UNEXPECTED; Hwang Hyunjin

34

— ¿Como que en Japón? Eso está muy lejos de aquí. — dijo confundido Hyunjin.

— Lo sé, pero, mi padre quería tanto que fuera allí y soy su única hija. Además hay muchas opciones y podré aprender más idiomas y conocer a gente nueva...

— ¿Realmente quieres ir? — me preguntó.

Me quedé pensando unos segundos. — No lo sé. — bajé la cabeza.

— No vayas solo porque tus padres lo quieran, elige tú por tu futuro. Piénsalo bien. — me intentó animar Hyunjin.

Mi teléfono comenzó a sonar, desconcertándonos a los dos. Mi madre me estaba llamando. Cogí la llamada.

— ¡Hija! — gritó mi madre al otro lado de la línea.

— ¿Mamá?— pregunté.

— Ay, mañana, ¿Hyunjin y tú tenéis el día libre? — preguntó.

— Sí. — miré a Hyunjin. — ¿Por?

— ¿Por qué no os venís con tu padre y yo a casa de tus abuelos? Y así les presentas. — dijo mi madre.

— Eh. Espera que le pregunto. — alejé el móvil. — Dice mi madre que si mañana te vienes con nosotros a conocer a mis abuelos. — le dije a Hyunjin.

— ¿Qué?

— Si, si viene. — le respondí a mi madre.

— ¡Perfecto! Ahora aviso a tu padre. — colgó.

Dejé el teléfono en la mesa. — ¿Debería tener miedo? — preguntó con cara de santo, después se sentó en el sofá dejando todo lo que llevaba en las manos en la mesa, donde yo dejé mi teléfono.

— No seas exagerado. — le contesté. Al verle sentado sentí la necesidad de hacer algo. — Pero a lo mejor ahora si deberías.

Hyunjin me miró algo confuso. Yo me senté sobre de él, cara a cara. Sonreí. No sé si terminó de entender que es lo que hacía, pero seguí. Puse mis manos en sus hombros. Él casi inmediatamente puso sus manos en mi cintura. Debido a la caída de hace un rato, el roce de mis rodillas con el sofá hacía que me dolieran más, pero estaba tan concentrada en él que pasé de ello. Dejé de hacer contacto visual con él para mirar sus labios, me fascinaban sus labios.
Comencé a besarle, él correspondía y seguía el beso. Mi corazón latía muy fuerte.
Hyunjin dejó mi cintura para poder quitarme la sudadera y la camiseta que llevaba puesta.
Seguí sus pasos y yo le quité su camiseta. Seguimos besándonos. Escuché unos pitidos de fondo, los cual hicieron que me alarmara. Ya que ese era el sonido de que la puerta se había abierto y por lo tanto, alguien entró.
Hyunjin debió de no escucharlo y él siguió. Separé mis labios de los suyos para poder ver si alguien entraba. Hyunjin pasó de mis labios a mi cuello. Yo como si de un reflejo se tratara, empecé a enredar mis dedos en su suave cabello.
Levanté la mirada. No había nadie. Volvió a sonar el pitido. Y por el pequeño pasillo que separaba la entrada del salón donde estábamos aparecieron Minho, Jisung y Eunsang tranquilamente hablando. Mi mente colapsó. ¿Quien se sabía el código de la puerta? ¿Por qué? Era la pregunta que más se repetía en mi cabeza. Hyunjin sin saber que estaba pasando, me besó por sorpresa. No iba a cortarle el rollo, asique correspondí al beso. Ellos al ver la situación, menos Jisung, se dieron la vuelta y ya los tres retrocedieron. Sé que sabían que me había dado cuenta de su presencia, así que supuse que estaban esperando.
Me separé unos centímetros de Hyunjin.

— Tienes invitados. — le dije en un tono de voz algo bajo.

Él me miró algo confundido de nuevo. — ¿Que dices?

— Que si. Mírales, están esperando. — le señale la entrada con la cabeza. Hyunjin echó la cabeza para atrás y bufó.

Me quité de estar encima de él.
Él se levantó y se revolvió un poco el pelo con las manos mientras se dirigía a la entrada. Miró. — Venga pasad. — se dio media vuelta y me miró a mi ahora. — ¡Vístete! — me gritó en voz baja.