Capítulo 24

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No quería que se metiera en mi vida por qué no soportaría que me lastimara.

¿Y qué había echo yo?

¿Qué acaso no lo había lastimado yo?

Lo lastime cuando le dije que estaba mejor sin él, yo lo miré en su mirada y aún así di media vuelta y huí.

—Me preguntas que si yo te mentiría, pero tú si puedes hacerlo?— habló con voz seria —¿Tienes idea de lo que sentí?— había dolor en sus palabras, sabía el daño que le estaba causando pero siempre era una egoísta que pensaba en mí. Solo en mí.

—Lo siento, en verdad que lo siento. Estoy asustada, muy asustada— admití en voz alta

—Bien— miré como tomaba sus cosas dispuesto a marcharse. Como siempre lo hacía o como ambos lo hacíamos.

—No— corrí hasta la puerta y la cerré impidiendo que diera un sólo paso más

—Hailey— respiró hondo —Está bien. Sé qué no me conoces lo suficiente o lo que sea, pero tampoco puedes decir algo así, ¿para qué?

—Para que ¿qué cosa?— me mordí el labio inferior con fuerza. No quería que tirara la toalla tan pronto. No cuando comenzaba a admitir todo.

—El mentirme— reprochó —Sé qué no está bien mi forma de quererte, pero es qué…— sus labios se cerraron y crearon una línea recta.

Comenzó a tirar su pelo un poco con frustración —No pienso cuando estás cerca ¿entiendes?— tomó mis mejillas entre sus manos acortando la distancia que nos separaba.

¡Dios! Claro que lo sabía

Justo ahora no pensaba, su simple cercanía hacía que me falté el aire, en el buen sentido.

Y por supuesto que sería un verdadero placer morir de esta manera, con él a mi lado sosteniéndome entre sus brazos y no soltándome jamás.

—Hai— acarició la punta de mi nariz con la suya haciendo pequeños círculos

—Me… meh…, me pasa lo mis…mo— mi voz era ronca jadeante

Dios! ¿Cómo pude besarlo antes sin desmayarme?

O mejor dicho como he podido mantenerme alejada de este hombre por tanto tiempo.

—¿En serio?— escondió su cara en mi cuello mientras sonreía contra el.

—Sí — suspiré

Oficialmente voy a morir de un ataqué cardíaco pero felizmente.

—Respira Hailey— habló contra mi oreja sintiendo su aliento tibio golpeaba mi piel sensible

—Yo…— abrí los ojos ni siquiera había notado en que momento los había cerrado —Lo siento..?

Se separó de mí, pero sus manos me sujetaron por las caderas con firmeza cosa que agradecí mentalmente.

—No lo vuelvas a hacer— me miró fijamente con una sonrisa que mostraba sus dientes bancos

—¿Qué cosa?— pregunté con voz ronca

—Decirme cosas así, te creí y pensé que no te interesaba en absoluto— su ceño se frunció y me atreví a alisarlo con mis dedos.

Sus ojos se abrieron y bajé la mirada avergonzada.

—Ss-sí— asentí

Prácticamente estaba jadeando, ¿y qué había echo? Nada, sólo sostenerme y esconder su cara en mi cuello

~Notas para ti~ [COMPLETA☀️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora