Capítulo 5 - Hazme Hueco

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¿Qué tal lleváis eso de que se haya acabado OT18 ? ¿Echáis de menos a las niñas? Yo mucho :(

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ALBA

Natalia soltó quinientas chorradas antes de llegar al piso, por lo que el viaje se me hizo cortísimo. Se encontraba un poco mejor, pero la borrachera que había pillado era interesante. Al subirnos al ascensor dejó todo el peso en las paredes de éste, dejándome descansar unos segundos después de haber estado agarrándola todo el camino. Como vivíamos en un octavo se me hizo bastante incómodo escuchar los besuqueos de Julia y Carlos, quienes se sobeteaban sin darle importancia a nuestra presencia. Juraría haber visto en el reflejo del espejo cómo se metían mano.

Blibloblúh, blibloblúh.
Natalia hacía un sonido repetitivo doblando los labios hacia afuera, como una niña de cinco años aburrida de tanto esperar.

Saqué el móvil y pasé rápidamente las fotos de mamarracheo en las que María y Afri me habían etiquetado, seguro que estaban partiéndose el culo. No era la primera vez que subían una foto comprometida y tenía miedo de que Natalia pudiera ver algo imposible de olvidar. Cling. El ascensor nos avisó de haber llegado y se abrieron las puertas. Natalia se agarró ligeramente a mí colocando una mano sobre mi hombro, y los otros dos tardaron tanto en despegarse que la puerta del ascensor volvió a cerrarse. Saqué las llaves y abrí la puerta escuchando sus risas de fondo, así que la dejé entornada.

-¡Huala! ¡Vaya pisito! -exclamó nada más entrar.

-Joder, qué desastre. No me acordaba de toda esta mierda - dije, recogiendo la mesa del salón que estaba llena de vasos, bolsas de patatas y demás restos de la fiesta.

-En serio, mola mogollón - soltó una risa aireada dejándose caer en el sofá. Parecía divertirse viendo que estaba avergonzada por el desorden y recogía a toda prisa. Julia y Carlos fueron directos al dormitorio de mi compañera, miré a Natalia y solté un suspiro inflando los mofletes.

-Cualquier otro día habría estado mucho mejor -me peiné un mechón de pelo detrás de la oreja y recogí algunas cosas que había tiradas por el suelo.

-¿Eso significa que podré venir otro día?

-Claro, cuando quieras - respondí con una pequeña sonrisa.

Natalia me miro fijamente con una sonrisa pícara, la expresión de su cara era seductora por naturaleza. Se desabrochó las botas con dificultad y, dando dos toquecitos con la palma de la mano en el sofá, preguntó:

-¿Voy a domir aquí?

-Sí, dame un segundo y te traigo una manta. ¡Ah! Y el cargador - dije recordando que su móvil se había quedado sin batería.

Nada más responderle escuché las botas golpear el suelo.

-¿Quieres algo más? Puedo dejarte un pijama si quieres, aunque puede que el pantalón.. te quede algo corto... -dije mirándole las piernas y ruborizándome un segundo después al ver su sonrisa. Seguro que había vuelto a pensar en todas las tonterías que había dicho por el camino sobre nuestra diferencia de altura.

-No importa, me gustaría quitarme estas medias... - tiró ligeramente de las medias, que estaban llenas de boquetes y manchas.

-¡Ay no! Tus rodillas, voy a por lo de desinfectar - me fui rápidamente al baño y regresé con un bote de agua oxigenada y un par de discos de maquillaje.

-Puedes tirarlas a la basura- dijo Natalia con media sonrisa señalando un gurruño de tela en el suelo.

-Te echo esto y voy a por lo otro - empapé un disco de algodón y le curé la herida con cuidado, mirándola cada dos segundos para asegurarme de que no le doliera demasiado. Ella estaba inmutable, como si no tuviera nada.

The Warmest Colour (Is Albalia Real?) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora