Conversaciones ajenas (Diario de Madeleine)

58 10 4
                                    

Unas voces me despertaron en plena madrugada. Tuve que levantarme para saber qué sucedía. Si alguien me encontraba deambulando, diría que iba por un vaso de agua y algunas galletas.

Las voces venían de la "sala de arte" de Claire. Seguí el sonido de aquellas voces que discutían airadas. Pegué mi oído a la puerta. Reconocí inmediatamente las voces, eran Claire y Lucien.

- ¿No lo entiendes? Soy feliz así, sola. - siseó ella.

- ¿Qué haras cuando estés realmente sola? A papá no le queda mucho tiempo y yo... - gimió con tristeza Luc.

- ¡Basta! No me atormentes más con eso - lanzó un quejido- Yo ya sé que él está delicado, ¡no hace falta que lo repitas!

- Sal es un hombre honrado. Deberías darle una oportunidad.

- ¡Jamás! Yo soy una alma libre - jadeó reprimiendo un grito y lágrimas - ¡Yo puedo hacer lo que quiera! Voy y vengo todas las veces que YO quiera.

¿De dónde me sonaban esas palabras?

- Por favor, hermana... Yo no digo que sea justamente Salvatore, ¡sólo elige a un hombre y cásate!- ambos se quedaron en silencio y Luc volvió a hablar pero esta vez lo hizo con enojo. - Antoine envió a Fontaine para ti, para alejarte de Frank y tú lo primero que haces es hablarle mal de Alice. Lo espantaste y ya perdiste todas tus oportunidades.

¿Casarme yo con Claire? No tengo tan mal gusto.

- ¡No quiero al rubio enano ese! No quiero a nadie, déjame en paz.

¿Rubio enano yo? "Maldita perra..."

Se sintió un ruido de muebles, como si alguien hubiera volteado algo y Claire se quejó. Yo me quedé estática, asustada. ¿Lucien le pegó? Me arrodillé y espié por la cerradura. Los cuadros estaban en el suelo y una silla estaba tirada. Luc sostenía a su hermana tomandola por los brazos y la sacudió un poco. Por la expresión de Claire se notaba que ella había tirado las cosas.

- Escúchame, malcriada. Yo ya sé porqué no quieres casarte.

Claire le miró con horror y vergüenza.

- Ya sé lo de ese marinero, sé lo que hiciste y cómo te sientes... También sé qué es eso que llevas en el vientre...

- ¡No! - gimió ella con horror. La habían descubierto

- Por eso quiero que elijas un hombre ahora, que eres joven y bonita y cualquiera te lo perdonaría. ¿Quién crees que se acercará a ti cuando seas vieja? ¿Crees que se quedarán a tu lado cuando sepan que no tienes honor?

Con un grito, Claire lo empujó de manera brutal y se puso de espaldas a él. Comenzó a llorar desconsolada.

- Frank lo sabe y aún así te ama... o ama a la empresa, no estoy seguro, pero está dispuesto a casarse contigo y eso es lo que importa.

- No quiero, Lucien... Por favor.

- Cásate con Salvatore o se lo diré a Antoine y ya sabes cómo se pondrá.

Me levanté y me fui a mi cuarto para retomar mi descanso. Al acostarme pensé en qué diría Erik al saber que estuve escuchando detras de una puerta. ¡Oh, maldito! Tú y tu moral a medias...

Lo que fue #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora