Un Santorski es misterio, secretos y algo más
Luego de un suceso como el de ayer, la universidad se alistaba para dar la cara a los estudiantes. Todos habían sido citados por las autoridades para recibir un sermón colectivo, o eso decía Jess. Mientras me adentraba en el lugar, un frío aire recorrió mi espina, sabía que no estaba ahí, pero se sentía muy real.
—Y ahora nos van a dar una larga y aburrida cátedra sobre lo que no se puede hacer —dijo mi compañera de habitación dejando salir el aire que retenía.
—¿Todos los años es así? —pregunté, ella me miró sin poder entender—. Pues digo ¿Este tipo de caos es normal?
—No, es la primera vez que sucede —dejamos de caminar para quedar frente a frente, de pronto, ella empezó a acercarse a mí para hacer nuestro entorno más privado. Ya me estaba acostumbrando a que las personas hicieran eso en este lugar—. Este año las cosas están un poco revueltas.
—¿Cuánto es un poco? —indagué.
—No lo creerías —susurró mientras observaba a su alrededor.
Tenía muchas cosas que preguntarle, pero antes de que mis labios pudieran articular más preguntas una voz se escuchó a lo lejos.
—Gia —aquel agudo tono de voz que reconocía perfectamente, llenó mis oídos.
—Bueno yo seguiré, te veo luego —Jessica se despidió adelantado el paso, mientras Ozana caminaba hasta mí. No pude evitar notar algo de nervios en su voz.
—Hey ¿Te estaba haciendo algo? —preguntó.
—No, solo hablábamos —respondí mirando en su dirección.
—Bien —habló pasando su brazo por mi hombro—. Vamos, es tu primera sanción grupal, no te lo puedes perder.
Al parecer, ella no sabía que ya había tenido mi primera entrevista con la directora de la institución y que esta no había sido tan grata. Quizá era lo mejor, por ahora no se lo diría, no estaba lista para empezar a compartir detalles de mi caótica vida.
Sin más, nos dedicamos a buscar asientos una vez dentro del salón. El interior del lugar era idéntico a la sala de juntas, solo que a diferencia de ella, la atención de todo el lugar se postraba en una pequeña tarima en la cual descansaban algunos directivos de la universidad, entre ellos, la directora. La charla empezó y seguido me di cuenta de que nadie mentía al decir que estas eran verdaderas charlas de motivación.
Nos hablaban de cómo ser mejores personas y evitar tener problemas con las autoridades, pero lo que más llamó mi atención fue que no hablaron sobre la detención de Azrael, pareciera como si eso no hubiese sucedido. Lo único bueno fue que las clases habían sido anuladas por el día, ya que el equipo de fútbol tendría su primer encuentro.
Doble moral —pensé.
Horas después, nos encontrábamos en el estadio de la universidad.
Los gritos de Ozana apoyando a su hermano, estuvieron rondando en mis oídos todo el tiempo que duró el encuentro. La euforia se sentía en cada rincón del lugar, este era muy grande y estaba lleno de personas con banderas de su equipo favorito. Los colores azul y blanco representaban a la Ucla, mientras que el verde y dorado a una universidad cercana "UTEXN". Los tambores y demás instrumentos sonaban de forma estruendosa, en tanto algunos estudiantes aprovechaban la ocasión para embriagarse.
Minutos después el encuentro había terminado y el equipo de la Ucla, había vencido por mucho a la universidad del norte, para celebrar, ellos irían a un bar que quedaba en el centro de la ciudad. Ozana y Jean, dijeron que la pasaríamos bien, y debido a que no supe más de Jessica, desde la tarde, decidí salir de la rutina y explorar nuevas experiencias.
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Personalidades fingidas.
Mystery / Thriller¿Qué pasa cuando dejas salir tus demonios internos y te gusta la destrucción que causan? Pues... Mamá siempre decía "ten cuidado Giahna, hay cosas que no nos gustaría saber" siempre pensé que era un truco para mantenerme alejada de cosas que no tuv...