que soñaba, sin embargo en el fondo se sentía desconforme con todo lo que poseía. Tenía la sensación de que aquello no era lo que realmente deseaba, pese al hecho de que alguna vez quería tener control y dominio sobre otros. Por inercia el joven de cabellera rosa observó a Donghyuck, quien se miraba fijamente a un espejo una y otra vez... No lo culpa, ya que era un comportamiento normal de alguien tan presumido y tan emergido y la soberbia.
Ni quería hablar de Chenle, quien parecía muy distraído contando monedas de oro una y otra vez. También estaba el perezoso Jaeno, el glotón Jisung y la carcasa vacía de Mark el cual representaba la lujuria. Solamente faltaba Renjun, aquel chico que pese a su inquebrantable amistad aún seguía sintiendo un profundo odio hacia él. De forma inopinada, el llamado de su amo provocó toda su atención sin importar la presencia de los siervos demoníacos.
―¿Por qué tan distraído y ausente hijo mío? Deberías sentirte alegre por lo que va a suceder. Por fin vas a poder vengarte del desgraciado que te hizo querer convertirte en lo que eres ahora― intentó animar el soberano demoníaco, con una pequeña sonrisa.
―Yo... Lo siento señor, me siento un poco mal ¿No podríamos tener esta celebración durante otro momento?― interrogó el menor; expectante a la repuesta de su amo. En respuesta a su pregunta, el monstruo se puso de pie, no sin antes tirar el cuenco con frutas a un lado y para luego dirigirse hacia el pelirosa.
―Lastimosamente no podrá ser de esa forma. No puedo atrasar los preparativos para nuestra gran conquista sobre los mortales... Pronto te desquitaras con el imbécil de Renjun, el ingenuo que tuvo la osadía de apoderarse del corazón del amor de tu vida― replicó el demonio, mientras tomaba el mentón del menor observándolo fijamente a los ojos.
―Comprendo...― respondió Jaemin, cabizbajo mientras una irracional furia se le subía a la cabeza. En respuesta Taeyong sonrió con maldad, ya que en el fondo pudo notar que unos gentiles sentimientos florecían en lo más profundo de su corazón y eso era algo que no podía permitir.
De forma súbita, uno de sus incubos se acercó hacia él y le indicó sobre la presencia de toda su gente a las afueras del palacio como también en la sala principal. En respuesta a eso el ahora pelinegro se dirigió hacia la sala principal para hablar con su gente, en compañía de sus 6 acompañantes (uno que flotaba al no poder caminar) además de Yoonoh, Doyoung, Ten y el demonio con el rostro de Haechan. En el fondo no los quería, pese a los buenos tratos que les da era todo lo contrario; en realidad detestaba a esos mocosos y su único además de verdadero propósito era utilizar la fuerza corrupta que emanaba de ellos para poder transformarse y obtener toda la energía que necesitaba para someter a la humanidad y diezmar el Imperio Celestial de la Luz.
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ֆɛʋɛռ ֆօʊʟֆ [NCT Dream]
FanfictionSiete almas, siete sueños, siete corazones, siete latidos, siete sufrimientos, siete lágrimas, siete muñecos; un asesino, un demonio descorazonado. No creas en la falsedad de los espejos, no creas en lo que te muestre porque tú propio reflejo puede...