Él No Te Ama ||Joerick / Virgato|| Terminada

Capítulo 36

Tomé su mano delicadamente y le sonreí, pensando en lo mucho que me gustaría decirle lo que realmente empezaba a sentir por él. Decirle que no quiero que esto acabe, que me estoy acostumbrando a estar con él y que para mí, ya no era solo sexo.

Tenía miedo de lo que sentía por él, ya que yo no era alguien importante en su vida. Por más que intenté convercerme de lo contrario, no pude... Me estaba encariñando más de lo debido con Joel.

-Yo creo que debemos dejar que el tiempo decida. Por el momento, no sabría que responder -no era del todo mentira, pero realmente quería seguir con esto.

El sonrió levemente y llevó una de sus manos a la cabeza para acomodar su bandana. Me puse a pensar desde que momento lo había dejado de ver como un simple amigo con el cual disfrutaba algunas noches, tal vez fue desde que lo empecé a conocer más a fondo.

-¿Sabes? Tengo un pequeño departamento por aquí cerca -dijo sonriendo ampliamente.

-¿Es tuyo?

-Sí, nunca me ha gustado vivir de algo que no he trabajado. Más ahora que pienso alejarme de Erick, ya que la casa es de él -hizo una mueca.

-Entiendo, también voy a buscar un lugar para no molestar a mi hermano más.

Una idea loca pasó por mi mente, sabía que la única forma de pasar un rato más con él era haciéndolo mío. Claro que lo disfrutaba, pero me gustaría poder salir a cualquier lugar con él, sin miedo de que alguien nos viera y le contara a Erick. Pedí la cuenta y pagué. Cuando nos dejaron solos le extendí la mano y él la tomó de forma sensual, ahí comenzaba el juego.

Pasé mi mano por su cintura y empezamos a caminar hasta el auto, subimos y nos fuimos en un silencio total, pero no era incómodo. Él me señalaba por donde quedaba nuestro destino y yo solo obedecía y conducía siguiendo sus indicaciones.

Cuando me estacioné frente a una unidad residencial, bajamos tomados de la mano, caminando hasta la portería.

-Joven Joel, tiempo sin verlo -saludó un señor -Hola, Erick -dijo sin mirarme mucho, y pude ver cómo Joel intentaba no reír.

Pasamos y lo primero que hizo fue reír, lo miré mal y lo único que hizo fue incrementar la risa. Me acerqué rápidamente y lo callé con un beso, que él correspondió de inmediato.

Me sonrió al separarnos, y al estar frente a la puerta, la abrió. En cuanto la cerró me tiré a besarlo de forma desesperada, lo había extrañado demasiado y quería demostrárselo.

Mientras lo besaba iba desabotonando su camisa, él pasaba sus manos por mi espalda con deseo. Me separé un momento para seguir besando su cuello, sentía como arqueaba su espalda y sus pequeños jadeos salían, que rápidamente iban despertando a mi amiguito.

Cuando saqué su camisa por completo, me alejé de él y me senté en el sofá, mirando su expresión confusa. Le sonreí de forma sensual y recorrí su cuerpo con la mirada.

-Mueve tu cuerpo -frunció el ceño -Baila.

Me miró sin dar crédito a lo que le pedía, pero finalmente asintió y comenzó a mover su cuerpo de forma tímida. Poco a poco se iba soltando, hasta el punto de darme el mejor show de striptease que haya visto, movía su cuerpo de forma extremadamente sensual, haciendo que mi miembro pidiera ser liberado cuanto antes.

Lo tomé de brazo y lo senté sobre mí, ataqué sus labios mientras con mis manos bajaba la cremallera de su pantalón. Él hacía movimientos sobre mí, sacando pequeños gemidos de mí parte.

Cuando bajé su pantalón junto con su ropa interior, él comenzó a sacar mí camisa también. Volví a besar su cuello dejando marcas, ya que a diferencia de las otras noches, esta vez sí quería causarle problemas con Erick.