Diecisiete

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—Anoche te traje hasta aquí.— Explicó Wonwoo mientras acomodaba los platos sobre la mesa. —Te dejé en el sillón y cuando iba a traerte un vaso de agua me quede dormido accidentalmente en la cocina.

Mingyu no se sorprendió ni un poco, Wonwoo podía hacer cada cosa extraña que ya comenzaba a acostumbrarse. Observó el plato por varios segundos hasta que suspiró y tomó la taza de café que Wonwoo le había preparado. No le molestaba su presencia, de hecho, estaba bien con no estar solo en el departamento.

—Tu hermano se preocupó por ti.

—Él a veces desaparece por toda la noche, preocupa a mamá, creo que es bueno una pequeña venganza.

Wonwoo se sentó frente a él en la mesa, Jeon estaba despeinado, pálido, con ojeras, y se veía bien. Pocas veces tuvo la oportunidad de ver a Minghao de esa forma, su expareja se concentraba mucho en su aspecto físico y Mingyu era siempre el segundo en despertar, pero a Wonwoo parecía no importarle. Y se veía bien, seguramente mejor que Mingyu.

—Eres demasiado silencioso, no me di cuenta de que estabas aquí.

—Aprendí a serlo, todo se escucha a través de estas paredes.— Y vaya que Wonwoo tenía razón, el edificio era tan chiquito y viejo que podía escucharse con facilidad, incluso la anciana de al lado era un poco ruidosa al ver la televisión todas las noches. —Hoy no quiero trabajar.— Suspiró Wonwoo. —Vaya, suena extraño decirlo así.

—Yo quiero regresar al trabajo, estoy aburrido.

Ambos se quedaron en silencio.

—Salgamos.— Dijo Wonwoo de repente levantándose de su asiento. —Si ninguno tiene nada bueno que hacer...

—No tomaré.— Advirtió Mingyu a lo que Wonwoo sonrió.

— Está bien, no tomarás.

Cuando salieron del departamento Wonwoo desapareció unos segundos en el suyo hasta que volvió a salir, ahora estaba peinado y tenía un poco más de color, lo suficiente como para pasar desapercibido entre la gente, ya que el chico era realmente pálido todo el tiempo. No tenían coche por lo cual optaron por caminar sin dirección alguna bajo el apenas insistente sol de la mañana.

—¿te llevo a algún lugar?— Preguntó Wonwoo. —Te encantará ir a...

—Hey, me toca a mí llevarte a algún lado.

Wonwoo no reclamó, él solo asintió con media sonrisa y caminó junto a Mingyu en silencio.

Cuando salía con Minghao cada lugar era una sorpresa a pesar de ya haber estado allí, era una oportunidad de formar nuevos recuerdos y Mingyu disfrutaba esos momentos en los que ambos se perdían largo rato admirando cada pequeña cosa nueva que aparecía. Era dulce, en cambio con Wonwoo se sentía distinto, los recuerdos con Minghao ya estaban formados y él no podía dejar de verlos en cada esquina, incluso podía hacer una película en su mente con cada recuerdo. Se sintió culpable de ello una vez más, como todos los días.

Pero en Wonwoo había algo, un brillo que salía con cada frase de asombro, el chico parecía realmente no conocer la ciudad, hablaba y hablaba sobre el hecho de ser su primera vez recorriendo tantas tiendas. Era como un turista que quería tomar fotografía de cosas banales como una fuente o a un par de gatos atravesándose en su camino.

—¿no son lindos?— Preguntó Wonwoo acariciando a un gato que se restregaba contra sus dedos. Mingyu lo observó. —Tuve un gato hace años, se llamaba Bong.

—¿y que le ocurrió?— Aquello fue más por cortesía, Mingyu no estaba verdaderamente poniendo atención.

—Jaejoon lo mató.— Abrió los ojos de golpe colocándolos sobre Jeon. —Se enojó mucho conmigo y él solo tomó una piedra...

Mingyu se quedó sin palabras ¿Qué decirle? A pesar de si contemplaba que el menor de los hermanos fuera capaz jamás se lo imaginó de tal forma, lo más que Mingyu había llegado a hacer para lastimar a su hermana fue esconderle un muñeco que de todos modos le terminó dando una hora despues. ¿Los hermanos podían ser tan crueles entre ellos?

—¿qué hiciste?

—¿Para que matara a Bong o en respuesta?— Mingyu no respondió. —Como sea. Ya no hay nada que hacer.

Como sea. 

Bad&Sick [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora