The Warmest Colour (Is Albalia Real?)

Capítulo 32 - Sesión De Dibujo (ii)

Domingo 18:31

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ALBA

Mierda. No, no, no. ¿Cómo se me ocurre dibujarla desnuda DELANTE DE ELLA? Si tener a alguien mirándome trabajar ya me pone nerviosa de por sí...
Joder, es que no para de mirarme.
Yo así no puedo, NO PUEDO.

Marta se levanta en dirección al baño y mi pulso se dispara todavía más por encontrarme a solas con Natalia. Después del acercamiento y las fichas que me había soltado en la cocina me veía venir otra ronda de calentamiento.

CONCENTRATE ALBA. Si te ve dibujando lo mismo se echa para atrás. Miro mis manos temblorosas y las apoyo en el bloc intentando recomponerlas.
¡PERO QUIERES DEJAR DE PONERTE TAN NERVIOSA NI QUE FUERA A VIOLARTE DELANTE DE MARTA!

Mis gritos internos son interrumpidos por la morena, que se arrima y me acaricia el hombro. Mantiene la mirada agachada mientras sus delgados dedos se pasean por mi brazo.

-Oye... He pensado que... Podría ayudarte con eso...- El roce de sus yemas me erizan la piel. - Soy consciente de que tienes que usar la imaginación y tal... Pero si puedo ayudarte a sacar matrícula... - Observo las facciones de su cara, dibujadas con la precisión de un pincel redondo. Natalia alza la vista y engulle mis pupilas. Se me va a salir el corazón del pecho.

-Eh... Uhmm... - No soy capaz de articular dos sílabas juntas.

-Nunca me han dibujado desnuda, pero... Si quisiera ofrecerme por primera vez... Sería contigo. - Susurra cada palabra con seguridad, al mismo tiempo que su mirada me cala hasta los huesos.

-Illo no paran de mandar mierda por el grupo de clase y encima me ignoran - Se queja Marta apareciendo por el marco de la puerta. - Uy, ¿he interrumpioh algo? Perdón, perdón. Si queréih me voy pal cuarto y...

-¡No, no, no! - Exclamo poseída por el nerviosismo. Natalia suelta una risa aireada.

-Sólo estaba intentando ayudarla, no estábamos haciendo nada raro. ¿A que no, Albi? - Niego con la cabeza rápidamente, hundiendo los dientes en mi labio inferior.

-Yo... Creo que voy a intentar hacerlo sola... Quiero intentarlo.

-Vale, si te quedas bloqueada ya sabes. - Se ofrece Natalia por última vez antes de volver a su lado del sofá cruzándose de piernas.

Minutos más tarde consigo marcar el esqueleto del dibujo. Había trazado líneas básicas para encajar las formas y había marcado algunos puntos de oscuridad. Ahora tocaba hacer los detalles poco a poco. Examino la foto de Natalia por décima vez y continuo definiendo las formas del dibujo. Ahora toca el pecho... Esta vez cojo el móvil para que Natalia no pueda verme hacerle zoom a sus tetas. Para mi suerte, o mi desgracia, no llevaba sujetador. Así que la fotografía mostraba claramente la forma redondeada de su generoso pecho. Los acaricio con mis pupilas, imaginando que los acuno con mis manos, siguiendo la firmeza de ambos a través de una armoniosa curva. La serenidad de sus pezones, ocultos por la falta de estímulo, me inquietan tanto que me obligan a retorcerme en el sofá.

Deseaba perfilarlos con la punta de los dedos, trazando aquellas tortuosas curvas hasta llenarme las manos en un gesto avaricioso. Acariciarlos y lamerlos con toda la calma que mi apetito fuera capaz de soportar, para entonces engullirlos en mi boca y continuar dibujándolos con mi lengua.

Siento mi sexo palpitar por la imagen que el deseo ha creado en mi cabeza. Vaya calentón tengo... ¿Qué coño hago?

-¡Mierda! La batería... ¿Alba puedes traerme cargador? Está en el primer cajón de la mesita de noche. - La petición de Natalia parece responderme al instante.