Capítulo 62

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Dejé que el agua tibia cayera libremente por todo mi cuerpo, respiré profundamente tal vez eso me limpiaría de toda la suciedad que sentía.

Estaban tan cansada pero tenía miedo de cerrar los ojos y que mis sueños se volvieran pesadillas. Sólo quería dormir, era lo único que quería. No tenía nada, estaba sola, sin dinero, completamente sin nada. Tenía tantas cosas en la mente que ya ni siquiera podía recordarlas con claridad.

Puse shampoo en mi cabello para después masajear mi cuero cabelludo, y enjaboné con fuerza mi cuerpo, con el jabón líquido de Ian.

Salí de la ducha, con una gran camisa de fútbol y unos bóxers que bien parecían unos shors.

Ian amablemente me había cedido su cama, tenía más habitaciones pero dijo que no estaban en condiciones de quedarse allí, así que él dormiría en el sofá de la sala.

—¿Quieres algo de cenar?— asomó su cabeza por la puerta abierta de la habitación

Negué levemente, mientras cepillaba mi cabello.

—¿Quieres dormir?— preguntó entrando por completo

Negué de nuevo.

—Bien. Creo que iré a la cocina, llámame si necesitas algo gomita.

Elevé mi cara rápidamente con confusión, recordaba ese apodo, pareció darse cuenta por que comenzó a tragar saliva.

—¿Cómo… cómo me llamaste?

—Yo… lo siento así le decía a… Area, eso es— asintió varias veces

—No es cierto. Recordaba el apodo pero no recordaba que tú… tú me llamabas así— fruncí el ceño

—No te culpo.

Tomé asiento en la cama, y señalé un lugar indicándole que se sentará.

—¿Porqué me decías así?— solté

No parecía el mejor momento para preguntar pero no podía evitarlo. Suspiró derrotado y tomó asiento mientras yo me cruzaba de pies para estar más cómoda.

—Eras pequeña, y delgada, y lo único que sobresalía era tu alborotado cabello rojo— sonrío mientras seguía recordando. —Había unas gomitas que eran rojas y picantes... Eso te describía, eras pequeña pero tenías carácter, cuando jugábamos dios no librara si no te dejábamos ganar.

Sonreí, no por que recordará por que definitivamente era a sí.

—No lo recuerdo— me quejé

—Ya te lo dije, no te culpo. Fueron un par de veces que jugamos todos juntos, Jahir después no quiso simplemente.

Mis cejas se fruncieron, —¿A que te refieres con que no quiso?

—Creo que es mejor que vayamos a dormir— trató de levantarse pero antes de que pudiera hacerlo puse mi mano sobre la suya para detenerlo

—Dime.

Lo pensó por unos segundos pero finalmente se rindió

—Él siempre ha sido muy protector en cuanto a ti se refiere.

—¿Y debo sentirme alagada por eso?— inquirí con sarcasmo

—Él supo que de alguna manera yo… yo me interesaría en ti o bien pensó que lo estaba. Así que me advirtió que me alejara.

Bufé, —Por supuesto que lo haría.

—Admito que eres una mujer hermosa e inteligente. Con lo de hermosa no me refiero solo físicamente sino también en tu interior, pero yo nunca te miraría como mujer te lo he dicho y te lo vuelvo a repetir.

~Notas para ti~ [COMPLETA☀️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora