Once

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Tocaron a su puerta en medio de la noche, miró la puerta desde el sillón apenas despertando, despues de que había conseguido dormir no estaba de humor para visitas. Suspiró y ladeó los labios ¿Quién sería capaz de tocar a esa hora? Tocaron nuevamente y él se puso de pie y caminó con pereza hasta la entrada, su ojo directo a la mirilla. Se asomó sin mucho interés y fue silencioso. Era Wonwoo, así que abrió.

—¿Ocurre algo?— Preguntó con la voz ronca, Wonwoo alzó la mirada, sus preciosos ojos oscuros encajados en los de Mingyu, como si estuviera a punto de pedirle lo más importante del mundo.

¿Qué sería lo más importante para Wonwoo?

—¿quieres acompañarme a fumar?

—Yo no fumo.

—¿quieres acompañarme a tener lastima de mí mismo?

Mingyu suspiró y salió del departamento, se recargó en el barandal y Wonwoo lo siguió colocándose a su lado. El viento era fresco por esa noche, y parecía que pronto comenzaría a llover. Miró al cielo, nubes grises extendiéndose sobre el manto oscuro. El aroma a cigarrillo llegó a su nariz y por primera vez lo aspiró con tranquilidad. Así se quedaron en silencio por largos segundos, solo viendo hacia arriba, hacía las estrellas ocultas en las nubes.

—Jaejoon detesta que fume.— Murmuró Wonwoo.

—¿él no lo hace?

—Lo hace, pero nunca en casa, ninguno de los dos lo hace en casa.— Wonwoo aspiró el humo para segundos despues soltar una parte de este, sus labios entreabiertos. —¿te molesta el humo?

Mingyu asintió aun sabiendo que Wonwoo no lo miraba. ¿Por qué preguntar eso ahora? De cualquier modo no pensaba mentir.

—Nunca me gustó fumar— Respondió.

—¿entonces qué haces para quitarte el estrés?

Mingyu alzó la mirada una vez más. ¿Qué hacía él? Lidiar con ello, mantenerse en calma y seguir con lo suyo mientras ignoraba el problema, o quizás no dormía, tal vez era la cuestión de su insomnio. ¿entonces estaba estresado? Toda esa semana en la que extrañó a Minghao pudo haber sido estresante, un dolor de cabeza inmenso que ignoró o se lamentó. Eso explicaría porque el malhumor llegaba de vez en vez a joderle el momento.

—Supongo que nada.

—No es posible. Todos hacemos algo con el estrés.— Wonwoo se llevó de nuevo el cigarrillo a sus labios y aspiró. —Quizás no lo hayas notado. Jaejoon golpea. — Mingyu giró bruscamente ante la sorpresa, sus ojos sobre el perfil calmado del chico. —Nunca a mí, ni a mi madre, pero si a otros, o a las cosas.

Mingyu no podría decir que no se lo esperaba, muy en el fondo lo sabía, de hecho, ese fondo no era tan profundo, cada persona que viera al chico lo intuía por su apariencia. Nunca deseó equivocarse, de hecho, no le importaba y no temía de él, ni siquiera sentiría miedo si le dijeran que Jaejoon lo detestaba y quería golpearlo, Mingyu era capaz de defenderse por cuenta propia. Pero con esto se desató una pregunta ¿El hermano mayor y la madre de Jaejoon temerían de él?

—Supongo que es una forma de liberación.— Dijo sin mucho ánimo.

—¿tu golpeas?

Mingyu giró un poco, Wonwoo lo miraba directo con el mismo sentimiento en los ojos que hace rato. Un sentimiento curioso cruzó en su interior como una ráfaga por todo su cuerpo. ¿a qué veía la pregunta? De nuevo eso se volvió a parecer lo más importante del mundo, como si la respuesta fuera demasiado requerida como para ser ignorada, por esa razón Mingyu se quedó en blanco, sus labios entreabiertos buscando una orden para comenzar a hablar.

—No...— Titubeó. —Al menos nunca a una persona.

Wonwoo asintió regresando su vista al cielo.

—Supongo que era obvio.— Hubo silencio. —Deja de estar tan pálido, Kim, solo era una pregunta, no estoy buscando sicarios.

—No esperaba esa pregunta.

—¿esperas las preguntas?

Una puerta se abrió detrás de ellos. Mingyu giró mientras que Wonwoo apagaba el cigarrillo, Jaejoon apareciendo en la entrada con un semblante tranquilo que por primera vez parecía no querer matar a nadie. Mingyu lo miró de pies a cabeza; él se veía relajado como cualquier otra persona, casi como Wonwoo. ¿Qué le habrá pasado al chico? Se preguntó mientras regresaba su mirada a Wonwoo.

—Tu computadora dejó de funcionar.— Habló Jaejoon con calma.

Wonwoo abrió los ojos con sorpresa y lanzó el cigarrillo para correr hacia su departamento, tan a prisa que Mingyu no tuvo momento para reaccionar, solo lo vio irse y pasar junto a Jaejoon. Suspiró con media sonrisa y se giró para regresar a su departamento, sin embargo el chico frente a él lo tomó del brazo impidiéndole irse.

—¿No están comenzando a cansarte estas citas nocturnas?— Preguntó Jaejoon con la voz fría. El chico lo tomaba del brazo con fuerza, la suficiente para no lastimarlo. —Escuche que tocó tu puerta.

—De hecho, me agrada salir en medio de la noche.— Se quitó de encima la mano del joven. No se esforzó en mostrar alguna emoción ni en pedirle que no lo tocara, no era necesario. —Es fresco.

—No lo acostumbres, Wonwoo puede ser muy molesto.

Jaejoon solo se giró y se fue cerrando la puerta detrás de si. 

Bad&Sick [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora