Capítulo 39 - Feliz No Cumpleaños

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Martes 18 de Diciembre

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NATALIA

- Oye, muchas gracias por traerme los pastelitos. Me ha hecho mucha ilusión, de verdad... - La voz de Alba sonó tan sincera que mis comisuras se estiraron solas.

- ¡Anda, anda! - Le quité peso al detalle y me froté las manos con los pantalones. - Ya ves tú...

- Es gracioso porque... Ha sido el primer regalo de cumple que he recibido este año y... No me lo han dado a conciencia.

- ¿ES TU CUMPLEAÑOS? - Un gritito horrible se escapó de mi garganta. 

- Fue ayer. - Soltó una risa aireada hinchando los mofletes y afirmando con la cabeza.

- ¡NO!

- Sí... - Arqueó las cejas hacia abajo y apretó los labios, dándole un aspecto más tierno del que ya tenía de por sí.

- ¡Mierda! Soy tontísima, ¿cómo no he podido preguntarte por tu cumpleaños? O sea... Hemos hablado de mil cosas y.

- Nat... Que no pasa nada, en serio. - Me interrumpió acariciándome la rodilla y desarmándome con la mirada.

- Soy un desastre...

- No, no lo eres. Y tampoco eres adivina, así que deja de martirizarte.

- Pero es que...

- Ni peros ni peras. - Me dio un besito en el moflete inclinándose sobre mi pierna. - Gracias por el no-regalo de cumpleaños. - Se cachondeó soltando una risita.

- ¡Alba! Que así me siento más culpable... - Gimoteé frunciendo el ceño y arrugando la boca. Realmente sentía que no merecía ni las gracias ni sus besos. 

- Eres muy tontita... - Negó con la cabeza ladeada. Arrugué la boca por la culpabilidad, me llené los pulmones de aire y solté un pequeño suspiro.

- Feliz cumpleaños... - Le agarré las manos y la miré a los ojos con cariño, acariciándole el dorso con el pulgar.

- ¡Gracias beibi! - Sacudió las piernas con un movimiento intranquilo, como un perrito excitado por salir a la calle.

- Oye... ¿Te apetece ver una película? Podemos poner mi cuenta de Netflix...

- ¡Sí! Me apetece ver una de dibujitos. - Palmeó sus piernas animada. ¿Cuántos años había cumplido, cuatro?

- Vale, pues vamos a ver cuáles hay. - Acepté con una sonrisa recolocándome el septum.

- ¡Oye no te rías! Que aunque haya cumplido veintiún años sigo siendo una niña en el fondo. - Se defendió, inclinándose para coger el mando de la Smart tv.

- ¡Y tanto!

- ¡Pero bueno! - Recriminó indignada.

- Eres un bebé.

- Y tú un bebé enanísimo.

Solté una carcajada por su comentario de vuelta.  Era muy fácil picarla.  

- Pero me quieres. - Añadí, dando fin a la insignificante disputa, al mismo tiempo que le alborotaba el pelo. Alba se me echó en el hombro y me rodeó con los brazos.

- ¿Qué vamos a ver...? - Apuntó a la tele y apoyó el mando sobre mi tripa esperando que se encendiera.

- Uhm... Métete en Películas... Para toda la familia... - Le indiqué para comenzar nuestra búsqueda.

The Warmest Colour (Is Albalia Real?) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora