Cuarenta y ocho

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—¿Cómo te imaginabas de adulto cuando eras niño?— Preguntó Wonwoo.

Habían pasado tres semanas y para sorpresa de Mingyu Wonwoo no le tenía miedo al sol, él aceptaba salir durante las mañanas y acompañarlo a correr, Wonwoo se sentaba en el suelo y lo observaba durante largo tiempo, incluso lo acompañaba al gimnasio y llevaba un libro para no aburrirse. Pasaban la mayor parte del tiempo afuera cuando estaban junto y durante las noches Wonwoo regresaba a su departamento sin decir nada más.

Jaejoon había salido de sus conversaciones, pero lejos de ser un alivio era solo tapar el sol con un dedo, Mingyu podía escucharlos discutir por una hora o dos o tener sexo, si, él realmente los escuchaba y era incomodo, preocupante. Sin embargo Wonwoo no hablaba de ello, y Mingyu no buscaba que él lo hiciera, sería paciente y comprendería que las cosas no siempre cambiaban con facilidad. A veces se necesitaba más tiempo del que la gente quería.

—De niño imaginaba solo tonterías.— Respondió Mingyu mientras hacía esfuerzo para alzarse sobre la barra. Wonwoo alzó la mirada para verlo y se reacomodó sobre el suelo, su espalda recargada en el frio vidrio del gimnasio. —Casi no pensaba en mi yo adulto, y aun cuando lo hacía solo pensaba en casarme, trabajar y tener hijos.

—¿alguna vez pensaste que te casarías con Minghao?

Mingyu perdió un poco de fuerza en los brazos y cayó pesadamente, se sostuvo a tiempo y volvió a subir. La pregunta de Wonwoo quería llegar a algún lado profundo, uno que no habían tocado en días, ya que, así como no hablaban de Jaejoon tampoco hablaban de Minghao. La regla silenciosa que nunca acordaron pero que seguían al pie de la letra estaba tambaleándose.

—Si.— Respondió con honestidad por sobre la barra. —Antes de que todo ocurriera estaba pensando que en cualquier momento compraría el anillo de compromiso y le pediría matrimonio, o que él sacaría el anillo de la nada. Supongo que ese momento tardó demasiado.— Gimió cansado y se soltó por unos segundos, sus pies tocaron el suelo y tocó sus brazos estirándolos para tratar de alejar el ardor de ellos. —¿alguna vez tú pensaste en casarte?

Wonwoo tardó en responder así que Mingyu lo miró.

—No.— Respondió Jeon poniéndose de pie y tomando la toalla de Mingyu para lanzársela. —Estás sudando demasiado.— Wonwoo suspiró. —si te lo preguntas... jamás pensé en vivir una linda vida en matrimonio con mi hermano, sé que está mal...— hubo un largo silencio entre ambos hasta que Wonwoo volvió a hablar; —Mi hermano me dejó las llaves del coche ¿quieres ir a algún lado?

Mingyu asintió tomando agua. Wonwoo apretó los labios como si estuviera incómodo y se dio media vuelta, era evidente que algo ocurría, entonces Mingyu debía preguntar en ese momento u olvidarlo para no volverlo a mencionar. Dio una mirada alrededor pensando que quizás así encontraría la razón de su malestar, sin embargo no había casi nadie adentro que les estuviera prestando atención, todos estaban sumergidos en su rutina. Era algo fuera de la situación entonces.

Más tarde, cuando se subieron al auto y Wonwoo comenzó a manejar el silencio estaba siendo pesado y frio, quizás Mingyu no notó la actitud de Wonwoo de inmediato, tal vez él ya estaba de aquel humor extraño desde que comenzó el día ¿Cómo saberlo? No preguntó, estuvo concentrado en seguir su rutina que olvidó prestarle atención a los detalles. Sin embargo, ahora que estaban totalmente concentrados en un ambiente sin distracciones era incapaz de ignorar el hecho. Wonwoo no estaba del todo cómodo.

—¿A dónde vamos?— Preguntó Mingyu. Wonwoo pareció no escucharlo. —Wonwoo...

—¿de casualidad no has visto un sobre blanco fuera de mi casa? ¿o en la basura o en cualquier lado?— Preguntó Wonwoo casi de golpe. —Es... un sobre blanco con algo escrito detrás.

El sobre que le había dado Jaejoon llegó a su mente con fuerza, quizás estaba equivocado y Wonwoo se refería a otro sobre igual. Si, seguramente ellos tenían montones de sobres blancos con algo escrito detrás. Apretó los labios y observó por la ventana con interés cada tienda que pasaban. ¿él debía decir la verdad?

—No recuerdo haber visto uno.

—¿seguro?

—Si. ¿era importante?

—Yo... sí. Lo era. O algo así. No importa.— Wonwoo hacía extrañas pausas como si no supiera que decir. Mingyu entrecerró los ojos encajándolos sobre Jeon.

—¿lo perdiste?

—No. No, no creo haberlo perdido. Olvídalo, solo era una pregunta. No importa.

Wonwoo frenó de golpe haciendo que Mingyu casi saliera disparado por el parabrisas, afortunadamente él tenía la buena costumbre de siempre llevar el cinturón de seguridad. Su mirada fue hacía enfrente encontrándose con un par de niños corriendo frente al coche, como si Wonwoo hubiera estado a punto de atropellarlos. Escuchó un par de gritos maldiciendo y despues el fuerte suspiro de Wonwoo.

—Malditos niños.— murmuró Jeon golpeando su frente contra el volante. —¿estás bien?

—¿tú lo estás? Casi matas a dos niños.

—Fue culpa de ellos.

—¡Wonwoo, el semáforo acaba de cambiar a verde!

—Ah, no fue para tanto.

—¿Qué demonios ocurre contigo?

Wonwoo lo miró en respuesta, sus ojos volviéndose fríos y distantes más como si estuviera dormido que molesto. Mingyu no pudo esconder su mueca fastidiada y a la vez llena de preocupación, no quería indagar en el tema pero Wonwoo lo estaba orillando a eso, era casi como si despues de tanto tiempo en paz ahora necesitara hacer cualquier problema de la nada. De cualquier modo Mingyu intentó regresar la calma a sí mismo y suspiró para liberar el aire que de pronto había aprisionado en sus pulmones.

—El sobre si es importante...— Dijo Wonwoo casi resignado. —para mi lo es, y lo perdí sin darme cuenta.

—¿Qué es lo que tienes en él?— Mingyu preguntó intentando no ser demasiado obvio.

Wonwoo de repente apartó la mirada y se recargo sobre el volante, en ese momento fue una suerte que ningún auto estuviera pasando cerca.

—Palabras que deseo olvidar. —Fue todo lo que dijo Wonwoo antes de alzar la cabeza y seguir manejando. 

Bad&Sick [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora