Él No Te Ama ||Joerick / Virgato|| Terminada

Capítulo 33

JOERICK

Al día siguiente fuimos a un río cercano, me sentía bien a pesar de no tener confianza con la mayoría. Con Erick no había vuelto a hablar a solas, ya que cuando desperté, él ya había salido de la habitación y estaba me esperando con los demás a John y a mí.

—¿Quieres un poco de arroz? —preguntó uno de los chicos, extendiéndome un plato desechable.

—Está bien, Eddie. ¿Así te llamas? —asintió buscando una cuchara.

—Sí —me la pasó y sonreí como agradecimiento —. ¿Eres amigo de Erick?

—Algo así —hice una mueca, realmente no sabía que éramos.

El frunció el ceño, pero segundos después asintió al entender la incomodidad del tema. Sentí unos brazos rodearme por la cintura y una respiración en mi cuello, di media vuelta encontrándome con un Erick sonriente.

—Ten cuidado, bebé. Eddie es un vampiro que quiere alimentarse de todos aquí —el mencionado sonrió divertido y negó con la cabeza —. ¿Qué tal, bro?

—Bien, Erick. Los dejo solos —se levantó y de fue hasta llegar con los demás.

Lo miré hasta que estuvo lo suficientemente alejado. Erick era raro, muy raro.

—¿Qué fue eso? —pregunté, confundido por el comentario de Erick.

—¿Eres muy inocente o no entiendes indirectas? —me encogí de hombros restándole importancia —. Ese chico tierno que ves ahí, tiene novia y tres amantes.

—¿De verdad? Parece buena persona —lo miré, sacando un libro de su mochila —. Es medio solitario.

—Es buena persona, pero la fidelidad no es lo suyo —me extendió una mano que tomé sin entender —. Créeme, detesto los engaños.

—Yo creo que si algo está mal, deben hablarlo, pero ser infiel no es algo que tenga justificación.

—Tienes razón —sonrió caminando y llevándome con él —. Sé de un lugar hondo por aquí.

Me detuve y negué rápidamente con la cabeza, no quería pasar un momento vergonzoso con él por no saber nadar. Él levantó una ceja con diversión al ver mi cara de asustado y soltó una risita al imaginar lo que sucedía.

—No sabes nadar —afirmó, volviendo hasta estar a mi lado.

—Sabía, pero cuando era niño mi tía me tiró sin avisarme a una piscina de olas, en su parte más honda. Ya podrás imaginar lo que pasó.

—Según yo, estarías muerto —lo miré mal y de nuevo soltó una risa acercándose a mí.

Cuado ya estuvo a mi lado, acercó su cabeza a la mía, hasta el punto de rozar nuestras narices. Cuando pensé que haría algo más, me empujó con gran fuerza haciendome caer. Antes de hundirme en el agua lo tomé de la camiseta haciendo que se cayera sobre mí.

Escuché el agua chocar con nuestros cuerpos y cerré los ojos, rogando para que no me entrara agua por la nariz como me pasaba siempre. Entré en esta y de inmediato saqué la cabeza y pase la mano por mis ojos para poder abrirlos.

—Casi me matas de... —reaccioné y miré a mi alrededor la corriente que tenía esa parte del río.

Grité con todas mis fuerzas cuando esta comenzó a llevarme y miré de nuevo a Erick, que parecía estar muy tranquilo mirándome.

—¡Erick! —soltó una carcajada, y luego pude ver cómo sus piernas flaqueron.

Lo último que vi fue a Erick siendo arrastrado por la corriente también. Me sostuve de una pequeña piedra y me abracé a ella, para disponerme a esperar algún tipo de ayuda.