las ruinas

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- ¿usted nos piensa entrenar?- Pregunté dudoso.
- a lo que puedo. - contestó la anciana.
- por cuanto tiempo y que nos enseñará.
- por el tiempo no estoy segura, solo sé que en el momento que yo muera, ustedes tendrán que partir y emprender nuevamente su viaje ya siendo más fuertes que antes. En cuanto a lo que les enseñaré, eso dependerá de la habilidad de cada uno y a lo que quieren enfocarse.
Me quedé pensando en silencio,- ¿es este el lugar al que teníamos que llegar para hacernos más fuertes?
Era cierto que este lugar no se puede ver y que llegamos aquí luego de evitar una pelea, pero tenía dudas acerca de si la anciana sería capaz de entrenarnos bien; ya que no parece muy fuerte físicamente.
- ¿quien le dijo a usted que buscamos hacernos más fuertes? - pregunté.
- Ángel me lo contó y justo ahora tuvo una visión donde se me encomendaba el trabajo de entrenarlos por el tiempo que me queda de vida.
- ¿segura que usted podrá anciana? - preguntó Alex dudando.
- ¿acaso van a dudar de la visión de su pequeño hermano?- respondió la anciana.
- no, tiene razón, si Ángel dijo eso debe ser por algo. - repliqué
- pues entonces empecemos ya, que no sé exactamente cuanto me queda de vida y no quiero perder un sólo minuto.
Cuando la anciana terminaba de decir esas palabras observé como el jefe se acercó a ellos por detrás.
- anciana Sabia, tu no poder entrenarlos. - dijo el jefe muy serio.
- ¿ah si? ¿Y quien me lo va a impedir?- dijo la anciana desafiante.
- anciana sabia, tu tener que obedecer lo que yo decir.
- no entiendo bien el motivo por el cual no quieres que los entrene, después de todo tu los trajiste.
- ser mayor error que cometer, no confío en ellos. - dijo el jefe observandome fijamente.
Supe de inmediato la razón por la que se negaba y desconfiada, no era para menos, yo no era alguien de fiar y el jefe no quería poner en peligro a su tribu; después de lo que hice con las rocas cuando nos conocimos, y que ahora todos crean que soy malo, en su lugar yo también haría lo mismo. Agaché la cabeza y estaba a punto de decirle a mis hermanos que era hora de irnos, cuando sentimos leves temblores por un momento y luego a la salida de la cueva algo iluminaba el lugar desde una posición donde no pudimos identificar de que se trataba; la luz se hacía cada vez más y más fuerte y comenzaba a iluminar todo dentro de la cueva, como si de un amanecer se tratase. Poco después lo que provocaba esa luz comenzaba a aparecer a nuestros ojos. Una enorme bola de fuego, como las que yo solía hacer antes de llegar a este lugar, al llegar al ojo de la cueva se detuvo y permaneció quieto.
Había algo diferente con este fuego, como si tuviera vida propia. No parecía ser controlada por nadie además de tener algo similar a un rostro que nos observaba fijamente.
Todos ahí se quedaron inmóviles, volteé a los costados buscando a mis hermanos y vi ambos permanecían escondidos detrás de una piedra. También noté que las gemelas habían desaparecido y que la anciana se preparaba para una batalla inminente.
- ¿que es eso? - pregunté inmóvil con voz muy baja.
- sphelio, le di ese nombre tomando por referencia su cuerpo cubierto de fuego. Habitan los territorios de las montañas más altas, allá donde las nubes tocan los cerros; en ese lugar habitan en abundancia y se alimentan de oxígeno. - dijo la anciana también en voz baja. - no entiendo como llegó tan bajo uno de estos. De cualquier forma, si sigue aquí estaremos acabados, tendremos que luchar, aunque honestamente no estoy segura de si podemos derrotarlo y menos en un lugar tan estrecho como este.
- que hacemos anciana - pregunté
- tendremos que atacar primero, cuando cuente a 3 quiero que todos se pongan contra el piso.
Yo solo escuchaba lo que malala dijo, no quitaba los ojos de la enorme esfera animada frente a nosotros, por más brillante que sea o por mucho calor que sintiese, no podía quitarle los ojos de encima; entonces vi como las pocas gotas de agua que daban en su cuerpo se evaporizaban instantáneamente produciendo el típico sonido de el agua tocando algo muy caliente.
- 1... 2... Y ... ¡3! - dijo esto último gritando la anciana.
De inmediato todos se pusieron en el suelo y la bestia de fuego se alteró, de su cuerpo se desprendieron pequeños cuerpos de fuego que los lanzó a alta velocidad contra nosotros. No sabía exactamente que hacer, pero la anciana si, ella comenzó a formar un circulo grande con la alabarda del jefe y la velocidad de giro fue tal que creo tanta presión de aire que devolvió las bolas de fuego a la criatura. Aunque a la criatura casi no le hizo nada; después se acercó más a la esfera de fuego, lo suficiente como para que fuera posible desde nuestra posición comparar tamaños, el sphelio era enorme y de un bocado podría devorar totalmente a la anciana.
No podía quedarme de brazos cruzados mientras la anciana luchaba sola por nosotros, así que moví ligeramente los brazos, como atrayendo algo desde la cascada, se formó un cúmulo de agua amorfa lo cual lancé contra la bestia. Lo que le lancé nisiquiera le hizo un rasguño, el ataque fue muy pequeño y no podía canalizar mi poder por el miedo.
Todo se resumía a lo que la anciana podía hacer.
- muchacho, tu poder nos será muy útil en esta pelea, así que relajate y trata de concentrar tu poder. - dijo la anciana mientras cortaba las bolas de fuego que no dejaba de lanzar la criatura.
- trataré
- no necesito que trates, necesito que lo hagas. Te lo pondré de este modo, si no hacemos algo, todos aquí morirán.
Esas palabras me hicieron caer en razón, así que esta vez enfoque mi irá y la combiné con mi poder. De lo más profundo del risco levanté una esfera de agua del mismo tamaño que la criatura de fuego y lo levité hasta la misma altura que la criatura estaba, la bestia de inmediato comenzó a lanzar bolas de fuego contra el agua, pero fue en vano. Era una criatura fuerte pero no parecía agresiva; pero de todos modos no podía dudar ahora, todos estaban en peligro. Lancé toda la esfera de agua contra la criatura lo cual levantó instantáneamente una cortina de vapor muy densa. No se podía ver nada y tampoco hacer nada. A través del vapor vi, afuera de la cueva una luz muy débil. Me acerqué a la entrada de la cueva y observé.
La bestia no brillaba más, o al menos dejó de hacerlo luego de mi ataque y Parecía más calmada.
- rápido, mi bola de cristal. - dijo la anciana parandose a un lado de una roca con profundidad circular.
Los nativos le llevaron la bola de cristal y la anciana observó fijamente la esfera de cristal.
Mientras hacía eso yo me preparaba para otro ataque.
- no lo ataques - dijo la anciana.
- ¿pero por que? Ya lo tenemos servido.
- sphelio no está aquí por gusto, fue obligado a salir de su hogar, algo grande alteró su hogar y solo buscaba huir.
- ¿que? ¿de que hablas anciana? ¿que es eso que alteró su hogar? - pregunté.
- no puedo, siento una presencia negativa en aquel lugar pero todo esta oscuro, solo pude deducir eso.
- de cualquier forma no puede quedarse anciana, es muy grande, además nos atacó.
- nos atacó porque nosotros lo asustamos. Es inofensiva, así que déjala.
De pronto la gran esfera de fuego se encogió del tamaño de un puño cerrado y fue directamente con la anciana.
-pero mira nada más que hermosa bestia, me lo voy a quedar- Dijo la anciana.
Todos se asombraron mientras se levantaban del piso; la anciana se quedó con la esfera de fuego como si de una mascota se tratase.
Miré como la anciana acogía a sphelio y pensé que ya era hora de irnos.
- bien muchachos, vámonos. - dije.
Entonces el jefe se paró frente a nosotros.
- ustedes quedar - dijo el jefe cruzando los brazos y parandose en medio de nuestro camino.
- no nos quieren aquí, es mejor irnos. - respondí.
- ustedes... Ustedes deber quedarse. Yo cometer grave error pensando mal de ti; yo dudar de anciana sabia y no ser bueno, yo arrepentido.
- quedemonos, ¿si? - dijo Ángel.
- creo que es mejor quedarnos, después de todo vinimos a eso, ¿no crees? - agregó Alex.
- nosotras los ayudaremos en su entrenamiento también. - dijeron las gemelas.
De pronto todo mundo quería que nos quedaramos, cuando hace unas horas todo mundo me tomaba como el malo.
- entonces quédense ustedes chicos, no creo ser necesario aquí. - dije en tono molesto.
- ¿seguro que quieres dejar a tus hermanos, Alejandro? - dijo la anciana. - si algo malo le sucediera a Ángel en tu ausencia, ¿te lo perdonarías? - dijo la anciana
- no... No lo sé, supongo que no.
- tus hermanos te necesitan, al menos hasta que cada uno pueda valerse por si mismos y lo sabes. Los 3 son un equipo ahora, así que piensa bien lo que harás.
- solo no quiero causarles problemas.
- y no lo harás, en caso lo hicieras, ¿a ustedes les importaría las molestias que su hermano les pueda causar? - preguntó Malala dirigiéndose a mis hermanos.
- no - dijeron sin dudar ambos al mismo tiempo.
- su... supongo que me puedo quedar si es así. - dije algo tímido.
El jefe lanzó una sonrisa de satisfacción y aunque la mayoría de los nativos no parecían convencidos de que yo me quedara, todos aceptaron la decisión de los líderes del clan.
- bien, no podemos perder tiempo, siganme. - dijo la anciana dirigiéndose a la salida de la cueva.
- vengan, rápido - dijeron las gemelas mientras corrían detrás de la abuela.
Primero se aseguró de que la canasta no se había dañado por el fuego, se paró sobre el y dio un silbido bastante fuerte. Pasaron al menos 5 segundos después del silbido y un camino de rocas se comenzó a dibujar desde la cascada hasta nuestra posición. Rocas de distintas partes del risco comenzaron a juntarse y a flotar al frente de nosotros por medio de los riscos hasta llegar a la cascada.
- no eres el único con control de los elementos he - dijo la anciana dándome un golpe con el codo-¿que esperan?, vamos.
Comenzamos a caminar con mucho cuidado por ese camino hecho de rocas hasta la cascada pero el camino terminaba ahí y la cascada parecía muy fuerte para subir por ella.
- ¿y ahora que? - dijo Alex.
- esto - dijo la anciana mientras apartaba la pequeña esfera de fuego que había comenzado a seguirla a todas partes.
Levantó las manos y las extendió a los lados. Entonces el agua de la cascada comenzó a dividirse en cierto punto como a 2 metros y medio sobre nosotros; al frente nuestro se abrió un camino totalmente oscuro dentro de la cascada en el cual la anciana entró.
Detrás de ella la bola de fuego y aún más atrás Nikole, Xaori, Alex, Ángel y yo la seguiamos. Todo estaba muy oscuro y de rato en rato Nikole jugaba con nosotros aprovechándose de su habilidad.
- ¿hasta donde iremos? - pregunté a Nikole, quien era a quien más confianza había tomado.
- ni idea - dijo ella.
- ¿que acaso nunca vinieron aquí mientras entrenaban? - pregunté.
- no nunca, solo entrenamos en las cavernas. - respondió Xaori.
Caminamos ya por 20 minutos más o menos contando los minutos anteriores y al fin pudimos ver una luz al final del camino. Estaba lejos según parecía y por el brillo del exterior nos fue imposible ver que había afuera.
Nos fuimos acercando a la salida de la cueva y la luz del sol nos cegó por unos segundos al lograr salir del lugar.
Cuando recuperé la vista no podía creer lo que veía, un mundo absolutamente diferente al que estaba acostumbrado; eran una ruinas antiguas con construcciones modernas pero talladas en roca, además habían distintos tipos de animales entre los que eran nuevos para mi y los que no había visto jamás. La vegetación había hecho lo suyo en las paredes consumiendolas y cambiando el paisaje.
Edificios y templos destruidos por todos lados, solo una menor parte de ellos se mantenían aún en pie. Las calles del lugar estaban agrietadas y del suelo crecían plantas. En las paredes de los templos en pie habían escritos antiguos en otro idioma que nos fue imposible descifrar; las trozos de roca también tenían escritos pero al estar divididas los escritos estaba incompletos. Incluso habían sectores hundidos en el agua que llegaba desde el lago que se encontraba al otro lado de las ruinas. Todo el lugar estaba rodeado de montañas con el cielo despejado iluminando el lugar.
- wow... - dijimos todos casi en coro.
- con que aquí es donde venía cuando desaparecía de la tribu por días- dijo Xaori sin dejar de contemplar lo que veía.
- ¿donde estamos? - pregunte sin dejar de observar a todos lados.
- aquí entrenaremos sus habilidades.- Respondió la anciana. - pero primero siganme, hay algo que debemos hacer primero.
La anciana siguió su camino con la criatura de fuego cerca de su hombro derecho y nos guió a una especie de templo que aún se mantenía en pie, solo quizás con algunas rajaduras. Dentro el lugar se iluminó por completo con antorchas ubicadas en las paredes que se encendieron como por arte de magia cuando ingresamos al lugar. Habían infinidad de libros ubicados alfabéticamente en estantes marrones de madera.
- ¿que es esto? - pregunté leyendo los títulos de algunos libros sin retirarlos de los estantes.
- sus habilidades fueran descritas mucho antes de su nacimiento en algunos de estos libros, ahora nuestro trabajo es encontrar esos libros, si no los encontramos tendremos que descender al otro nivel, aunque sinceramente nunca he logrado bajar yo sola. - dijo la anciana Malala.
- nos pusimos a buscar libros que tuvieran algúntítulo relacionado a nuestras habilidades por al menos 4 horas, pero el único que tuvo suerte fue Ángel, quien encontró un texto relacionado a la clarividencia.
- no hay opción, tendremos que descender un nivel.
Caminamos hacía el interior del lugar y luego bajamos unas escaleras de piedra muy bien talladas y que estaban en forma de espiral.
- ¿y ahora que? - pregunté
- no estoy segura, nunca logré pasar al otro lado. - respondió Malala.
- ¿pero que dice ahí?
- dice que solamente se abrirá la puerta para aquellos cuya intención sea poseer lo que esté dentro, pero no hacer uso de lo que se encuentre.
Eran dos puertas enormas de madera antigua que chocaban en un solo punto y en medio de ellas, a la altura de 1.50 m sobre el suelo más o menos estaba una esfera del tamaño de una bola de béisbol que al parecer era la cerradura.
- Obviamente por más sabia que sea no puedo evitar querer aprender de lo que hay adentro, como consecuencia la esfera reconoce mis intenciones y no me permite pasar al otro lado.
Cada uno de nosotros probó suerte con la esfera, pero obviamente todos teníamos intención de hacer uso de lo que estuviese dentro, así que fallamos. Nos sentíamos derrotados cuando nos dimos cuenta que el pequeño Ángel no hizo la prueba, y no fue hasta que lo escuchamos hablar.
- ¿por qué están tristes?- preguntó Ángel inocentemente.
- ¡Ángel! - dijimos todos en coro.
Obviamente todos pensamos en lo mismo, pero si Ángel supiera exactamente que queríamos hacer luego de entrar, el tampoco sería capaz de abrir la puerta. Así que no le dijimos nada y solo le hicimos tocar la esfera que estaba sostenida en la mitad de la puerta, de pronto la esfera liberó una luz cegadora y las puertas se abrieron. Ángel aún sosteniendo la esfera alzó la mirada y se quedó preplejo ante lo que vio.
Tesoros, libros antiguos, joyas, armaduras, armas y muchas otras cosas más en su mayoría de metal y muy antiguas dispersas por todas partes que se lograron ver una vez las antorchas se encendieron, estaban en un cuarto amplio con las paredes blancas un poco desgastadas por el tiempo, pero es como si nadie hubiera entrado a ese lugar por mucho tiempo.
-al fin, después de tanto tiempo, he logrado entrar aquí. - dijo la anciana en tono de alivio.
Todo el lugar estaba desordenado, pero según la anciana, muchas cosas ahí nos ayudarían no solo en nuestro entrenamiento, sino también en nuestro viaje.
Fuimos cada vez más adentro del lugar observando a todos lados. Las gemelas se apoderaron de algunas armas de cuerpo a cuerpo. Xaori tomó un par de dagas bastante inusuales; Nikole por su parte, tomó el arco de flechas que no dejaba de brillar cuando lo tocó, de hecho cuando Xaori tocó las dagas, estás brillaron también y es por eso que Xaori consideró que las dagas iban con ella. Yo por mi parte tomé una espada bastante ligera que de igual modo comenzó a brillar cuando lo toque, antes había tocado una lanza y una alabarda, pero ninguno brilló; también tomé un escudo mediano y ligero que cuando lo tomé brilló. Alex por su parte se quedó con unos guantes que parecían de oro. La anciana no tomó ninguna de las armas, pero Ángel había tomado una esfera, similar a la de Malala con lo que se conformó. Seguimos avanzando ya con nuestras armas cuando vimos en un lugar apartado y sin ningún objeto cerca en el suelo varios talismanes similares a collares de oro con una gema dentro cada uno, los cuales se apreciaban gracias a que los talismanes no eran completamente cerrados. Corrimos todos hasta ellos y quisimos ver que eran pero la anciana tenía otros planes para esos talismanes.
- alto, no se les ocurra tocar esos talismanes. - dijo Malala. - si lo que leí en algunos libros del otro lado es cierto, no cualquiera puede usarlas. Tendremos que ver con cual de ellos es compatible cada uno de ustedes.
- ¿pero que son? ¿ y como sabremos eso? - pregunté.
- cuando se acerquen lo suficiente a ellas lo sabrán.
Alex tragando saliva se dirigió a los tesoros, los cuales tenían gemas de distintos colores, tomó una de ellas, pero nada sucedió, siguió intentando y al tercer intento, el talismán con la gema roja liberó una luz potente del mismo color que la piedra y luego se apago.
- ese es el talismán adecuado para ti, Alex. Ahora solo te pertece a ti y a nadie más, usalo cuando sientas que es necesario. - dijo Malala.
Apenas terminó de decir eso y el collar se desvaneció en manos de Alex.
-¡¿a donde se fue?!- preguntó Alex asustado.
- ahora es parte de ti - dijo Malala.
Todo mundo enmudeció al ver eso y cada uno fue en busca de su talismán ideal.
Nikole y Xaori se apoderaron de los talismanes con las gemas marrón y púrpura respectivamente. Mientras que Ángel tomó la que tenía la gema azul. Yo por mi parte, no sabía cual tomar, en el suelo estaba una gema negra que brillaba cuando me acercaba, no quería tomar ese, definitivamente todos pensarían que algo anda mal, el negro suele representar el mal después de todo. También estaba un talismán con una gema blanca, tan blanca como la nieve, pero no respondía a mi cercanía; Algo no estaba bien y no quería arriesgarme.
- ¿por qué no tomas una? - preguntó Malala.
- es que, ninguna se activa conmigo- mentí.
Prefería quedarme sin un talismán, a que todos piensen lo peor de mi.
- eso no puede ser posible, vamos a revisar una por una de nuevo - dijo ella mientras tomaba todas las joyas.
Aproximó cada una a mi y ninguna funcionaba; yo tenía miedo, no estaba dispuesto a tomar la gema negra,- ya de por si todos en la tribu sospechaban que no era confiable, con esto probablemente me echen a la fuerza.- pensé
- hasta que la anciana levantó la gema negra hacía mi y esta libero una luz negra, más negra que la noche. Todos se quedaron observando probablemente pensando algo malo de mi. No podía tomar esa gema.
- mmm... , esto es nuevo, pero ya qué, tomala.
- no anciana, no lo haré, definitivamente no aceptaré que la gema negra sea para mi, todo mundo pensará lo peor; no la quiero. - dije algo molesto.
- las gemas no representan el bien o el mal muchacho tonto- dijo Malala luego de golpearme la cabeza con el puño. - las gemas tienen un principio similar a los poderes que poseen, por lo que reaccionan a dichos poderes. No se basan en el bien o el mal, así que tomala y ya no hagas problemas muchacho.
Tomé el talismán de muy mala gana y la gemanegra brilló nuevamente, al poco tiempo se apagó y se desvaneció por completo de mis manos. Cuando eso pasó sentí un golpe muy fuerte en el corazón, como si algo lo estuviera estrujando; al mismo tiempo el lugar comenzaba a temblar y el edificio a derrumbarse.
- ¡corran! - gritó Nikole
Todos salieron corriendo menos yo que trataba de reponerme del ataque al corazón que tuve. Cuando me reincorporé corrí a la puerta con mi escudo y mi espada en mano, pero resbalé y caí duramente contra el piso. Todo estaba por derrumbarse así que no había tiempo de dolor, traté de ponerme de pie como podía, hasta que vi un libro antiguo con una gema multicolor que brillaba frente a mi, sin pensarlo lo tomé también corrí a la salida.
Todo el edificio caía pedazos y afortunadamente para mi, ningún bloque de roca cayó sobre mi. Ya por llegar a la salida vi como todos mis amigos me animaban a que no me detenga mientras yo corría raudo a la salida como podía con los objetos que tenía en mano.
- ¡eso estuvo cerca! - dijo Ángel muy agitado.
- por que demonios te quedaste inmóvil, por poco y no la cuentas. - me reprochó Alex.
- por que demonios me abandonaron si vieron que no me podía mover insecto.
Todo indicaba que estabamos a punto de luchar, las chicas se hicieron a un lado y Ángel comenzó a asustarse.
   - jajajaja ... - reímos ambos al mismo tiempo.
   - ya necesitaba uno de esos regaños. - dije yo
   - yo igual, pero ya en serio porque no te moviste; pensé que ya no podrías salir de ahí.
Me conmovió lo que dijo ya que el suele ser un tipo duro y serio.
   - imagina el trabajo que nos hubiera costado sacar el cuerpo de los escombros. - dijo el.
Lo miré fijamente y ambos reímos ya que yo sabía que el no es de las personas que expresen fácilmente sus sentimientos, por lo que asumo que dijo eso para no perder su imagen.
   - serás cabrón. - dije respondiendo a lo que dijo.
   - jaja, lo siento; veo que conseguiste nuevos objetos ahí dentro antes de que todo se derrumbara.
   - si supongo que pude rescatar algo. - dije mientras observaba las cosas que saqué.
No me había percatado que entre las cosas que tenía, aparte del libro, estaba una especie de báculo de mago con una piedra blanca en la punta cubierta por partes por un metal similar al oro.
   - no creo que eso te sirva - dijo la anciana tomando el báculo.
   - no sé como llegó a mis manos, solo recuerdo que resbalé y la piedra de este libro brilló entonces recogí todo muy apurado y luego salí corriendo. - dije enseñando el libro.
   - déjame ver- dijo la anciana observando la pasta. - pero que tenemos aquí, al parecer conseguiste algo muy valioso niño.
   - ¿usted crees? - pregunté.
   - definitivamente te ayudará a ti en parte, aunque no entiendo muy bien la razón por la cual también se filtró ese báculo.
Mientras hablábamos, Ángel se quedó mirando fijamente a la nada sin hacer gesto o movimiento alguno por unos largos segundos. Cuando volvió en si llamó a Malala y le dijo algo en secreto. Después ella se acercó a nosotros con una cara de satisfacción que a la vez parecía de dudas.
   - ¿que dijo Ángel anciana? - pregunté.
alex y yo, por el tiempo que pasabamos con Ángel, sabíamos que cuando se quedaba así, era porque en ese lapso de tiempo veía los acontecimientos futuros.
   - creo que el más indicado para explicarlo es Ángel. - dijo Malala. - diles a tus hermanos lo que viste, pero ya sabes, sin detallar mucho o algo podría salir mal.
La anciana de entre sus pertenencias sacó los talismanes que ninguno podía usar y entregó a Ángel cada uno además del báculo.
Ángel se acercó a nosotros y nos dio los objetos.
   - estos dos talismanes te servirán a ti Alex, cuidalos hasta que encuentres a las personas indicadas a quien darselos.-  Dijo Ángel.
   - ahora, hermano Alejandro, te toca cuidar de este báculo y de este talismán hasta que encuentres a su usuario. - dijo mientras me daba el báculo y el talismán con la gema blanca.
Cual sería la razón por la que Ángel me daría esos objetos, es claro que yo no era compatible con ninguno.
   - ¿y a quién se los tengo que entregar?- pregunté a Ángel.
   - ya lo sabrás, mientras guardalo.
La anciana Malala revisaba el libro que obtuve con mucho asombro.
   - ¡anciana!, ¿encontró algo valioso? - pregunté.
   - no solo eso, pero tendré que enseñarte este idioma para que puedas hacer uso de el por tu cuenta.
Me quedé un poco sorprendido, aunque también algo aburrido. Ya pensaba que el entrenamiento sería tedioso y ahora tenía que lidiar con ese idioma tan extraño.
   - genial, más tarea. - dije de mala gana.- además como llevaré todo esto conmigo. - dije cargando todos los objetos.
Al poco tiempo de haber dicho eso la espada y el escudo se desvanecieron igual que el talismán negro.
   - ¡¿que pasó?! - dije asustado.- solo dije que no sabía como llevar todo, no que no los llevaría conmigo.
   - interesante, esto no aparecía en los otros textos antiguos. Quiero probar algo; alejandro, visualiza tu espada y tu escudo en tus manos, pero primero deja todo a un lado.
   - bueno.
   - ¿ya?
   - si.
   - bien, ahora has lo que te dije.
Visualice mi espada tal cual lo recordaba y el escudo, la espada en mi mano izquierda porque soy más hábil con esa mano y el escudo en mi mano derecha. Poco a poco fueron materializandose ambas armas conforme las visualizaba hasta el punto de aparecer completamente.
   - wow!!! Yo también quiero intentarlo. - dijo Xaori.
Todos intentaron lo mismo  resultó que las armas se desvanecian y aparecían siguiendo nuestra voluntad.
   - bien, ahora ya que todos están listos comamos algo. - dijo Malala mientras nosotros guardabamos los objetos que no podiamos desvanecer.
   - que bien, ya tenía hambre. - dijo Nikole.
   - ¿y la comida? - preguntó Ángel.
   - esa será su primera tarea, los demás deben encontrar comida trabajando en equipo mientras nosotros preparamos lo demás para cocinar los alimentos.
   - ehhh????!! No nos dijo nada de eso anciana. - reprochó Nikole
   -dense prisa, y regresen antes del anochecer que suele ser peligroso, pero tengan cuidado, ahora a parte de los animales salvajes jamás vistos antes también están varias criaturas de diferentes mitologías caminando por todo el mundo, la razón de que se volvieran reales las desconozco, solo tengan cuidado. - dijo nuevamente Malala.
Partimos juntos entonces a tratar de conseguir alimento, no sería complicado diferenciar lo comestible de lo que no se podía comer; el problema era que todo lo comestible que encontrabamos nos superaba en tamaño o en número y las horas seguían pasando mientras nosotros aún no encontrabamos nada.
   - no podemos seguir así- dije serio- o vamos por algo grande o por algo pequeño pero numeroso. Ustedes decidan.
Lo pensaron todos juntos un momento y respondieron en coro.
   - ¡por algo grande!
   - entonces no se diga más, vamos por el jabalí gigante que vimos hace poco.
Todos fuimos en esa dirección mientras elaborabamos un plan. Al llegar al jabalí, este vino muy rápido por nosotros lo que hizo que nuestro plan no sirva. Teníamos que improvisar así que con mi poder de tierra hice que la tierra sobre el se hiciera movediza; el jabalí era muy rápido, que escapó antes que la tierra lo tragara. Estabamos en serios problemas, el jabalí intuía todos nuestros movimientos, incluso podía percibir a Nikole cuando era invisible. Nada de lo que haciamos servía, pasaron algunas horas y ya todos estabamos realmente cansados, excepto el jabalí.
   - si seguimos así no conseguiremos nada- dijo Alex.
   - lo sé, si tan solo tuvieramos arm...
Recordé que todos poseiamos armas y que podíamos probarlas aquí.
   - ¡escuchen todos! Usen sus armas. - dije en voz alta.
Todos invocaron sus armas. Nikole con sus dagas; Xaori y si arco con flechas; Alex y sus guantes, parecían muy grandes, pero luego se volvió del tamaño ideal para él. Yo Invoqué mi espada y escudo y nuevamente fuimos a cazar al jabalí. Nadie sabía como usar sus armas, todo lo que hacíamos era agitarlos torpemente; aún así logramos herir a la bestia hasta que al final hicimos un ataque combinado para vencerlo al fin. Xaori lanzó una flecha que con suerte llegó directo a uno de los ojos del jabalí, después Nikole le clavó sus dagas en la espalda, casi al instante Alex le dio un golpe en la cabeza con ayuda de su poder y al final yo tenía que terminar todo, jamás había matado un animal no sabía como, pero no había tiempo para dudas, corrí a el animal empuñando la espada con ambas manos y clavé mi espada en el corazón del jabalí, no fue difícil llegar ahí, era enorme y casi de pie logré insertar la espada. La bestia cayó muerta delante nuestro y nosotros al fin teníamos un respiro. Tirados en el suelo recuperando el aliento vimos a la bestia a detalle. No era un jabalí cualquiera, sin tomar en cuenta su tamaño su espalda cubierta de espinas, sus colmillos enormes  afilados, su pelaje cubierto de sangre y heridas los cuales, muchos de ellos, probablemente fueron por batallas con otros animales quizás por territorio o por supervivencia.
   - ¿no estuvo tan mal he? - dije tratando de sonreír.
   - tuvimos suerte, mucha suerte - respondió Nikole.
   - las armas nos ayudaron mucho, aunque ni siquiera sabíamos como usarlas. - dijo Alex.
   - chicos, no quiero ser aguafiestas, pero está anocheciendo, tenemos que movernos. - dije poniendome de pie
Todos se pusieron de pie y como pudimos arrastramos a la bestia con unas sogas que las gemelas tenían.
   - ya estamos aquí - dije cansado mientras todos caían al suelo totalmente agotados.
Vimos mientras llegabamos a la plaza del lugar que Malala salía de una de las edificaciones con Ángel,- probablemente ahí nos quedaremos pensé.
   - tardaron mucho, pero al menos trajeron algo bueno. No esparaba que lograran conseguir algo así. - dijo Malala.
   - no ... Bromee así anciana - dijo Alex desde el suelo.
La anciana cocinó parte del animal y comimos todos a la luz de la fogata. Cuando todos ya casi habían terminado me puse de pie.
   - ya regreso - dije.
   - ¿a donde vas? - preguntó Alex
   - a lavarme la cara para dormir tranquilo.
   - no vayas muy lejos, es peligroso de noche aquí- dijo Malala.
   - no lo haré.
Tomé un poco  fuego de la fogata con la mano e hice una esfera de fuego de regular tamaño que me me acompañó.
Caminaba pensando el porqué no había usado el fuego para atrapar al animal cuando choqué con una estatua enorme frente a mi. Levanté la cabeza para ver lo que era y parecía que era un hombre; entonces levité la esfera de fuego hasta el rostro de la estatua y la hice desender lentamente hasta la base para ver mejor. Mientras la esfera recorría toda la estatua alcancé  ver un tridente en la mano de la estatua.
   - no puede ser... No puede. - dije tartamudeando.
Si era lo que estaba pensando no era un lugar cualquiera. Corrí rápidamente a la anciana con la esfera cerca de mi y le pregunté bruscamente.
   - anciana, donde estamos y dime la verdad.
   - ¿eh? ¿Acaso no es obvio?
   - ¿que es obvio?- preguntó Alex
   - estamos en la Atlántida.
Entonces todo mundo enmudeció.

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