The Warmest Colour (Is Albalia Real?)

Capítulo 41: Noche De Micro Abierto (1)

Jueves 20 de Diciembre
La Sala Azul

~×~×~×~×~×~~×~×~×~×~×~~×~×~

JULIA

- Uf... Espera, espera. Vale, ya. Suéltalo.

- ¿Ahí no te molesta?

- No, no. Ahí está perfecto, gracias Damion.

- ¡Julia! - Afri me llamó desde abajo, sentada en una de las banquetas del local enfocándome con el móvil.

Flashazo.

- ¡Ah dioh!

- Amor... Pero así de imprevisto no... Que no podemos salir almax-imo de guapura.

Su novia soltó una carcajada y nos hizo un gesto con la mano para que posáramos de nuevo. Un ruido de la entrada llamó mi atención y se me revolvió el estómago. ¿Cuándo aparecería? Porque iba a venir... ¿Verdad?

- ¡Julia, Julia! Pero mira pal frente mujerrr.

- ¡Ehtoy mirando ehtoy mirando!

- Venga ahora pose de twerking.

- ¿Guahdefak? - Damion soltó una risilla tímida. Sus rasgos mestizos le dotaban de una belleza especial, fruto de la diversidad. Su madre era canaria y su padre alemán. Tenía unos ojos rasgados preciosos de tono grisáceo, los cuales le daban cierto aire misterioso.

- ¡Nene, pose twerk, venga! - Exclamó su novia impaciente.

- ¡Niña, que yo no sé poner de eso! - El acento canario suavizó su chillido y bajó del escenario de un salto.

- ¿Pero qué haces? ¡Ahora mismo estás subiendo para que te haga la foto!

- Ay amor... - La suavidad de su acento junto a su tono de voz ensimismaron a la morena, que transformó su expresión inconformista en una mueca acaramelada. - Ya sabes que no me gusta que me obligues a hacerme fotos...

- Luego te haces ochenta y nueve mil fotos haciendo el tonto pero no quieres hacerte UNA haciendo twerking... - Gimoteó ella poniéndole ojitos.

- Es que ahora mismo...

- ¡Afri, déjalo tranquilo ia! - Interrumpí el momento para defender a mi amigo.

- ¡Shhh! - Meció la cabeza colocando el índice sobre sus labios.

Sonreí por su cara de enfadada, qué le gustaba el drama.

- Mira, te la voy a dejar pasar porque eres guapísimo y te quiero con locura, pero que sepas... Que me la debes.

- Vaaaale... - Cedió conformándose él, acercándose hasta su boca para dejarle un suave beso. Si es que no podían ser más empalagosos...

- ¡Bueno, qué! ¿Me vai a ayudá con ehto o qué pasa? - Di un par de palmadas, como quien separa a dos animales follisqueando.

- ¡Voy, voy! - Damion respondió, pero Afri lo retuvo un poco más, dándole unos picos intensos que les sacó una sonrisa.

- Gua-pa.

- Pre-cio-so. - Cada sílaba fue un beso. De verdad que me iban a hacer vomitar unicornios con purpurina rosa.

- ¡Bona nit! ¿Cómo vais montando? - Manu apareció por la puerta. - Tengo un par de guitarras más en la furgoneta, por si necesitáis...

- Bien, bien. No hace falta Manu, gracias.

- Yo me he traído mi acústica. - Añadió Damion peinándose el flequillo.