locura

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Me puse de cuclillas sobre el suelo aún siendo atacado por todos aquellos.
No tenían intención de parar, pero una honda de choque que yo provoqué los hizo volar a todos muy lejos.
Como pude llegué hasta Valeria y levanté su cabeza para ver como estaba.
No tenía pulso y parecía no respirar, su cuerpo se estaba enfriando.
- Valeria, respondeme, aún tenemos que viajar y terminar el recorrido del mapa.
Ella no respondió nada.
- Valeria, por favor, no me puedes dejar ahora. - dije con los ojos llenos de lágrimas.
- seguro ya se murió, ella tuvo la culpa, nadie le dijo que se metiera.- dijo Patrick.
Recosté delicadamente a Valeria sobre el suelo, mu puse de pie y caminé en dirección a Patrick con la mirada sombría.
Me puse de pie, caminé un poco y luego levanté un muro de tierra y rocas sobre Valeria para protegerla.
Con el agua del lago levante enormes olas que provocaron que los marinos que me atacaron salieran disparados lejos, uno incluso cayó al otro nivel.
No estaba satisfecho, ellos tenían que pagar lo que hicieron, creé fuego en mi mano y lo elevé al cielo, luego esta bola de fuego comenzó a crecer hasta alcanzar un tamaño considerable. Lancé la enorme esfera sobre los marinos y Patrick sin previo aviso, Pratrick era rápido así que pudo escapar, pero los marinos no tanto. Ellos intentaron atacar la enorme esfera usando las habilidades que tenían para controlar un solo elemento, pero sus intentos eran en vano, ninguno pudo evitar que la bola dejara de caer. Estaban perdidos, pero de la nada apareció un dragón gigante hecho de agua pura que contra resto la esfera evaporandola por completo. No tenía idea de quien hizo eso, pero estaba perdiendo la paciencia y cada vez comenzaba a luchar más en serio olvidando por completo que mi labor no era acabar con la vida, si no cuidarla.
Mis ojos se volvieron a nublar, nuevamente estaba dentro de la esfera blanca que se teñia de negro muy rápido.
Por fuera explotó otra honda de choque más fuerte.
El cielo se nubló y rayos y truenos comenzaron a caer por todas partes, los hombres que antes incentivaban a Patrick a que luchara conmigo y sujetaban a las mujeres y a mi pegaso corrían a esconderse dentro de la edificación.
Mi cuerpo lleno de sangre sanó muy rápido, mis ojos se volvieron rojos y sentía como si mi espalda estuviera por reventar, como si algo quisiera salir.
- ¿al fin lucharás en serio he? - dijo patrick orgulloso por haber esquivado el primer golpe, pero cubriendose el rostro por la honda provocada por mi.
Se lanzó muy rápido sobre mi atravesando mi abdomen con su espada.
- je, no fue tan difícil.
La espada que tenía atravesada comenzó a evaporarse entre un vapor negro desapareciendo por completo, la herida que tenía a causa de esa espada desapareció ante los ojos de Patrick.
Sentí que algo intentaba escapar de mi interior cada vez con más fuerza.
Mis uñas se tiñieron de negro y mi cabello había crecido volviendose negro como la oscuridad más profunda. En medio de todos di un grito diabólico hacía el cielo provocando que el lugar comenzara a retumbar, el agua se agitaba resbalzando por los costados, las piedras a mi al rededor flotaban. La tierra temblaba excesivamente fuerte provocando que todos pierdan el equilibrio; patrick salió volando a altas velocidades contra una pared.
Al chocar contra esa roca Patrick escupió sangre pura e hizo un sonido como de algo rompiendose.
Dentro de mi la oscuridad ya casi me tenía consumido y no podía pensar con claridad, solo quería una cosa, acabar con la vida del engendro que mató a Valeria.
Extendí la mano en dirección a Patrick y lo atraje hasta mi.
- por favor, no me mate, ¡se lo ruego!. - gritaba Patrick.
Tenía su cuello en mis manos, y estaba disfrutando el ver como rogaba por su vida, pero no era yo, sentía que algo se había apoderado de mi.
El joven no tenía oportunidad alguna, y luchaba para que lo suelte, pero sus esfuerzos fueron inútiles.
De la mansión salió la mujer siames tan rápido como pudo.
- apartense todos - grito la anciana Elly sujetando un collar blanco en sus manos.
A ver ese collar me sentí aún más molesto e inconscientemente solté el cuello de Patrick y luego fui a atacar a la mujer.
Mis uñas crecieron y por como iba tenía la intención de atravesar el corazón de la anciana con ellas. Pero la anciana esquivó el golpe y contra mi pecho puso el dige del collar.
Sentí mucho sueño entonces, mis uñas volvieron a ser normales, el exceso de cabello comenzó a caer por su cuenta, la oscuridad en la que estaba siendo envuelto dentro de la esfera desapareció por completo al tocar ese collar.
Había vuelto a ser como antes, pero me sentí muy cansado y caí inconsciente frente a la anciana.
- Alejandro - escuché entre sueños varias veces y cada vez más fuerte.
Abrí los ojos y estaba en la cama en la que había dormido previamente.
- que pasó... - dije, con un dolor de cabeza horrible.
- te desmayaste de nuevo - dijo Valeria sonriendome.
Al verla bien me invadieron las lágrimas a los ojos, pero no quería llorar.
- pensé que habías muerto - le dije con un nudo en la garganta.
- yo también lo pensé, pero la anciana me salvó con ayuda de tu amiga Anny.
- me senté a la orilla de la cama con el cuerpo muy adolorido.
- no ...no vuelvas a asustarme de esa forma. - le dije viendola a los ojos.
- no lo volv...
Antes de que terminara de hablar, le sujete la barbilla y con un movimiento rápido la acerqué a mi y le di un beso.
Con ese beso se me fue el sentido del tiempo; al fin lo tenía claro, no quería otra mujer que no sea Valeria en mi vida.
En medio del beso la puerta del cuarto se abrió.
- ¿interrumpo algo? - dijo la anciana ingresando al cuarto.
Valeria y yo nos separamos de inmediato enrojecidos y nerviosos.
Detrás de la anciana estaba Anny quien había observado el beso.
- toque la puerta para la próxima - le dije a la anciana.
- lo siento niño, pero el tiempo se va volando y ustedes tienen que partir cuanto antes. - dijo la anciana.- ¿como te sientes? - dijo observando mi rostro.
- bien creo.
- excelente, ahora dense prisa que tienen que partir cuanto antes. - dijo alejándose de nosotros.
- espere, estaba seguro que Valeria había muerto, como es que está viva.
- desfribilador niño - dijo el rostro feliz enseñandome una especie de maleta de plástico.
- de cualquier forma, gracias
- ¿de que o por qué? - preguntó la mujer.
- por salvar a Valeria.
- a eso, si ella moría todos aquí estaríamos perdidos, además Anny hizo casi todo el trabajo. Es más sencillo tenerla viva; por cierto, ten este collar niña - le dijo a Valeria.
  - ¿para que es? - preguntó Valeria.
  - cuando Alejandro vuelva a actuar como lo hizo en el lago, pega este collar a su pecho, usalo bien, solo tiene suficiente energía para ser usada dos veces - dijo la anciana - y tu niño, controlate cuando luches, si la maldad te consume por completo no habrá marcha atrás y cosas terribles sucederán.
  - esta bien mujer - respondí.
  - ahora tienen que salir, ya tardaron demasiado.
Cuando la mujer dijo eso, la página del libro que tenía el mapa brilló nuevamente mostrándonos nuestro siguiente paradero.
Bajé en compañía de Valeria las escaleras y abajo estaban todos los tripulantes del barco esperando por nosotros.
Patrick se me acercó con la cabeza baja.
  - siento haberte molestado - dijo el muchacho.
La irá volvió a mi, el simple hecho de escuchar su voz me irritaba.
  - en serio... Disculp...
Antes que Patrick termine de hablar hablé muy serio.
  - la próxima vez que le pongas un dedo encima a Valeria, será el último día de tu miserable vida.
Patrick se quedó en silencio temblando y nervioso.
  - lo mismo va para todos ustedes,  vuelven a tocarla y juro por lo más sagrado que me encargaré de atormentarlos hasta que lamenten haber nacido. - dije muy serio observando fijamente a cada uno de los que estaban ahí.
Todos me temían y se notaba en sus rostros cubiertos de miedo.
No quería llegar a ese punto, pero estaba la vida de Valeria de por medio y no estaba dispuesto a jugar con eso.
Caminé hasta la puerta sujetando la mano de Valeria, todos me observaban con miedo.
  - si algo malo le llega a suceder a mi Valeria, se las verán conmigo. - dije desde la puerta. - sin embargo, si son capaces de protegerla y cuidarla los recompensaré.
Decir eso provocó que muchos tripulantes tengan más atenciones con ella y durante el camino a tierra firme, todos querían ganarse su amistad, todos querían su aprobación.
De todos un niño de 10 años se acercó mucho a Valeria y ella lo cuidaba bastante.
Anny no me hablaba mucho desde que dejamos la isla y evitaba cualquier contacto conmigo.
Estuvimos así por al menos 2 semanas hasta que una noche de madrugada salí a la proa del barco mientras Valeria dormía y allí encontré a Anny.

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