Capítulo 29 - Con Las Ganas

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NATALIA

-Te mato... Yo a ti te mato... - Amenazo a Marta en voz baja sacándola del baño.

-Pero chochona, ¿no habíai' hecho un trato? ¿O lo he soñao?

-Joder sí, pero estábamos en tiempo muerto. Además, tú eras consciente de como estaba. ¿O es que se te ha olvidado eso que me has dicho antes, lo de que fuera "a por ella"?

-Me' perdío - Responde ella balanceándose por el alcohol y concentrando su mirada al mismo tiempo que luchaba contra la pesadez de sus párpados.

-Ay Dios... Marta, ¿cuántos dedos ves?

-Poh... Unoh cuantoh...

-Marta, dime cuántos.

-A veh ehpera... Ehperate un momento... - Se desliza por la pared para enderezar la postura y sigue los dedos de mi mano contando poco a poco. - Cuatro... Cinco... Seih... - Intenta tocar dedos imaginarios por la visión doble del alcohol.

-Vale, suficiente. - Aparto la mano dejando a mi amiga boquiabierta por la extrema concentración. - Vaya pedo llevas, guapa.

-¿Qué dise tuuuu? ¡Si ehtoy perfehta! Mira, mira como hago... - Intenta tocarse la rodilla con el codo contrario, poniendo la típica postura para comprobar el ciego. No atinaba con el pulgar en la nariz ni con mantenerse a pata coja alzando la rodilla contraria a la del codo.

-Sí, sí. Ya veo lo bien que vas... - La sujeto para que no se caiga de boca ya que se tambalea peligrosamente.

Escucho el sonido de una cisterna y a los pocos segundos sale Alba por la puerta.

-¿Qué pasa? ¿Está bien? - pregunta alarmada con cara de preocupación.

-Si estar borracha como una cuba es sinónimo de estar bien... Podría decirse que sí.

-¡Anda, anda 'sageráh! Que ere' una- Marta da un traspiés y casi se pega un leñazo en el suelo si no hubiese estado agarrándola. Alba se coloca rápidamente en el otro lado para ayudarme a sujetarla.

-¿Te has hecho daño?

-Me' doblao'er tobillo, pero náh - Le resta importancia la malagueña con una mueca de felicidad. Si se había hecho daño ahora mismo no sentía nada.

-Voy a pedir un taxi, ¿me ayudas a llevarla hasta la barra para despedirnos de éstas?

-Sí, claro. - Alba se pega más a mi amiga y entre las dos conseguimos guiarla. María y África están ya en las últimas, haciéndose fotos, dándose picos y lametones en la cara.

-¡Pero qué cerda eres Mari! - Grita la más morena apartándose.

-Ay mamasita es que estás tan rica como el chocolate - Suelta la rubia con acento sudamericano y las dos rompen a reír.

-Chicas, nos vamos ya. - Interrumpo el momento y ambas se giran torpemente.

-¿Y esoooo? ¡Pero si ahora es cuando empieza lo bueno! - Grita la rubia haciendo un meneito con las manos en las caderas.

-Marta está fatal. Ya nos vemos otro día, tened cuidado anda.

-¡Buenah nosheeeeee! - Grita mi compañera levantando la mano para despedirse de las madrileñas.

-Rubia, ¿tú también te vas? - Pregunta la Mari con sonrisa de pilla.

Me giro hacia Alba, que al instante sigue mi mirada y clava sus ojos en los míos, como si su respuesta dependiera de mí.

The Warmest Colour (Is Albalia Real?) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora