- ¿la que? - preguntó Alex.
- la Atlántida - dijo Malala - el reino perdido que una vez fue la civilización más avanzada en todo el mundo.
- como que la Atlántida, ¿no se supone que estaba bajo el agua? - pregunté.
- estaba, tu lo has dicho; hace algún tiempo mientras exploraba el lugar donde la tribu podría reinstalarse encontré dentro de la cascada una cueva muy extensa. Mi posición como sabia me forzaba a investigar el lugar, así que me adentre sola en la cueva. Al llegar al otro extremo me topé con este lugar, mientras los miembros de la tribu no me seguían, venía a este lugar a investigar; encontré algunas cosas raras y el idioma no lo conocía, así que tuve que aprender. Además encontré la biblioteca donde estuvimos y otros lugares a los que iremos más adelante.
- pe... pero es la Atlántida, nunca nadie lo había visto, el mundo debe saberlo. - dijo Alex.
- ¿y crees que se sorprendan ahora?, con la aparición de las 3 grandes bestias.
- ¿Leviatán? - interrumpí.
- si, con la aparición de esas bestias y todos los cambios que el mundo ha sufrido, ¿crees que alguien preste atención a lo que les digas?
- no supongo - respondió Alex.
- este lugar estaba oculto por una razón y así debe seguir, ¿entendido?
- ¡si! - dijimos todos en coro
- bien, ya duermanse que mañana nos espera un día largo y agotador.
No sabiamos exactamente la hora, pero todos nos quedamos profundamente dormidos y con justa razón, cazar el enorme animal no fue sencillo.
A la mañana siguiente Malala nos despertó apenas salía el sol.
- ¡despierten ya! - gritó la abuela.
Todos se esforzaban por abrir los ojos, nadie quería madrugar, el único que se puso de pie fue Ángel.
- unos minutos más anciana, no sea así - dije somnoliento.
Y nuevamente me quedé dormido por unos minutos, entre sueños recorde a la figura que me dio el poder y también noté que no la había visto de nuevo desde que estuvimos en el oasis.
No pasó mucho tiempo hasta que sentí agua fría caer de golpe sobre mí que me hizo abrir los ojos presuroso.
La anciana nos había bañado con agua fría para despertar.
- ¡que le pasa anciana! - gritó Xaori.
- despierten ya- dijo la anciana ignorando lo que dijo Xaori.
Todos despertamos de mala gana y temblando de frío.
- bien, reúnanse a mi alrededor y coman mientras escuchan. Su entrenamiento estará dividido en 3 partes. La primera etapa será entrenarlos física y mentalmente, para lo cual los haré entrenar duramente en actividades físicas y lucha cuerpo a cuerpo para forjar mentes y cuerpos de acero. La segunda etapa de su entrenamiento lo voy a emplear para entrenarlos en el uso de sus armas, ninguno sabe como usar las armas que tienen; así que pienso que es fundamental aprender a hacer uso de ellas. Y finalmente les enseñaré a controlar mejor sus singularidades basandome en los conocimientos que obtuve en los libros antiguos que leí. Todos deberán dominar bien lo que les enseñe o no podrán pasar al siguiente nivel. ¿quedó claro?
- si anciana.- dijimos todos.
- ahora siganme.
Fuimos hasta el borde de las ruinas, donde habían muchos árboles.
- Alex, creo que tu tenías dudas acerca de si yo sería capaz de entrenarlos, ¿verdad?
- si ... Bueno... No, en realidad... - dijo Alex inseguro.
- descuida muchacho, en su posición también tendría dudas, por eso antes les voy a enseñar de lo que soy capaz.
Malala se acercó a uno de los árboles de regular grosor Y puso la punta de los dedos bien rectos y juntos en el tronco del árbol. Su brazo estaba estirado aunque bastante relajado y las rodillas las tenía algo rígidas. Acto seguido y muy rápido golpeó el árbol a muy corta distancia; el golpe fue tan rápido que no lo pudimos seguir con la vista, un sonido estruendoso llegó a nuestros oídos y la parte del árbol que golpeó quedó totalmente destruida lo que provocó que el árbol se derrumbara.
Ese golpe lo había visto antes, fue el golpe de pulgada, un golpe que según bruce lee podría tener consecuencias letales si se aplica bien.
- que hizo anciana. - reprochó Nikole.
- el golpe de pulgada - dije yo.
-veo que conoces el golpe,¿pero alguna vez lo viste derribar un árbol?
- nunca anciana.
- ¡¿de que están hablando?! - preguntó Nikole rudamente.
- el golpe que acabas de ver es uno de los más letales que existen, pero no hay tiempo para detalles; espero que estén convencidos ahora de que soy capaz de entrenarlos.
Todos la miramos fijamente convecidos de que la anciana no era alguien ordinaria, mucho menos alguien débil.
- ahora quiero 10 vueltas a todo el perimetro del lugar.
- ¿eh? Pero el lugar es enorme, nos tomará horas. - reprochó Xaori.
- entonces será mejor que empiecen ahora.
Ciertamente el lugar era enorme, además de ser también bastante accidentado; a simple vista el lugar parecía tener el tamaño de 4 estadios de fútbol.
En la segunda vuelta ya todos estabamos sin aliento y sobre el suelo.
Así empezamos entonces el duro entrenamiento con la anciana supervisando.
Todas los días repetiamos el mismo proceso. En la mañana a primera hora después del desayuno corriamos por todo el lugar unas 10 vueltas; después hacíamos ejercicios como planchas y otros ejercicios más para endurecer el cuerpo, eso nos tomaba casi todo el día y ya por la tarde, después del almuerzo, comenzaba el entrenamiento de artes marciales. De manera interdiaria la anciana nos daba extrañas bebidas con colores raros, según ella para hacernos más fuertes.
Así fue por al menos 6 meses hasta que nos fuimos acostumbrando al riguroso entrenamiento y a los extraños platillos que la anciana nos daba como comida. Yo por mi parte también tenía que estudiar el idioma del libro.
A ese punto y como entrenabamos sin descanso ya habíamos dominado varias técnicas de combate y yo especialmente me centraba en golpe de pulgada; desde que la anciana derribó un árbol con ese golpe he intentado hacer lo mismo, aunque es realmente complicado, pero no me daba por vencido y cada mes intentaba lo mismo; ya para este sexto mes senti que el árbol se agitaba ligeramente pero no era suficiente y la mano se me quedaba muy lastimada lo cual ocultaba con vendajes para que nadie se preocupara.
A veces hacía uso de mis poderes, pero la anciana me regañaba diciendo que primero debería de dominar las técnicas de combate cercano. Me explicó que no siempre voy a poder hacer uso de mis poderes, en ese momento si no sabía defenderme, estaba perdido.
Pasaron los meses nuevamente y ya se había cumplido 11 meses desde que llegamos aquí.
- ¿anciana cuando saldremos de aquí? - pregunté una noche mientras todos dormían.
- cuando logren finalizar su entrenamiento.
- pero ese no será el momento en el que usted... ya sabe... ¿se muera?
- estoy consciente de eso.
- ¿y no le da miedo morirse?
- para nada, de hecho siento curiosidad.
- ¿curiosidad?
- si, todos me consideran sabía, pero incluso yo desconozco lo que sucede después de morir, a donde vamos a parar o si es cierto lo que dicen acerca de la reencarnación. Todo eso me llena de curiosidad y que mejor forma de averiguarlo, que muriendo y me suceda eso.
Las palabras de la anciana realmente eran sabias, nadie sabe que sucede una vez muertos, la materia vuelve nuevamente a formar parte de lo que era, pero que hay de la escencia del ser humano, lo que nos hace diferentes, los sentimientos, los pensamientos, que sucede con todo eso luego morir; nunca había especulado acerca de eso, pero en mi interior, quería creer, que en realidad nunca dejamos de existir y solamente llegamos a diferentes mundos, cada uno con una realidad diferente, y ahí tenemos una segunda oportunidad para hacer quizás lo que no pudimos hacer en una vida pasada.
- ya duerme, mañana será su prueba final para comprobar que tanto han aprendido.
Dormí toda la noche y a la mañana siguiente como siempre salimos a correr luego de desayunar. Para nuestro regreso al punto de entrenamiento la anciana había preparado algunas pruebas en el bosque donde demostrariamos nuestro avance.
- ¿que es todo esto anciana? Preguntó Nikole.
Las chicas se habían vuelto muy fuertes también además con todo el ejercicio habían tonificado su cuerpo lo que las hacía bastante llamativas.
- aquí harán su prueba final. Deberán evitar las trampas ubicadas en este lugar y al final cada uno deberá golpear un árbol pequeño con el golpe de pulgada.
Este era el momento de demostrar lo que había conseguido con mi entrenamiento, incluso muchas noches mientras todos dormían salí a entrenar para conseguir dominar este golpe, al fin podría enseñar lo que puedo hacer.
Nos junto a todos a excepción de Ángel, quien se centraba únicamente en controlar su habilidad con la bola de cristal que rescató de la biblioteca, así que nunca entrenó con nosotros.
Nos puso en medio del bosque en un punto donde estábamos completamente rodeados por los árboles.
- se me olvidaba decirles chicos, no pueden usar sus poderes, aquí únicamente usarán lo que aprendieron en este año.
- y nos avisa recién anciana, cielos ya había planeado varias estrategias usando mis poderes, en fin, a lo que vinimos. - dije yo.
La prueba empezó y de muchas direcciones comenzaron a caer troncos hasta nuestra posición, golmens de tierra y madera atacaban sin dudar, algunas veces se filtraban dagas metálicas y flechas envenenadas hasta nosotros, no solo era una prueba, nuestras propias vidas estaban en juego.
Luego de al menos 2 horas sobreviviendo a esos ataques consecutivos logramos finalizar la prueba.
Ahora venía la prueba decisiva, el golpe de pulgada; me encontraba realmente felíz y no lo podía ocultar, al punto de que todos notaron mi alegría.
Todos nos dirigimos hasta donde la anciana nos dijo y uno a uno fueron dando sus golpes de pulgada en árboles relativamente delegados, cada uno logró derribar su árbol pero no de forma tan estruendosa como se esperaría de ese golpe. Era mi turno de golpear, me estaba preparando hasta que la anciana me detuvo.
- espera Alejandro, tu árbol a derribar es el que tienes a tu derecha.
Observé fijamente el árbol y parecía ser ligeramente más grueso que el que la anciana derribó. Sentí algo de inseguridad por lo que tendría que hacer.
- pero porque solo yo anciana.
- vamos, se que estás contento, te vi entrenando duramente para este momento, confía en ti y demuestranos en fruto de ese entrenamiento.
Todos miraban expectantes y yo me preparaba para golpear. El árbol es mucho más grueso que el que todos derribaron, no sería trabajo fácil, pero si lo logró, todo mundo se asombrará y se alegraran.
Me puse en posición para realizar ese ataque, calmé mi respiración lo más que pude, me enfoqué únicamente en el golpe y lancé con un movimiento definitivo mi golpe. Se escuchó un ruido realmente estruendoso, se escuchó por todo el lugar creó yo, el árbol cayó sobre el suelo provocando más ruido.
- ¡siiiiii! - Grité con mi mano elevada.
No había notado que ese golpe me había dañado la mano y estaba sangrando.
Nikole me miraba con los ojos brillosos, y desde luego me puse nervioso ya que no me quitaba la mirada de encima.
- bien hecho niño. - dijo la anciana- ahora podemos continuar con el entrenamiento en el uso de armas.
Todos nos dirigimos a la edificación donde nos resguardabamos por las noches. En el camino noté que Alex estaba algo distinto.
- ¿estás bien? Pregunté
- si, creo.
- ¿crees?
- es que no entiendo como lograste derribar ese árbol, se supone que el de la habilidad para destruir cosas soy yo.
- y lo eres hermano, a lo más que puedo aspirar yo con mi fuerza es a derribar ese árbol, pero tú con tu poder vas a destruir muchas más cosas de un solo golpe.
- ¿tu crees?
- mi poder se basa en los elementos, el tuyo en la fuerza y agilidad, serás más fuerte que yo. Ya lo verás.
Cuando dije eso Alex parecía estar más tranquilo.
En cuanto al idioma, ya había aprendido todo a un nivel básico, pero obviamente necesitaba saber más.
Cuando llegamos a la base la anciana nos preparó nuevamente esa bebida tan extraña que nos daba, pero quien la pasaba peor era Alex, que tenía que tomar dos de esas cosas que la anciana nos servía en cocos. Malala aseguraba que la habilidad de Alex demandaba más musculatura, fuerza física y agilidad, de ahí la razón que el bebía más que nosotros.
- ahora viene la otra parte del entrenamiento, cada uno Invoque sus armas y siganme.
Esta vez venía un entrenamiento un tanto distinto, pero que a la larga nos haría más fuertes que antes.
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Un Mundo nuevo
RandomDespués de perderlo todo en un mundo lleno de resentimiento, rencor, odio y muchas otras cosas negativas que habían casi acabado con la tierra misma; Alejandro, nuestro protagonista, tuvo un extraño sueño donde se le encarga la difícil tarea de salv...