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Nada más entrar en la habitación. Me dio tiempo a cambiarme y tirarme a la cama, abrazar a Hyunjin y dormirme.
No sé cuantas horas debimos dormir, pero me desperté en la misma posición que me había dormido y por unos golpes y llamadas en la puerta. Alguno de los chicos me estaba llamando, por lo tanto, se habían quedado a dormir.
Me levanté de la cama intentando no despertar a Hyunjin.
Abrí la puerta, era Jisung. Estaba nervioso. Me cogió de la muñeca y me llevó hasta el salón.
Rápidamente sacó su móvil. Me enseñó la hora y el día y un mensaje de mi madre preguntándole si me habían admitido en la universidad.

— ¡Hyeri! ¡Míralo! — me dijo inquieto.

— ¡Ay, joder! — fui a la habitación de nuevo entrando sigilosamente. Cogí mi teléfono y salí casi corriendo hacia donde estaba Jisung.

Tenía un correo por abrir. Y ahí estaba el resultado de si me habían dado la beca o no. Estaba nerviosa, muy nerviosa.

— O lo abres tú, o lo abro yo. — me amenazó Jisung.

— No. Ya lo hago yo. — le dije escondiendo la pantalla del móvil para que no lo viera.
Abrí el correo. Lo leí entero, sin dejarme un punto. Había algunas frases en Japonés que con suerte podria descifrar por su contexto y por el poco japonés que sé. Me tiré, casi literalmente, al sofá. Bufé.

— ¡¿Qué?! ¿Entraste? Si, ¿verdad? — no respondí. — ¡Hyeri, por dios! — me quitó el móvil de las manos. Yo no se lo impedí. Jisung se lo leyó atentamente. Al terminar dejó mi teléfono en la pequeña mesita de enfrente del sofá.

Se sentó a mi lado. — Soy un fracaso. — dije en voz alta. Habían rechazado la beca.

— Si tú no has entrado. Yo voy a terminar durmiendo en cajas de cartón. — dijo.

— ¡No digas eso! ¿Has visto tus notas? ¡Son increíbles! En cambio las mias no. — me froté la cara frustrada. — ¿Y ahora que le digo a mi padre? ¿Que tenga más hijos porque la que tiene es un fracaso? — mi vista comenzó a nublarse y mis ojos comenzaron a humedecerse.

— No pienses eso. Tal vez puede que se haya ido un poco lejos con eso de Japón. Pero puedes mirar aquí en Corea, no hace falta irse tan lejos, tienes muchas oportunidades, y tú eres muy buena en lo que te gusta y te propones. Puedes conseguir lo que quieras sin irte tan lejos. — me intentó animar Jisung. Comencé a llorar mientras él me hablaba, Jisung me limpió cuidadosamente alguna lágrima con su dedo índice.

Instintivamente le abracé ya que no tenía palabras, no sabía cómo agradecerle o como quejarme, no sabía que decir. Solo lloraba.

— ¿Qué pasa? — oí la voz de Hyunjin al fondo.

Me giré para mirar a Hyunjin. Él me vio con los ojos rojos y llorosos e inmediatamente puso sus manos sobre mis hombros y me abrazó.

— No me han aceptado. — le dije con un hilo de voz.

Él me frotaba la espalda. — No hace falta que te vayas tan lejos para triunfar. Tú puedes brillar donde sea. Tienes más opciones, prueba en alguna universidad de aquí. Eres muy buena en todo. No te desilusiones por esto.

— Vete a peinarte, mira que pelos llevas. — me dijo Jisung.

Me giré para mirar a Jisung. — Gracias hombre. — e hice lo que me dijo. Fui al baño a peinarme.

De paso me cepillé los dientes, ya que de las veces que me quedaba con Hyunjin en su casa tenía un cepillo de dientes allí. Respiré hondo y fui a la habitación a cambiarme y volví con los chicos.
Abracé a Hyunjin por detrás. Intenté apoyar mi cabeza en su hombro pero por mi altura no llegaba a apoyarla completamente.

UNEXPECTED; Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora