Un Mundo nuevo

celos

Anny vestía un traje similar a una armadura, aunque parte de ese traje era una minifalda bastante corta a mi opinión.
La gente seguía observando fijamente.
- mira tu mano, está sangrando, que hiciste ahora tonto- dijo secándose sus lágrimas.
- no ... Bueno yo... Me corté con un vaso supongo. - respondí.
No lo había notado pero tenía un vidrio grueso incrustado en mi mano.
- yo me encargo - dijo Anny quitando el vidrio de mi mano.
Tomó mi mano y cerró los ojos; un aura verde claro cubrió mi mano lastimada y a los pocos segundos desapareció la sangre, la herida se cerró y sano completamente.
- ¿que fue lo que hiciste? - pregunté tartamudeando.
No entendía porque, pero a pesar de lo que había sucedido en el pasado, no pude evitar emocionarme al verla, tenía una apariencia más madura, aunque sus ojos verdes no cambiaron, seguía siendo pequeña como una muñeca, su cabello castaño lasio estaba bastante largo que hasta le llegaba hasta las caderas. No lo podía negar, estaba muy hermosa.
- te estuve buscando desde que me enteré que te vieron luchando contra Leviatán.
- ¿me vieron?, no entiendo, de que hablas.
- pertenezco a un grupo de personas que van tras los monstruos gigantescos, Leviatán. - dijo Anny - yo puedo curar con mis poderes, el papa dice que es una excelente habilidad.
- ¿trabajas para el papa? - pregunté
- el es uno de los que financia los viajes, armas y armaduras para luchar.
- pero mira como has cambiado, estás más alto y corpulento, ya no tienes el rostro de niño de antes.
- es una larga historia pero cuéntame ¿cuantos Leviatánes ya derrotaron? - pregunté.
- ninguno aún, por eso te estaba buscando. Sientate por favor, tenemos mucho de que hablar.
- ¡No! - gritó Valeria. - tenemos que irnos ya, no vinimos a perder el tiempo.
Sus palabras fueron algo contradictorias, ya que ella fue la que se distrajo primero.
- esto no tiene nada que ver contigo niña. - respondió Anny muy molesta.
- ¡claro que tiene que ver, el viene conmigo!
- ¿es eso cierto Alejandro? - preguntó Anny.
- si, venimos juntos.
El rostro de Anny se hizo sombrío y se notaba mucho su ira.
- ¿vienen juntos? - no vi que el llegara contigo.
- es porque el se retraso.
- no importa con quien viene ahora, vete con Patrick y deja de molestar mocosa.
- ¿mocosa? ¿lo dice la mujer que parece un Hobbit?
Ambas se miraron con odio, Anny desenvainó una espada y Valeria invocó su báculo.
- chicas, será mejor que se calmen, este no es un buen lugar para pelear.
Cuando dije eso del segundo piso, por las escaleras bajó una especie de bruja con dos rostros en una sola cabeza, sus uñas eran largas y tenía muchas verrugas por todo el cuerpo; tenía muchas canas y caminaba encorbada.
- el muchacho tiene razón, guarden sus armas - dijo la persona con dos rostros.
- que es eso. - pensé.
Todos en el lugar se agacharon poniendose de cuclillas, incluso Anny y el joven Patrick.
- Valeria, guarda eso y escondete detrás mío. - dije - ¿ quien eres?
- exelente pregunta muchacho, pero las visitas deberían presentarse primero, ¿no crees?.
- que haces Alejandro, arrodillate, rápido.
- ¿por que?, ni siquiera conozco a esta mujer o lo que sea que sea.
Todos me miraron a mi y a Valeria ya que nosotros no nos arrodillamos.
- tranquilos chicos, no necesitas arrodillarse, de pie todos. - dijo la mujer de dos rostros.
Observé bien a la mujer y ambos rostros tenían algo distinto, como si uno sintiera felicidad y el otro estuviera molesta por algo.
- también podemos hablar y pensar de forma autónoma - dijo el rostro molesto, el cual estaba inmóvil hasta ese punto.
Me quedé sorprendido, esa criatura acaba de leer mi mente.
- no es lo único que hago niño, ven aquí y siéntate - dijo la criatura.
Valeria me sujetaba fuerte del brazo, tenía mucho miedo. Con la aparición de esa mujer siames olvidé por completo lo molestó que estaba luego de ver a Valeria hablando con patrick.
Ella también olvidó por completo la riña que estaba por tener con Anny.
Patrick y Anny se sentaron a los costados de la mujer en la mesa circular.
- sientense - dijo la anciana con doble rostro.
Obedecimos con mucha cautela, sobre todo yo que estaba preparando varios ataques por si la mujer hacía un movimiento en falso.
- mi nombre es Elly, tengo 150 años y soy la dueña del lugar.
- ¿que? Eso es imposible mujer - repliqué.
- niño, serás muy poderoso, pero eres muy poco perceptivo.
Anny y Valeria rieron tratando de disimular, pero cuando ambas notaron que estaban haciendo lo mismo se pusieron serías y nuevamente volvieron a verse con odio.
-¿este debilucho poderoso?, no me haga reir vieja. - dijo patrick. - ni siquiera pudo acabar con un gigante de los océanos.
-no necesitas contarmelo Patrick, lo vi todo, y estoy seguro que si tu hubieras sido envenenado con el veneno de la flecha de Adonis ni siquiera estarías aquí, hablando con nosotros.
-¿flecha de adonis? - preguntó Anny
-¿como sabe de Adonis? Extraña mujer - pregunté.
-solo dime Elly, llevo viviendo aquí sola desde hace mucho tiempo, mis antepasados construyeron esto y obviamente no puedo salir, así que tengo una bola de cristal que me muestra lo que sucede en el exterior, aunque no me muestra el futuro.
- vamos vieja no es para tanto, ni que el veneno de Adonis fuera tan malo.
- para alguien como tu, si lo es. Definitivamente Alejandro no es alguien común.
Patrick me observó fijamente.
- entonces pelea conmigo, quiero ver quien es más fuerte.
La vieja Elly se quedó en silencio, esperando mi respuesta.
- no gracias, no tengo intención de pelear ahora.
Ante los ojos de todos Patrick le lanzó sobre mi con un gancho de derecha.
- te dije que no quiero pelear mocoso, ve a jugar a otra parte. - dije sujetando su puño.
Su golpe fue rápido pero no tenía potencia, Malala nos enseño que el equilibrio entre velocidad y fuerza era vital en un ataque, este joven muchacho no entendía muy bien eso y eso era una debilidad muy grave.
- calmate Patrick - le dijo Anny con tono molesto. -no estamos aquí para pelear.
El muchacho se retiró y permaneció en silencio desde entonces.
- cierto, ¿quien es ese muchacho? ¿es amigo tuyo? - le pregunté a Anny.
- es el hermano menor de Angel.
En mi mente ya me imaginaba algo así, no entendía el porque me me emocione al verla de nuevo, todo volvía a mi mente como recuerdos, todo se repetía de nuevo.
- pero eso no importa ya, queremos invitarte a que vengas con nosotros.
- a donde - respondí frío y seco.
- a combatir contra Leviatán - replicó.
- la verdad no tenemos interés de viajar en grande grupos, nosotros vamos por nuestra cuenta - dije sujetando la mano de Valeria.
Los ojos de Anny se centraron en nuestras manos, su rostro expresaba molestia aunque intentaba disimular.
- no seas así Alejandro, necesitamos de tu ayuda, ninguno de nosotros pudo provocar una herida letal a ningún Leviatán y tu lo hiciste únicamente con aire y escombros.
- no sé como te enteraste de eso, pero su viaje y su objetivo no nos problema nuestro, busca a alguien más.
Todos los que estaban cerca nos observaron con desprecio, el muchacho intentó enfrentarme nuevamente por mi actitud, pero Anny se lo impidió.
Desde que mencionó el nombre de Angel le hablé más frío -  supongo que aún me afecta - pensé en aquel momento.
- bien ya que todo está claro, nos vamos, no parece que encontremos lo que buscamos aquí.
- ¿y con que piensas irte niño? - preguntó Elly.
- abajo está un barco esperandonos.
- ¿estás seguro de eso? - preguntó nuevamente la mujer.
Esas palabras me hicieron dudar, así que salí del lugar algo incómodo y agitado.
Detrás mío estaban lo que estaban en mi mesa siguiendome de cerca.
- Heimdal, revisa si aún está abajo el barco que nos trajo y regresa rápido.
El pegaso fue y luego de unos minutos regreso.
- ¿está el barco esperandonos? - le pregunté.
El pegaso hizo un gesto de negación.
- sabía que no debía pagarle por adelantado, cuando encuentre a ese hombre lo golpearé tan duro que nunca se olvidará de mi. - pensé molesto.
- ¿y ahora que harás? - preguntó Anny acercandose.
Valeria cariñaba a Heimdal mientras escuchaba mi respuesta.
Heimdal era un pegaso muy fuerte, pero no podía sobreexigirlo en un viaje hasta tierra firme cargando conmigo y Valeria; no había otra opción, tendríamos que recurrir al barco de Anny.
No podía tomar una decisión a la ligera, me acerqué a Valeria y allí conversé con ella.
- Valeria, el barco nos dejó a la deriva, no tenemos como volver, tendremos que viajar en el barco donde está Anny, al menos hasta que lleguemos a tierra firme.
Valeria no se sintió muy cómoda, pero al final aceptó.
Luego de conversar con Anny, aceptaron llevarnos en su barco aunque tendríamos que pasar la noche en ese lugar.
Ya de noche, luego de cenar, Anny y los demás se fueron a su barco a pasar la noche. Valeria y yo nos quedamos con la mujer y ella nos explicó el porque estabamos ahí, la charla fue bastante larga y luego de algunas horas nos dio una habitación para mi y Valeria.
Allí habían dos camas separadas, Heimdal se quedó a dormir también en la misma habitación ya que era bastante grande.
- ¿quien es ella? - preguntó ella luego de ingresar al cuarto.
- ¿eh? Una vieja amiga supongo.
- ¿una amiga tan cariñosa?
Valeria me interrogaba algo seria y triste.
- ni tanto, se supone que tenía un novio la última vez que la vi.
- ¿en serio? - dijo con el rostro iluminado.
- si
- parecía que quería llevarte con ella, quería separarnos.
- no le hagas caso, les prometí a tu madre y a ti que te cuidaria con mi vida y eso haré, para eso tengo que estar cerca de ti, ¿no crees?
- tienes razón. - respondió con rostro de alivio.
Me cambié la ropa para dormir cómodo y apenas entré a la cama cerré los ojos tratando de dormir; Valeria al pensar que yo dormía comenzó a desvestirse.
Su cuerpo era delicado y bien formado, su cabello ligeramente endulado. Ella me daba la espalda mientras se cambiaba así que no se percató de que estaba despierto.
Luego de ponerse un sweter largo, como hasta un poco más arriba de las rodillas, se hecho a dormir; ella no se percató que la vi.
Aquella noche no pude dormir tan fácilmente; me sentía culpable por verla mientras se cambiaba, pero también me sentía distinto, siempre la había visto como una hermana, pero esa noche la vi por primera vez como una mujer y desde aquella noche todo iba a cambiar.