🌸챕터 7🌸

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El abrigo de terciopelo negro, cubría la delicada piel del pequeño niño dándole el calor que necesitaba en las noches más frías, noches como las de ese momento.

Después del incidente que cobró la vida de varios de los pobladores, muchas cosas en el pueblo habían cambiado. Una de esas cosas era el horario de trabajos, fue cambiado e impuesto que a las 6:00 pm todos los pueblerinos, deberían estar en casa con sus esposas e hijos.

Además de eso, los niños ya debían de estar en sus casas y no jugando hasta las 7:00 como se hacía antes, debido a que las desapariciones se habían duplicado.

La Directora Choi, se estaba metiendo en un gran problema con el pueblo, ya que la mayoría de los niños desaparecidos pertenecían al orfanato.

El pequeño de 14 años estaba consciente de lo que sucedía en su hogar y las consecuencias que abarcaban toda la situación; una de ellas era el caso de Renjun.

El pobre se saltaba comidas, ya casi no dormía por andar investigando y las veces que dormía, nunca podía hacerlo bien ya que siempre se despertaba alterado, con la excusa de que eran pesadillas.

Jisung dejó la taza con chocolate caliente sobre la mesa, no había podido dormir debido a la fuerte tormenta que azotaba esa noche. Fijó su vista hacía la ventana y sus pelos se erizaron al ver la fuerza que tenía el viento.

Luego fijó su vista hacía la entrada y sus ojos se abrieron como platos, al ver algo que lo dejó simplemente sorprendido.

-Suren...- soltó Jisung; sorprendido.

El niño que llevaba meses desaparecido, y que dió inicio a las otras desapariciones en todo el pueblo, estaba allí, parado en la entrada del comedor con una sonrisa llena de dulzura.

-Ven... Sígueme...- pidió el pequeño niño, de apenas diez años, para luego desaparecer de la vista de Jisung.

-¡O-Oye espera!- gritó Jisung, para luego empezar a correr detrás del recién ido.

El niño de 14 años salió del comedor y se dirigió hacía la salida. Bajó las escaleras con prisa y fijó su vista hacía la entrada, sonriendo al ver a Suren.

-¡Vamos, apresúrate! ¡él nos espera!- volvió a pedir por segunda vez Suren, para finalmente abrir las puertas y salir del orfanato, con una fuerte tormenta haciendo de las suyas en el exterior.

-¡Para por favor! ¡¿quién es "él"?!- preguntó Jisung; con un gran signo de interrogación en su cabeza. Este último tomó un abrigo antes de salir y con mucho esfuerzo salió, aún con la tormenta nevada de por medio.

Toda la situación fue captada por los ojos de Chenle, quien atrapado en su preocupación no se percató de que Jisung ya había salido.

-¡De-Demonios! ¡No puedo dejar que a Jisung le pase algo!- soltó Chenle, para luego correr a a su habitación, tomar su abrigo y salir desaborido del orfanato.

Mientras tanto, en lo más profundo del bosque se encontraba un entretenido Jisung en la búsqueda del menor, quien había vuelto a desaparecer.

-¡SUREN! ¡SUREN!- gritó Jisung con todas sus fuerzas.

El pequeño de 10 años, apareció detrás de unos arbustos con una sonrisa traviesa dibujada en su rostro.

-¡Eres como una tortuga! ¡vamos, deprisa quiero mostrarte algo!-.

-¡Entiéndeme tú a mí, este clima no es el mejor para salir a correr y menos en medio de la noche!- se excusó Jisung.

Unos cuantos metros atrás se encontraba Chenle; no sabía porqué Jisung salió gritando el nombre de Suren, ya que cuando él lo escuchó gritar y "seguir" al niño, no vió absolutamente nada... Era como si alguien estuviere jugando con su mente para alejarlo del pueblo.

-No dejaré que nada malo te pase Jisung, y si tengo que morir en el intento lo haré...- susurró Chenle, para sí mismo.

Debido a la velocidad con la que el chico iba se tropezó y se fué de bruces al suelo. Ahora con las piernas levemente lastimadas intentó averiguar con qué se había caído, pero no encontró absolutamente.

Decidió dejarlo a un lado y ponerse de pié, pero de repente, un sonido detrás de él lo interrumpió. Chenle tragó con en seco y luego comenzó a darse la vuelta lentamente aún en el suelo, y sus ojos se abrieron como platos al ver a un chico extraño y vestido de negro.

-¿Q-Quién eres tú?- preguntó Chenle; nervioso.

-¡Mi nombre es Chittaphon! Pero mis amigos me dicen Ten y yo.... Seré franco contigo: Soy un demonio-.

-¡¿Q-QUÉ?!-.

-Así es, trabajo para un ser superior que es mucho más poderoso que yo, pero cuyo nombre no te voy a decir-.

-¿¡Q-Qué quieres de mí!?-.

-Lo único que quiero es que vengas conmigo, así mí amo podrá disfrutar de tú alma como él bien lo merece- concluyó aquel espectro, para luego sonreírle a Chenle de forma macabra, con sus ojos pintados de un amarillo intenso.

-¡AUXILIO!- suplicó Chenle, para enseguida levantarse y empezar a correr en vano ya que enseguida fue atrapado por aquel demonio.

-¡No irás a ningún lado pequeño niño!-.

Mientras tanto Jisung, aún se encontraba perdido en su jueguito con Suren. Ahora estaba en medio de arbustos y con su vista intentaba encontrar al contrario.

-¡Suren! ¡Ya estoy cansado!-.

-Estoy aquí tonto- respondió el contrario, mientras se asomaba por un muro vegetal- Ven ya casi llegamos- insistió Suren, siendo obedecido por Jisung. Cuando este último atravesó el muro de hojas, sus ojos se abrieron enormente al ver algo que lo dejó anonadado:

Se trataba de una enorme laguna, y sobre esta estaban todos los niños que habían desaparecido hace unos cuantos meses, incluyendo a Suren que también se colocó junto a ellos; mientras que en las orillas del lago se encontraba un enorme bulto blanco, que aparentemente estaba manchado de sangre.

Rápidamente, Jisung se acerco a aquel bulto y cuando estuvo lo suficientemente cerca lo tocó, este último se movió percatandose así de que se trataba de una persona, y no de cualquier persona:

-Es un ángel....- susurró Jisung; conmovido mientras se arrodillaba.

-¿Quién eres pequeña criatura?- dijo el hermoso chico de cabellera blanca, mientras posaba una de sus manos en la mejilla del menor.

-Mi nombre es Jisung-.

-¿Suren te trajo aquí?-.

-Sí, así es... ¿Porqué estás allí en el suelo?-.

-Una de mis alas está lastimada- dijo la angelical criatura, mientras le mostraba la ala ensangrentada- Todos estos niños se han ofrecido a cuidarme hasta que me recupere- concluyó, mientras le sonreía.

-¿Y-Y qué debo hacer para poder cuidarte?-.

-¿También quieres cuidarme? ¡Eso es muy lindo de tú part...- aquella hermosa y delicada criatura tosió un poco, para finalmente proseguir hablando- Te dejaré cuidarme, solamente con una condición-.

-¿Y cuál es?- preguntó el pequeño, haciendo que la sonrisa del ángel se ampliara más.

-Dame tú alma y nuestro trato estará sellado de por vida-.























































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Buenas, dsculpen la demora pero es que la pereza me gana XD, las cosas se pondrán un poco más movidas después de este cap, así que voten, comenten, sigan, compartan y Bye💋💕💕.










ֆɛʋɛռ ֆօʊʟֆ [NCT Dream]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora