~Notas para ti~ [COMPLETA☀️]

Capítulo 77

Salí de mi cuarto mientras limpiaba mis manos en el, tenía sudor en ellas.

Los chicos estaban sentados comiendo palomitas, apenas se percataron de mi presencia ambos me dieron una sonrisa de boca cerrada y ambos levantaron su pulgar.

Agradecí, mientras revisaba que en mi bolso tuviera lo necesario.

—Son las 6— anunció Zec —El camino es largo— advirtió

—Lo sé, deséenme suerte— les sonreí a ambos

—Ese idiota caerá a tus pies— dijo Zec con simpleza

Reí ante su comentarios mientras Daniel se puso de pie.

—Te llevó, me dijo que Ian no llegaría.— señaló a Zec

Asentí y en silencio salimos del edificio.
Cuandos nos montamos en su carro, ninguno de los dos hablaba. Yo sabía por qué pero él no lo sabía.

—Se que escuchaste— dijo con la mirada fija en el camino

—Ah— fue lo que salió de mis labios

—Está bien, Zec tiene razón.

Asentí y tragué saliva para armarme de valor y hacerle la pregunta que me rondaba por la cabeza.

—¿Tu tienes sentimientos… por mí?— me removí en mi asiento nerviosa.

Suspiró y negó con la cabeza —No Hailey, pensé que sí pero no.

Asentí menos nerviosa que antes era como si me hubieran quitado un peso de encima.

Daniel me gustaba pero yo jamás podría responderle si tuviera sentimientos por mí. Él es un chico listo y guapo, estoy segura que podría encontrar a alguien más.

—Soy viudo— anunció haciendo que girara mi cuello rápidamente para mirarlo.

—¿Qué?— dije con la boca abierta

—Se que soy joven para eso…— sonrió con tristeza —Nos casamos apenas teníamos la mayoría de edad, justo antes de ir a la universidad pero justo en el segundo año ella murió de cáncer.

Un nudo se formó en mi garganta, miré que estaba apretando el volante demasiado que sus nudillos estaban blancos.

Hice que se desviara y se parará a un lado de la carretera.

Me quité mi cinturón y lo abracé con fuerza.

—Ella murió, yo no… yo no pude salvarla— sollozó en mi hombro mientras se aferraba a mí con fuerza.

—Lo lamento mucho Daniel.

—Me dijo… antes de que muriera que encontrará a alguien más… me negué… yo la amo a ella.

Sobe su espalda, dejando que llorará en mi hombro.

No sabía de la existencia de ninguna mujer en su vida, no solía contarme mucho de él sólo lo básico. Pero no podía reclamarle por no contarme antes, no tenía que hacerlo sino quería pero aquí estaba llorando en mi hombro justo como yo lo había hecho con él.

Cuando los sollozos se convirtieron en silencio, se alejó de mi poco a poco.
Sus ojos estaban rojos y sus mejillas húmedas.

—Cuando te miré corriendo, pensé que tu cambiarías todo… lo hiciste pero no… no siento lo que creía sentir por ti. Sólo te quiero como amiga— su vista estaba baja y si no fuera justo en este momento me hubiera reído.

—Daniel…— tomé su barbilla en mi mano haciendo que levantará la vista hacia mí —No te disculpes ni sientas tristeza por que no tengas sentimientos por mí. Te quiero muchísimo y estoy segura que tu esposa te mandara a alguien que te cuide y te quiera—. Le sonreí con ternura