UNEXPECTED; Hwang Hyunjin

O7

Empezaron a llamar al portal de mi casa, respondí yo como pasaba normalmente, ya que mi madre no iba a mover un dedo y mi padre estaba descansando.
Respondí sin ganas, estaba cansada; mi voz se alegró al oír quien era, no quería dejarle entrar en mi casa por la presencia de mi madre; así que me vestí, me arregle y peine y me fui antes de que mi madre pudiera abrir la boca para decirme cualquier cosa.

— Lo siento, mi casa es sagrada para mis padres, si están ellos dudo que puedas entrar. — le dije a Hyunjin.

— Pues vendrás a la mía; si te parece bien. — dijo la última frase un poco avergonzado. Yo asentí y en menos de diez minutos estaba allí, él a diferencia que yo, vivía en una casa y no en un piso.

Entré y no había absolutamente nadie, ¿tal vez viviría solo? No creo él no trabaja y la casa es muy grande, hay muchas cosas. Recordé unas palabras suyas en las que me decía que él vivía lejos del instituto.

— El primer día me dijiste que vivías lejos del instituto, ¿porque mentiste? — le pregunté mientras seguía observando todo.

— ¿En serio te acuerdas de eso? Digamos que... Simplemente no quería mojarme. — se excusó de la forma más falsa posible por el intermedio que hizo, lo dejé pasar, tampoco me importaba tanto.

Hyunjin me ofreció ver una película, acepté. A mitad de la película alguien me llamó al móvil, pedí a Hyunjin que parara la película para coger la llamada.

— ¿Quién es? — dije.

— Soy yo, Jisung, ¿dónde estás? — preguntó al otro lado de la línea, tenía que inventarme alguna excusa de que no podía verle.

— Estoy...En una casa...En casa de mis abuelos. — dije algo dudosa, esperé que no se hubiera notado.

— Ah... Bueno tengo que colgar. — me dijo no muy convencido.

— Adiós, te quiero Hannie. — debió de maldecirme por lo bajo ya que él odiaba que le llamara así, le parecía un apodo empalagoso.

Me volví a dirigir a Hyunjin.— ¿Hannie?— asentí haciéndole entender que yo le llamaba así normalmente.— Yo también quiero un apodo cariñoso. — dijo en bajo haciendo un puchero, debió pensar que no le oí, pero esas palabras quedaron grabadas en mi mente.

Llamaron a la puerta de Hyunjin él fue a abrir, pensó que era su madre.— Oye, eh... Hwang. — dijo Jisung al otro lado de la puerta, nuestras reacciones fueron bastantes graciosas, pero Jisung solo llegó a ver la de Hyunjin por suerte, yo me escondí tapándome con una manta que había en el sofá, en cambio, Hyunjin casi se come la puerta al intentar cerrarla mientras estaba él en el medio.

— Dime. — dijo Hyunjin un poco nervioso.

— Eh... Bueno, vengo a contarte que vamos a hacer una especie de fiesta de cumpleaños para Hyeri, no pensábamos invitarte ya que supusimos que no os conocíais mucho pero Minho insistió, bueno haremos un grupo de WhatsApp y hablaremos todo por ahí. Adios. — y Jisung sin más, se fue.

Me sorprendí la verdad, me iban a hacer una fiesta sorpresa, por mi cumpleaños, el que no recordé hasta ese momento, faltaba menos de una semana para que cumpliera los 18.

— "Como no os conocéis mucho." Claro, Han, claro. — repitió Hyunjin con burla.

— Veo que no te cae muy bien Jisung. — dije yo entre risas.

Hyunjin y yo vimos unas película y después fui a mi casa ya que de ser pronto pasó a ser tarde; cada vez se acercaba más mi cumpleaños, pero antes de mi cumpleaños, San Valentín , un día odiado por muchos y amados por otros en mi caso, estaba entre medias, solía recibir una o dos cartas de anónimos que nunca se revelaban y poco más.

Era un día bonito, así solía ser siempre el día de San Valentín, por alguna razón, siempre era buen día; Soomin venía súper ilusionada porque según ella se le iba a declarar no sé quién, no estaba hablando en un lenguaje que yo conociera.

— Fuaa, Hyeri, he quedado bastantes veces con Hwang creo que le gusto, ¿y si se me declara hoy? — conseguí entender, la verdad no es que me hiciera mucha gracia lo que acababa de decir.

— ¿Ah si? Que guay, si, — guardé un poco de silencio.— no creo que lo haga parece algo tímido.

— No creo, ¿como estás tan segura? Casi ni os conocéis. — dijo dando brincos de felicidad por su suposición.

— Nunca se sabe.— me molestaba que diera por hecho algunas cosas, nota mental: pues mira Soomin, le conozco más de lo que piensas, más de lo que le llegarás a conocer, ademas no creo que le gustes tan solo por lo que en cuenta de ti. Fin de mi maravillosa nota mental.
Entré un poco tarde a clase ya que Minho me entretuvo diciéndome algo muy absurdo de matemáticas, ni siquiera entendí lo que me dijo.

Fui a clase justo al límite, entrando dos minutos antes de que entrara la profesora, en mi mesa había tres cartas, esto se ha descontrolado, definitivamente.
Miré a Jisung, él tenía una, fue curioso, miré a Soomin y a Hyunjin que estaban detrás; Soomin por el momento no tenía ninguna y Hyunjin tenía cuatro cartas en su mano y acabábamos de empezar el día, vale con que era guapo, pero ¿cuatro cartas en la primera hora? Va a necesitar un cajón para guardarlas al final del día.

— Dios mío si que te has vuelto popular. — le dije sorprendida.

— Desde que me apunté al equipo de fútbol más al parecer, ¿tú tienes alguna carta? — preguntó él, intenté ser distante ya que Soomin nos estaba escuchando y decidí preguntarle más tarde sobre lo demás.

Enseñé las tres cartas a Hyunjin, él se sorprendió bastante.— Este año me han llegado tres. — le dije, después de que él asintiera me di la vuelta y escribí en un papel "en el descanso al salir de clase sígueme."