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Mi madre me miraba seriamente. Mientras mi padre buscaba el mando de la televisión para apagarla.
Él consiguió encontrarlo en unos cinco minutos y la apagó. Se sentaron delante de mi en la mesa en la que solíamos comer juntos. Mi madre tenía las manos escondidas debajo de la mesa.

— Hija, hemos visto que no te han aceptado en la universidad que pidió tu padre. — dejó un pequeño silencio. — No estamos decepcionados por eso.

Me alivió oír eso. — He pensado que no estaría mal probar una universidad aquí, en Seúl. — les comenté.

— Te he pedido que vengas para hablarte de eso. — interrumpió mi madre.

— Te irás a Estados Unidos a estudiar. — aclaró mi padre rápidamente.

Mi madre bajó la cabeza. — ¿Qué? — dije. No sabía nada de eso.

— Sabes que tú tía vive allí en California. Creemos que es un gran oportunidad para ti. Podrás mejorar en todo. — afirmó mi padre.

— ¿Desde cuando teníais esto planeado? — pregunté, ya con curiosidad.

— Eso no importa. Está todo preparado, no tendrás ningún problema en ir. — dijo mi madre en voz baja.

— ¿Acaso me habéis preguntado si de verdad quiero? ¿Habéis pensado en mi a la hora de organizar esto? — elevé la voz, trataba de mirarles a los ojos.

— Lo hacemos por ti. ¿Sabes los gastos que conlleva esto? — me contestó mi padre.

Intenté contestar a mi padre pero mi madre me cortó antes de que pudiera responder. — Y bueno... Por supuesto supongo que sabrás lo que pasará con Hyunjin... ¿no? — insinuó mi madre.

— ¿A qué te refieres? — pregunté inocentemente.

— Tendréis que dejarlo. Te vas a ir a otro país a estudiar. No podrás verle y tendrás que centrarte en tus estudios. — dijo mi madre como si fuera un hecho.

Bufé. — ¿Por qué de repente queréis controlar mi vida a vuestro sentido? No es solo que me mandéis a kilómetros de mi casa si no que queréis que termine mi relación... — guardé un silencio. — Lo último... ¿lo hacéis por mi o por qué no queréis que esté con él?

— No no no. No es eso, lo digo en serio, Hyunjin es buen chico, pero una relación a distancia no saldrá bien y no debes arriesgarte. — mi madre se auto corrigió.

— Sabes que tenemos razón. Hyunjin también pensará lo mismo. — afirmó mi padre.

Negué con la cabeza consecutivamente. Me levanté arrastrando la silla la cual hizo un espantoso sonido, me puse los zapatos lo más rápido que pude y me fui sin siquiera escuchar si me llamaban o no.
En vez de bajar por el ascensor bajé por las escaleras casi corriendo. Se me nublaba la vista. Y por fin salí del edificio en el que vivía. Me agaché apoyándome en mis rodillas y tomé aire. Comencé a llorar. Todas las consecuencias que conllevaría, no he tenido opción de pensarlo y tomar la decisión.
Comencé a andar rápido intentando irme lejos ya que fácilmente podrían bajar mis padres a buscarme, y era lo último que quería.

Iba con el pelo pegado a la cara por el viento y las lagrimas que mojaban parte de mis mejillas. Me encontré de frente con Minho. Nos paramos en seco los dos. Justo me le tenía que encontrar cara a cara.

— ¿Q-que haces por aquí? — le pregunté secándome los ojos con las mangas de mi jersey.

— Iba a un lugar... ¿Y tú? — se me escapó un suspiro. — ¿Estás llorando?

Me preguntó. Me quité el pelo de la cara y lo peiné suavemente con las manos para no parecer una bruja. — No. — por mucho que secara mis lagrimas, mi cara estaría roja y mis ojos hinchados, al igual que me pasa siempre que derramo la más mínima lagrima.

— Hyeri, — se acercó a mi. Yo intenté retroceder un poco, él paró. Pero volvió a avanzar. Puso sus manos en mis mejillas y con sus pulgares volvió a secarme las lagrimas que aún caían de mis ojos. — ¿te piensas que no me di cuenta?

— ¿Y para qué preguntas? — quité sus manos de mi cara con un movimiento algo brusco.

— ¿Que ha pasado? — me preguntó. Bajé la mirada sin saber qué responderle. — ¿Fue Hyunjin?

— ¡No! No tiene nada que ver con él. — aclaré rápidamente.

— Y sea lo que sea, ¿él lo sabe? — preguntó. — A lo mejor él puede ayudarte mejor que yo.

— ¿Qué? No, no, no. Él no sabe, ni pude saber nada aún. — hablé rápidamente.

Minho entrecerró los ojos. — No habrás... ¿Le has engañado? ¡Kwon Hyeri!

— ¡No! No es eso. — grité.

— Entonces... ¿Te lo ha dicho Eunsang? — me miró con los ojos muy abiertos.

— ¿Él qué? — respondí confusa.

Minho se sorprendió y trató de corregir su error ya que seguramente dijo algo que no debía decir. — Nada, nada. Estaba improvisando.

— Deja de sacar ideas tontas... — le advertí. Le terminé por explicar lo sucedido con mis padres, que me tendría que ir en no muy poco tiempo y que ellos quería que cortara con Hyunjin. Se me hizo un nudo en la garganta.

Minho asintió levemente con la cabeza varías veces. — ¿No tienes más opciones? ¿No hay vuelta atrás? — negué con la cabeza. — No te pueden obligar a dejarlo con Hyunjin, piensa qué harás. ¿Cuando piensas decírselo?

Alguna lágrima que otra volvió a caer de mis ojos. — No lo sé... — bajé la cabeza. — No soy capaz de asimilarlo aún, no sabría como decírselo ni que hacer.

Minho me abrazó. Me daba pequeñas palmadas en la espalda. — Bueno, por el momento, administra bien tu tiempo, no se lo digas a última hora porque va a ser peor para los dos.










lol hace ochenta años no entro perdón, perdí el hilo de la historia así q tardaré más en subir capítulos porque necesito ubicarme 😔
pero estoy de vuelta ✨

UNEXPECTED; Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora