Luego de la batalla contra el gigante llegamos a lo que sería el lugar que indicaba el mapa.
Parecía una gran montaña empinada que no tenía acceso por tierra, o más bien, quien quisiera llegar al corazón del lugar tendría que escalar dicha montaña tan alta y empinada.
- ¿como subimos? - preguntó Valeria.
Observando bien a mi alrededor buscando una subida tuve una idea.
- Heimdal, ven amigo - dije.
El pegaso obedeció y se me acercó.
- necesito que lleves a Valeria a la cima de la montaña.
- ¿tu no vendrás? - preguntó Valeria.
- sería muy fácil llegar a la cima subido en Heimdal, me estoy oxidando, necesito entrenar más, tomaré esta montaña como un desafío para no volverme débil.
- esta bien, pero no tardes - dijo ella.
- esperame allá; Heimdal, si ves algún peligro protegela bien, ¿ok?
El pegaso asentó la cabeza en señal de afirmación.
Ambos partieron del barco y rodearon el perímetro de la montaña para facilitar el trabajo de volar a Heimdal.
Yo salté a la roca más cercana y empecé a escalar sin ningún objeto ayudandome, únicamente usando mis manos y piernas.
La montaña era muy alta, y en algunas partes se dibujaba una curva sobre la roca haciendo más difícil subir por ella.
Luego de 60 minutos subiendo sin descanso llegué a la cima del lugar sonriendo por el descanso que tendría al llegar, pero lo que estaba ahí me borró la sonrisa del rostro.
Todo era un enorme lago y en medio otra isla de tamaño también grande aunque no tanto como la isla principal.
- pero que demonios - pensé.
Estaba decidido a no usar mis poderes para este trabajo, así que tenía que pensar el algo, pero ya.
Rodeé el borde de la roca que contenía el lago y pude encontrar una parte de la isla del medio que estaba bastante cerca del borde principal, además habían rocas negras que sobresalían sobre el agua aunque lejos una de otra.
Salté por entre las rocas y al llegar a la isla de en medio empezaba nuevamente mi labor.
Llegando casi al final del recorrido luego de al menos 40 minutos noté por mis manos que fluia un líquido frío como el agua en invierno.
- esto no puede ser - pensé imaginando lo que estaba arriba.
Al llegar a la cima nuevamente me topé con un enorme lago y en medio otra montaña más pequeña de la cual si fluia mucha agua por los costados por momentos.
-Aquí vamos de nuevo - dije solo para mí.
Crucé como pude al otro lado saltando sobre nenufares que en ese lago habían y llegue a la montaña.
Subí ya bastante agitado dicha roca, el agua hacía más difícil mi tarea, la roca no era muy alta, pero el agua impedía que subiera, luego de unos 30 min subiendo al fin conseguí llegar a la cima.
En frente mío estaba un lago bastante más pequeño que los que había visto previamente y al frente un terreno rocoso y un poco humedo estaba una enorme mansión o al menos esa impresión me dio al inicio.
- un lago, sobre otro lago más grande, sobre otro aún más en medio del mar, esto es de locos - pensé.
Sobre el lago, a un lado estaba un barco volador anclado a una roca; quizás los tripulantes de este barco estén adentro, pensé.
La roca que rodeaba el lago era mucho más ancha que las anteriores así que fue sencillo llegar a la entrada de la enorme edificación.
En la puerta estaba Heimdal quien me recibió con empujones por parte de su cabeza contra mi pecho.
- fue difícil amigo, pero ya estoy aquí.
Valeria no estaba por ninguna parte así que me vi forzado a entrar al lugar.
Empujé las puertas y entré provocando que la gente volteara a verme.
Dentro parecía un restaurante tétrico y monótono, prácticamente todo el lugar estaba pintado de negro.
Mucha gente estaba dentro y casi todos me observaban fijamente excepto una figura femenina que tomaba una bebida, ella estaba volteada con una capa cubriendo todo su cuerpo así que no le di mucha importancia.
Las mesas eran atendidas por hombres bajos y con jorobas enormes en la espada, eran al menos unos 5 que atendían el lugar, eran bastante torpes de andar y algo grotescos de apariencia.
Entre toda esa gente pude diferenciar a lo lejos en la mesa de la mujer misteriosa a Valeria tomando alguna bebida caliente y conversando muy cómodamente con el muchacho que bajó del barco volador y nos ayudó a acabar con la criatura gigante.
Me sentí diferente en aquel momento, como si algo me apretara el estómago, quería golpear a ese mocoso con todas mis fuerzas, pero me contuve y ante la mirada de todos caminé hasta el mostrador del lugar y pedí una bebida.
No quería molestar a Valeria en su muy cómoda reunión.
Volteaba a cada momento para ver como estaba, pero siempre estaba muy tranquila y cómoda hablando con aquel niño.
Ya estaba arto y rompí con mis manos el vaso que tenía en mis manos. Me paré del lugar donde estaba y me dirigí a ella.
- cuando termines tu muy cómoda charla nos alcanzas, estaré afuera con Heimdal - le dije a Valeria enojado.
La figura femenina que estaba de espaldas se estremeció a escuchar mi voz y giró rápidamente.
- ¿¡Alejandro!? - gritó aquella figura mirándome fijamente a los ojos.
Era una mujer muy hermosa, tenía los ojos verdes y un rostro como de muñeca, se me hacía familiar pero no recordaba donde la había visto.
- Alejandro, no puedo creerlo, estás vivo - dijo entre lágrimas aún cubierta por su capa.
- disculpa señorita, ¿me conoce o la conozco? - pregunté extrañado.
La sonrisa de Valeria se borró y se quedó observando la escena, de hecho todo mundo volteó a ver, como si yo o esa joven fuera alguien famosa.
- ¿no me recuerdas?, te conozco desde que eramos niños. - dijo tomándome las mejillas y cariñandolas suavemente.
Me quedé observandola por un rato tratando de recordar, ciertamente parecía alguien a quien yo quería mucho,-pero no puede ser ella - pensé.
La mujer comenzó a quitarse la capa descubriendo primero su cabeza y luego su cuerpo.
- imposible - dije sorprendido.
- ¿ahora me recuerdas?
- A... Anny.
- si, te extrañé mucho, no sabes cuanto. - dijo entre lágrimas lanzándose a mis brazos y apretandome muy fuerte contra ella.
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Un Mundo nuevo
AcakDespués de perderlo todo en un mundo lleno de resentimiento, rencor, odio y muchas otras cosas negativas que habían casi acabado con la tierra misma; Alejandro, nuestro protagonista, tuvo un extraño sueño donde se le encarga la difícil tarea de salv...