Bad&Sick [Meanie]

Veintiuno

No, él en definitiva no hacía nada parecido con su hermana, los hermanos Kim no eran ni por lejos lo mismo que los hermanos Jeon. Dios ¡Mingyu los había visto besarse! No había sido algo raramente inocente, no, aquel beso fue demasiado, como el que un pareja se daría solo que esta vez eran hermanos. Bien. Detuvo la ola de pensamientos que llegó a él y dejó de caminar en círculos dentro de su departamento, se estaba escondiendo desde hace por lo menos una hora.

Trató de conservar la calma... ¡Eran jodidos hermanos! Pero no era su asunto. No era su asunto, no lo era, para nada.

Desde hace algunos minutos no escuchaba nada, los Jeon habían dejado de discutir y él se negó a seguir espiando, quería solo desaparecer por un segundo y olvidar lo que vio. Escuchó la puerta vecina abrirse y en serio deseó que fuera su anciana vecina saliendo en medio de la noche. Se quedó en completo silencio observando su propia puerta.

—¿Mingyu?— Escuchó la voz de Wonwoo y despues tocaron la puerta. Carajo.

Caminó hasta la entrada sin pensarlo bien, sus pasos hacían eco en la solitaria sala de estar, tanto que cuando llegó y se quedó quieto se alivió de que aquel sonido parase. Miró por varios segundos la puerta ¿Qué hacer? Wonwoo ya se habría dado cuenta y ahora esperaba, ambos sabían que el otro estaba ahí. Suspiró profundo y abrió.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Wonwoo realmente confundido. —Pensé que te habías ido.

Mingyu suspiró bajando la mirada por un segundo y despues dándose la vuelta invitándolo a pasar.

—Resulta que soy un poco cobarde. Iba a terminar en la casa de Minghao asi que di la vuelta y regresé...— Dijo la verdad mientras veía a Wonwoo adentrarse al departamento. Mingyu fue a la cocina. —¿quieres cenar algo? Tengo hambre y puedo cocinar, creo que tengo algo para...— Tiró por accidente un frasco de vidrio. —Ah, vaya.

—Te ves nervioso ¿ocurrió algo?— Wonwoo se acercó a ayudar. —¿Viste a Minghao?

—No, no...¿si?— Mentir parecía una buena idea. —Sí, si lo vi y realmente no fue buena idea... Ahora estoy confundido.

—¿hablaste con él?

Wonwoo estaba a su lado tan cerca que no importase a donde mirara Mingyu, siempre se terminaría encontrando con Wonwoo.

—No, solo lo vi. Y ya.

—¿y cuando llegaste?

Eran demasiadas preguntas.

—Hace poco.

Mingyu se concentró por completo en los vidrios rotos, su mirada encajada en los fragmentos que intentaba recoger. No quería mirarlo a los ojos ya que cuando lo hiciera su mente se nublaría en solo ese momento. ¿Por qué le importaba de todos modos? Al final la vida privada de sus vecinos no debía importarle, no a él. No era su asunto.

—No escuche el auto.

Levantó la mirada por un segundo, Wonwoo estaba ahí de frente, tan cerca que Mingyu sintió su aliento.

Se puso de pie de golpe y lanzó a la basura los restos del frasco. No debía importarle lo que Wonwoo hiciera con su vida.

—Quizás no todo se escucha en este edificio.

—No soy idiota, Kim, dime que ocurre contigo. — Mingyu suspiró y apretó los labios dándose vuelta y encarando por fin a Wonwoo. No hubo palabras por varios segundos, solo ellos mirándose de frente. El rostro de Wonwoo cambió en una lenta frecuencia que Wonwoo memorizó. —Nos viste...

Solo pudo asentir.

—Yo realmente...

Wonwoo cubrió su rostro con ambas manos y maldijo, sus rostro estaba sonrojado a tal punto que sus orejas se veían casi brillantes. Mingyu suspiró cuando lo escuchó sollozar ¿Quién diría que Wonwoo era bastante llorón? Sin saber bien que hacer se acercó tímido y lo envolvió en brazos con lentitud. Quería consolarlo.

Recordó a Minghao y su llanto amargo noches antes de que se fuera. Su Minghao lloró tanto. Abrazó con más fuerza a Wonwoo y este se aferró a él. Wonwoo lloraba.

—Sé que doy asco— murmuró Wonwoo. Y lo repitió mil veces como si pidiera disculpas.

Wonwoo lloraba tanto.