Bad&Sick [Meanie]

Diecinueve

Si Mingyu pensaba que la habitación de Wonwoo era rara y futurista entonces su cabeza estaba a punto de estallar del asombro. El amigo de Wonwoo, al que conoció como Woozi, tenía un hermoso y jodido apartamento iluminado por luces neón y pantallas gigantes, parecía... Dios, Mingyu ni siquiera encontraba palabras para lo extravagante que era. Él pudo haber recorrido una pequeña parte del mudo, pero al encontrarse en ese lugar se dio cuenta de lo poco que había visto realmente. Caminó siempre detrás de Wonwoo esperando no perderse.

—Desde hace tiempo no vienes aquí.— Dijo Woozi dejándose caer sobre una extravagante silla giratoria y acolchonada, el chico se dio vuelta para encararlos y Wonwoo solo se sentó sobre un pequeño colchón que parecía más una almohada gigante, Mingyu lo imitó. —¿Quién es él?

—Se llama Mingyu.— Lo presentó Wonwoo. —Lo traje porque me dio pena dejarlo solo.

—¿Juegas?— Preguntó Woozi a Mingyu de inmediato.

—¿jugar qué?

Woozi alzó ambas cejas.

—No, tú no juegas. ¿Entonces qué haces con NamDoll? ¿Eres un amigo de su hermano? ¿Su primo?

—Es mi vecino— Respondió Wonwoo. —¿me crees incapaz de hacer amigos, Woozi?

Woozi se encogió en hombros estirando el brazo hasta tomar un vaso y sorber del popote. ¿Por qué Mingyu se sentía tan fuera de lugar? Él había estado en distintos lugares con Minghao, incluso lugares iluminados únicamente por luz neón, pero esto era distinto, incluso la música que sonaba de fondo lo era. Extraño, jodidamente extraño.

—Sí, eres incapaz de hacer amigos que no estén a kilómetros detrás de una pantalla.— Woozi dio la vuelta encarando en su silla. —Ahora estoy trabajando, pero pueden quedarse si quieren...Aunque supongo que a eso vinieron.

Ver a Wonwoo jugar videojuegos era... un nuevo sentimiento para Mingyu, no sabía que era más interesante, si la pantalla donde los colores y las explosiones brillaban con fuerza o el mismo Wonwoo concentrándose y de vez en cuando gritando algunas groserías. De cualquier modo él estaba alternando su vista de un lado a otro completamente confundido. A veces Jeon cambiaba de posición, a veces él se recostaba un poco sobre Mingyu cuando el juego iba tranquilo, a veces solo se olvidaba de que el mundo existía.

Minghao no era muy fan de los videojuegos, él siempre perdía en cualquier cosa sobre la pantalla y prefería mil veces ver una película con Mingyu, en cambio Wonwoo era realmente sorprendente ¡Y Mingyu solo podía ver como sus dedos se movían sobre los botones! Incluso lo invitó a jugar y él lo intentó, realmente lo intentó, pero para cuando su vista se levantaba a la pantalla esta estaba gris o mostraba un mensaje de haber perdido.

En cierto momento Wonwoo solo se levantó y se fue dejándolo frente a la pantalla, y segundos despues Woozi llegó para observarlo en medio de un incómodo silencio.

—¿realmente eres amigo de NamDoll?— preguntó Woozi.

—¿Quién es NamDoll?

Y Woozi suspiró con fastidio. Vaya tipo agradable.

—Entonces eres amigo de Jaejoon.

—Soy vecino de ambos.

—¿Qué hacen aquí? NamDoll no había venido desde hace meses.

—Resulta que no queremos volver a casa por esta noche.

—¿Discutió con Jaejoon?

Mingyu entrecerró los ojos intentando descifrar lo que Woozi quería descifrar. ¿Wonwoo solía ir cuando discutía con Jaejoon? Y si era así ¿significaba que no habían discutido por un tiempo?

—No.— Respondió por fin. —No sé... Creo que Wonwoo no quiere verlo, pero no ha dicho nada.

Woozi asintió apretando los labios.

—NamDoll no me avisó que venían, así que no fue por una discusión.

Wonwoo entró al cuarto observando el pequeño panorama, se quedaron el silencio viéndose entre sí hasta que Woozi se apartó cediéndole el asiento y miró hacía la pantalla, Wonwoo se dejó caer a un lado de Mingyu.

—¿crees que podamos enseñarle a Mingyu como jugar?— Preguntó Wonwoo a Woozi.

—Podemos, pero quizás no aprenda.— Respondió el chico sonriendo de lado. —A menos de que quieras enseñarle a jugar Candy Crush.

Horas despues, muchas horas despues, comprendió un poco la palidez de Wonwoo, Dios, parecía que el chico jamás dormía, y Woozi era su acompañante, Mingyu cayó sobre el suelo y se dejó dormir por algunas horas despertando cuando ambos chicos gritaron por una victoria, ellos parecían vivaces bajo la oscuridad. ¿Qué hora era? Se preguntó por al menos veinte minutos en los que se recuperaba de tanta luz neón.

Wonwoo se levantó y habló un par de segundos con Woozi.

—Mingyu, es hora de irnos— Le dijo por fin dándole la mano. —Woozi aún tiene trabajo que hacer.

Mingyu se puso de pie y fue guiado por Wonwoo hasta la salida. Cuando estuvieron afuera el sol golpeó en su rostro, realmente habían pasado toda la noche y parte de la mañana en ese pequeño lugar.

Woozi era agradable, a pesar de tener cara de pocos amigos y molestarse por cualquier pequeña cosa él era agradable cuando se desenvolvía, un chico que lo animó a jugar más de una vez y que más de una vez se burló de él, aunque bueno, también se burló de Wonwoo y Wonwoo se burló de él, al parecer eran buenos amigos. Lo único que sabía a ciencia cierta era que el chico era productor musical y que pocas veces salía de esa cueva tecnológica, entonces Mingyu comprendió porque él y Wonwoo eran amigos. Y al final Woozi intercambió numero con él, si, un sujeto agradable.

Cuando llegaron al edificio el auto de Jaejoon estaba ahí. Wonwoo hizo una mueca y se apresuró a caminar buscando dentro del vehículo.

—¿Habrá faltado a clases?— Preguntó en voz alta, aunque Mingyu dudó que la pregunta fuera para él. Wonwoo se dio la vuelta. —Te ves pálido, Kim.

—Tú también, Jeon. — Mingyu suspiró. —Sé que no es mi asunto pero... ¿Por qué no quieres ver a Jaejoon?

—¿Quién dijo que no quiero verlo?

—Ayer nos fuimos todo el día y dormiste en mi casa, hoy nos quedamos en la casa de tu amigo... Incluso esperaste a que Jaejoon se fuera para regresar. Es un poco obvio.

—Mis asuntos, Kim.

Wonwoo se dio la vuelta y caminó a su departamento.