Bad&Sick [Meanie]

Cincuenta y uno

Wonwoo entró a su departamento lanzando las cosas, Mingyu lo siguió de cerca asegurándose que el chico no resbalara en alguna parte del trayecto a su habitación. Ellos no hablaron en el camino, se quedaron callados y Wonwoo murmuró un par de cosas molesto. Mingyu recordaba pocas palabras que Wonwoo había lanzado al aire, entre ellas una pequeña frase que decía que Wonwoo se quedaría a dormir en casa de Mingyu. Él no cuestionó nada y solo aceptó en silencio.

Así que Mingyu solo lo observaba lanzar las cosas molesto y caminar hasta la habitación para despues azotar la puerta ¿debería decirle a Wonwoo que esa era su habitación? ¿debería recordarle o solo dejarlo? Suspiró con pesadez y abrió la puerta entrando y observando como el chico se hacía ovillo sobre la cama.

—¿Qué haces?— preguntó Mingyu cruzándose de brazos en la puerta. —¿eso es un tipo de berrinche?

—Déjame en paz.— murmuró Wonwoo.

—Me gustaría pero no tengo un lugar a donde ir si estás en mi habitación.

Wonwoo le lanzó una fugaz mirada antes de arrastrarse a la orilla y patalear un poco. El chico realmente parecía un niño pequeño llorando por un dulce. Mingyu suspiró con fuerza, no había nada que él pudiera hacer para aliviar la situación, estaba lejos de todo ello, era un intruso como siempre lo hacía ver Jaejoon, alguien que no pertenecía y que debía mantenerse alejado.

—¿no puede simplemente acabarse el mundo?— La voz del chico era amarga e incluso sincera, una parte de él tan triste como real. —Detesto todo esto.

No tuvo más timidez y se acercó hasta el delgado cuerpo del chico, este estaba sonrojado incluso hasta el cuello gracias a lo ebrio que estaba, Mingyu no podía culparlo, de hecho, Mingyu e encontraba justificando cada acción de Wonwoo. Y estaba terriblemente mal. Wonwoo no era inocente, Wonwoo no era una victima, tardó en consolidar esa idea en su mente mientras que le acariciaba en la espalda, Mingyu realmente estaba intentando convencerse a si mismo.

—Tu hermano tiene novia, y tu sabías eso.— Dijo sin pensarlo dos veces, Wonwoo gimió. —Wonwoo... lo que le dijiste antes de irnos... Fue un avance.

Wonwoo giró un poco para encontrarse con el rostro compasivo de Mingyu. Hubo un largo silencio entre ellos antes de que Jeon se sentara sobre la cama y extendiera sus brazos hasta atrapar el cuello de Mingyu ocultando su rostro en su pecho.

—Abrázame, Kim...— Mingyu obedeció con un suave suspiro. Estaba bien consolar a Wonwoo de vez en cuando, estaba bien dejarlo ocultarse del mundo entre sus brazos. Wonwoo estaba bien. Ellos lo estaban. A pesar de que no se sintió del todo correcto. —Desearía ser un chico perfecto como tú.

—Basta de eso, Wonwoo.

—No— Respondió Jeon alzando la mirada y besando el labio inferior de Mingyu. —Si yo fuera un poco como tú me alejaría de Jaejoon, pero no lo hago.

Mingyu casi se rió de aquello, Wonwoo realmente lo tenía en un lugar de admiración y parecía difícil de bajarlo. Pero no era así, Mingyu nunca fue perfecto, él estaba lleno de errores y cosas malas como todas las personas en el mundo. Mingyu nunca se consideró mejor que nadie y no consideraba que nadie –con excepciones- fuera mejor que él. Sin embargo Wonwoo no dejaba de repetirlo una y otra vez como si fuera una verdad absoluta e irrefutable.

—Engañe a mi ex novio por una chica a la que despues ignore.— Dijo con algo de humor mientras le regresaba el beso. Wonwoo cerró los ojos. —Te golpee y busqué una absurda pelea con tu hermano. Eso no suena como un chico perfecto.

—Pero Minghao es una mierda encubierta...— Mingyu suspiró con fuerza. —Ups... ¿perdón?

—Bien, al menos no es tan mierda como Jaejoon.— Wonwoo se apartó con los ojos abiertos y sorprendidos, quizás un poco extrañado de la respuesta de Mingyu. —Ups.

Antes de que pudiera reclamar tocaron la puerta. Mingyu se apresuró apartándose de Wonwoo y corrió a abrir, no se molestó en ver quien era, no le importaba, él solo quería ponerle fin al extraño momento con Jeon. Tan pronto abrió la puerta se encontró con cierta mirada molesta que recordaba a la perfección.

—¿Qué demonios le dijiste a Seokmin?— La voz de Minghao fue agresiva y no esperó permiso para adentrarse al departamento. —¡Por dios, Kim! ¡él no tiene la jodida culpa de nada!

—¿a que te refieres?

—¡A lo que sea que le hayas dicho!— Minghao gritó. —Mira, no me importa si no quieres superarlo, me da igual, pero no me intentes hundir contigo, yo no puedo estar detrás de ti todo el jodido tiempo cuidándote como si fueras un niño. Ahora Seokmin no quiere saber nada de mi y es por tu jodida culpa ¡él no tenía que enterarse de nada!

—Yo no he hablado con él...

—¡Entonces explícame como sabe todo lo que ocurrió!

—Ah...— La voz de Wonwoo era pesada y Mingyu suspiró intuyendo lo que vendría. —Lo siento, fui yo... Pero no tienes de que preocuparte, despues de todo siempre fuiste la víctima.

Minghao miró a Wonwoo sin comprender y despues regresó su mirada a Mingyu. Claro, Wonwoo no podía hacer algo bueno sin hacer algo malo antes, ya casi ni le sorprendía a Mingyu y de hecho estaba aprendiendo el patrón de las cosas, como si Wonwoo tuviera algún tipo de agenda escondida. Pudo escuchar la respiración molesta de Minghao y despues sintió su pesada mirada.

—Dijiste que él no lo sabía.

—No confíes mucho en mi...O en él, de hecho, no confíes nada en él. — Dijo Mingyu sin animos, Wonwoo sonrió inocentemente para despues caminar hasta ellos y apartar a Minghao con un brusco movimiento.

—Regresa a casa, niño perfecto.— Habló Wonwoo. —Ve y espera a que regresen a ti como siempre lo hacen.

—Wonwoo, fuera de esto.— Murmuró Mingyu caminando hacía Minghao y tomándolo de los hombros. —Minghao, necesitamos hablar, esto es...

—¿es en serio Kim?— Preguntó Wonwoo tomándolo del brazo. —Oye, se suponía que estabas consolándome a mi, él acaba de llegar, que se espere.

—Esto no es un juego.

—¿¡no lo es!? ¡Vaya, que alivio! Pensé que iba a perder contra Minghao, él parece ser experto en esto.— Wonwoo se burló con el rostro sonrojado, una clara muestra de que seguía ebrio.

—Mingyu...— Habló Minghao. —él está...

—Si, lo sé, es por eso que no debes escucharlo.

Minghao suspiró pesadamente y se apartó de ambos caminando hacía la puerta.

—Hablemos mañana, por ahora... Cuida de él.— Dijo Minghao antes de darse la vuelta e irse.

Wonwoo se echó a reír.

—¡En serio lo detesto! ¡Es un jodido chico perfecto!

Un jodido chico perfecto. Mingyu fue detrás de Minghao.