-¡Fantasmita!- Escuché una voz despertándome de mi sueño.
Voy a matar a Alanna.
Estaba a punto de ganar la carrera de motocicletas mientras me cogía a Rihanna.
-¿Qué?-Dije con sueño, escondiendo mi cabeza en la almohada. Hoy no tengo clases ¿Para qué me despierta tan temprano?
-Hermanito, necesito que me hagas un favor, pero de inmediato.- Dijo mi melliza alterada.
La escuché agitada y saqué la almohada de mi cabeza.
-¿Qué sucede ahora?
-Es Sara-Lee.- Últimamente esa chica se está apareciendo mucho ¿No? digo, siempre ha estado aquí pero como que estaba hecha un gran embrollo últimamente.-Courtney dice que pasó hace un momento frente a su casa porque le queda de ruta mientras trota y vio al acosador drogadicto lanzando piedras a su ventana y gritando.
-¿Quieres que te lleve solamente o necesitamos bates? Porque tengo uno que me prestó Josh, podemos llevarlo si quieres.
-Solo quiero que ese loco la deje en paz; ella intenta tenerlo bajo control pero ya se le salió de las manos.- Bajó su mirada al piso.
Han sido mejores amigas desde que Sara-Lee se mudó aquí y hasta ahora, han sido inseparables.
Cuando a Alanna le rompieron el corazón por primera vez, Sara-Lee le preparó una cena china que su padre le enseñó y que, según ella, sanaba toda ruptura.
Cuando mamá se fue, a mi hermana le daban pesadillas a diario y la china se quedó durante dos semanas durmiendo y cocinando para nosotros y papá. Nunca nos desamparó, ni a mi hermana, ni a papá, ni a mi, aunque ya no fuéramos tan cercanos. Ahora, esa muchacha tierna que me ayudaba a sumar y restar, necesita que la ayude a ahuyentar a un acosador loco de su puerta. ¡Ahora es mi turno, perras!
-Vamos.- Dije para salir de la cama con decisión y colocarme los primeros vaqueros que encontré y una camisa cualquiera. Subí al auto y conduje por 5 minutos hasta llegar a casa de la familia más popular del sector. El chico seguía allí.
Detallé la casa al bajar y cerrar la puerta del auto, la chica ligeramente morena estaba escondida tras la ventana de su habitación en el segundo piso, asomando solamente sus ojos para ver al animal que, sin control, lanzaba piedras y gritaba su nombre; sonaba muy borracho.
Mi ira se encendió.
-¡Oye tú, imbécil!- Exclamó mi melliza apuntándolo; él no volteó.- ¡Estoy hablando contigo, lárgate ahora o te arrepentirás!- Él volteó, la miró de arriba a abajo y rió.
Me acerqué caminando hasta una distancia en la que no fuera necesario gritar.
-Más te vale no lanzar ni una piedra más, o te juro que te las voy a hacer tragar una por una.- Dije provocando que se volteara asustado.
-No me jodas Espectro, yo solo quiero hablar.- Dijo mirándome y se volteó a la ventana para comenzar a gritar.- ¿Cierto, mi flor de loto? ¡Solo hablaremos, ven, baja!
Mi mano abierta se estrelló contra su oído cuando se encontraba de espaldas, haciéndolo caer al suelo mientras gritaba una queja.
-Lárgate o te moleré a golpes.- Lo miré fríamente desde arriba.
Me miró asustado y molesto, corrió del lugar y mi vista subió; la cabeza de Sara-Lee se asomó algunos momentos después.
Nos miramos a los ojos, y pude notar el miedo en su expresión; su cabeza volvió a entrar. Al poco rato abrió la puerta despacio y nos observó a mi hermana y a mí desde la puerta. Estaba parada en medio de la entrada, con la puerta abierta, descalza, despeinada, con ojeras y ojos cristalizados, su expresión de susto era aún más visible de cerca y su respiración estaba intensamente ajustada.
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HUG ME.
Teen Fiction"Su maldita dulzura de mierda, dejó mi alma con caries de por vida." Les presento a : Caleb "El espectro" Martinez y a su desastrosa vida -¡Esta es mi puta historia, Perras! ...